martes, 19 de abril de 2011

Fútbol osasunesco

Tirapu, Ostívar y Bosmediano, referencias del nuevo Madrid

Francisco Javier Gómez Izquierdo

Imagino que este enloquecimiento futbolístico tendrá que parar. Si así no fuera, Dios nos remedie de tanto orate.

Estoy seguro de que entre los aficionados madridistas los hay sensatos que nunca creyeron que la grandeza de su club pararía en lo que ha parado en tiempos modernos. Si el Athletic de Bilbao entendió que el Athletic no era Clemente, ¿por qué parte del madridismo cree que el Real es Mourinho?

Mourinho tiene en el Marca* un Rasputín atildado que jalea a la masa con pasión infinita y ha creado opinión en gente a la que no le gusta el fútbol y que es merengue por moda. Eduardo Inda es navarro, y como parece añorar al Osasuna, pues quiere un Madrid osasunesco, y en ésas está, derrochando entusiasmo entre los acérrimos y cierto mosqueo entre los que calientan el cemento del Bernabéu desde los tiempos de Amancio.

La Copa del Miércoles Santo, puede que la pierda el Barça, pero no perderá ante el Real Madrid. Perderá ante Mourinho. Y éste sacará pecho olvidando cualquier accidente arbitral de los que siempre recibe un inmenso provecho que pasa desapercibido. Cuando el Inter eliminó al Barça, Mou se hartó de llorar la injusta expulsión de uno de esos porteros de discoteca** que suele poner a repartir mamporros a todo el que intente jugar al fútbol, pero se olvidó de un gol anulado a Bojan en los últimos minutos, por no se sabe aún qué. Era la eliminación del Inter. El árbitro se equivocó y del error surgió un Campeón de Europa. Mourinho vino al Foro por aquel partido que nunca debió perder por sólo un gol y aún sigue lamentando aquélla expulsión de Motta -un destructor sin freno- que tan bien le vino. En esa letanía sigue. Que si prepara los partidos con 10, que si el Barça manda en las instituciones, que si odian al Madrid... Es el mejor modo de hacerse querer: el eterno recurso del victimismo peninsular... pero cada vez son menos los engañados. El entrenador portugués ya ha pisado una línea peligrosa. Ha admitido ante su público que el Barça juega mucho mejor que su equipo y por eso al Barça no hay que dejarlo jugar. Así como Clemente sacaba a Nadal de mediocentro, Mou repite lección con Pepe y el aficionado tiene asumido que el tal Pepe juega gratis la mayoría de los partidos. Su método futbolístico, no tiene fútbol. Intimida a los árbitros para que dejen dar palos a sus jugadores sin conocimiento y que corran Cristiano y Di María. Una carrera puede ser gol... o córner y los goles de córner también cuentan. No hay más que escuchar a Inda, el nuevo profeta blanco.

En fin... por mucho que incomode al editor***, el fútbol del Barça está a años luz del que pone en el escaparate Mourinho. Los madridistas ya no saben si quieren jugar bien... o a Mourinho para ganar. Pero... ¿y si no gana? Con Carvalho, Pepe, Lass, Khedira, Sergio... haciendo de minas antifútbol, puede reventarse un partido... pero ¡ay! el fútbol es otra cosa. El fútbol es un juego en el que se puede ganar o perder. Casi siempre gana el que juega mejor****.
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Notas del Editor:
*Hay que imitar el estilo del Sport y El Mundo Deportivo
**Motta, un fino estilista mientras jugó en el Barça
***Red Bull nunca será Ferrari. El editor es de Marciano y Tyson, pero comprende que haya gente que prefiera a Hollyfield. Lo que tiene de régimen el barcelonismo es que todo el mundo tiene que ser culé.
****Exactamente: por eso en el siglo XXI Madrid y Barcelona tienen las mismas Ligas y las mismas Champions.