jueves, 20 de abril de 2023

La gestos



Hughes

 

En su artículo de Ideas del domingo, el profesor González Cuevas escribía lo siguiente: «El PP es, en ese sentido, un peligro para el conjunto de la derecha social». El sentido es que busca el consenso con la izquierda y huye de la confrontación. El PP lleva los votos de la derecha al redil del consenso, pilotado culturalmente por la izquierda.


Si el PP es un peligro, Díaz Ayuso es peligro y medio. Ayer supimos que cerrará las listas del PP en Bilbao como «gesto simbólico» en apoyo de la unidad de España y la Constitución, contradicción en términos porque una es amenaza para la otra.


Es un gesto de una mujer acostumbrada a ellos. Viene de presentar la campaña con un bailecito en Las Ventas porque estamos a todo, a los flujos globales y a los festejos taurinos, con un españolismo de tienda de souvenir, de atrezo, como los anuncios de chorizos de la tele o los vídeos de Tangana; ahí está Vaquerizo, por ejemplo, ayusista, exprimiendo el limoncito almodovariano.


[...]

Con el apoyo de muchos pecios intelectuales de Ciudadanos, de gran prestigio en la derecha como técnicos del estar a todo, Ayuso se beneficia por su poder autonómico de un subsistema mediático trufado de sacamuelas liberales, con sus silogismos de volverse loco, dedicado a su mayor gloria y a la proyección de un autonomismo capitalino aberrante, voluta final y remate del 78. Madrid es capital y autonomía, un DF cuya identidad es no tener identidad y cuya función propagandística es vender un relato exitoso y alternativo del 78: el otro modelo posible. No fallarían las autonomías, sino quien las dirige. Ese quizás sea su mayor peligro: dirigir al españolismo más despistado por la vía de la federalización silenciosa y además orgullosa.

Si su Madrid es reducción al absurdo del 78, Ayuso es la hipocresía del PP hecha carne política, hecha gestos, mohínes. Ayuso hace una política del mohín, un populismo femenino y achulapado que rechista contra el 2030 que su partido lleva en la solapa, o que contemporiza con lo trans, el feminismo y el LGTBI. Ayuso hace política de gestos, pero habla en el Boletín Oficial (BOCM) y cada poco tiempo baja los impuestos un 0’0000000001% lo que le permite llenar los titulares con nuevas revoluciones liberales en medios forrados de publicidad institucional. El contribuyente está feliz con ese soma porque no conoce otro, y porque cala también el sopor antipolítico de la cervecita en la terracita...

 

Leer en La Gaceta de Iberosfera