miércoles, 10 de abril de 2013

Poner un piso


Hughes
Abc

El decreto de la Junta de Andalucía está tan cargado de buenas intenciones que recuerda al tanguillo, el de "las buenas intenciones que, de pronto, se quean en ná".  A los bancos e inmobiliarias se les conmina a ocupar las viviendas con la amenaza de la expropiación temporal, imagino que con el (in)justiprecio de un porcentaje del valor catastral (ay, bendito catastro, novelón, registro bíblico, que todo lo que no es catastro es Suiza ya).

Así, el sector inmobiliario está obligado a vender, ¿pero cómo, si no hay demanda?

Pues muy fácil: ¡poniendo pisos!

Ya lo decía Berlanga, tan preclaro: “ponme en un piso, si puede ser en El Viso”.

Como no hay quien compre pisos, pero casas vacías no puede haber, la única solución va a ser volver a la antiquísima, y ya vemos que muy sabia institución, del piso puesto (con un piso puesto, con un chalé…), que era regularización sentimental, pero también salud inmobiliaria. El amorío acudiendo en defensa del derecho de propiedad.

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