viernes, 18 de diciembre de 2009

VIERNES, 18 DE DICIEMBRE

Esta cabeza de Casa Moreno en Sevilla no la pidió Salvador Boix


LOS CIEN MIEL HIJOS DE SAN LUIS

La España zapatera es un taburete de dos patas. Pata 1: El dinero no es de nadie. Pata 2: Si te cogen por los huevos, da lo que te pidan. Y Salvador Boix, el flautista que en una tarde inane de Alicante resumió la tauromaquia posmoderna en una frase ("Desengáñate, A., los toros son marketing y glamour"), le ha aplicado el cuento a Canorea, que, sólo por no aguantar el tabarrón de los maestrantes, estaba dispuesto a cualquiera cosa por contratar el espectáculo emo al completo -torero más toretes-, menos ponerse a recoger cartones con Ramón Valencia. Mientras, los revisteros taurinos, absurdos como un zapato impar, llorando para que Francia envíe a los Cien Mil Hijos de San Luis a salvar en Barcelona lo que ellos (es decir, lo que representan) han echado a perder en toda España.

Ignacio Ruiz Quintano