sábado, 25 de junio de 2011

Sevilla arrebata a Bilbao la bandera del torismo

Con el mayoral de Cuvillo tapándose,
Aresti toma nota sobre chiqueros

José Ramón Márquez

Toros en Bilbao. Ya están los carteles en la calle y ahora resulta que uno los mira y lo que le queda claro es que no merece la pena pegarse el palizón de atravesarse España para ir a ver lo que nos ha organizado el conspicuo Presidente de la Comisión Taurina de Bilbao, este Javier Aresti que tanto se fija. Como él ve los toros en Madrid desde atrás, desde encima de los toriles, con que tengan cuatro patas a él le vale, se cree lo que le cuentan y así luego pasa lo que pasa.

Para resumir y para ir a lo negro, diremos que la ‘Semana Grande’, semana de la feria del Toro bilbaína, se hace con las siguientes ganaderías: Miura, Fuente Ymbro, Cuvillo, Jandilla, Victoriano del Río, Alcurrucén, El Pilar y Victorino. Por lo que a mí respecta, si quitamos a Miura, que es la leyenda, y a Victorino, por su leyenda, me sobran todas. Pero lo que más me choca es que, por arte de birlibirloque, el terrorífico Bilbao empata con la permisiva Feria de Abril de Sevilla en seis ganaderías de ocho: Miura, Victorino, Cuvillo, Fuente Ymbro, Jandilla y Alcurrucén. Y comparando los carteles, pues resulta que queda mucho más torista la Feria de Abril de Sevilla que la de Bilbao.

De cualquier modo y para que se note la diferencia con Sevilla, y que Aresti ha echado el resto, la arena negra de Vista Alegre verá una la terrorífica corrida de cochinetes de Victoriano del Río y otra con las tremendas fieras locas de El Pilar. Con esas dos es con las que Aresti ha echado el resto para que se vea que en Bilbao lo que se quiere es el toro y que los toros de Bilbao ni son de Domecq, ni son de Núñez, ni son de Albaserrada, ni son de Núñez de Prado: los toros de Bilbao son de Bilbao, y con eso basta.

***

La feria del año 1889 se celebró entre los días 18 y 21 de agosto. Toros de la Viuda de Muruve (sic) 52 varas y 12 caballos; de don Antonio Ibarra, 54 varas y 12 caballos; del Duque de Veragua, 44 varas y 9 caballos y de don Antonio Miura, 51 varas y 11 caballos. No pudo concurrir Frascuelo, por haber sido cogido en San Sebastián unos días antes y la feria quedó como mano a mano entre Mazzantini y Guerrita, cuyo triunfo fue tan clamoroso en las cuatro tardes que salió ya ajustado para el año siguiente. Treinta y nueve mil espectadores en las cuatro tardes, sesenta mil pesetas de beneficio. Más quisiera Aresti.

Nuestro hombre en El Bocho