domingo, 9 de febrero de 2025

Lobato



Ignacio Ruiz Quintano

Abc Cultural


Las carreras de chóferes (Fórmula 1) son el único espectáculo marinettista que ha arraigado en España. La voz de este marinettismo es Lobato, el calvo de la TV, quien el otro día, en Alemania, patria de Mommsen, se creyó obligado a apelar al humanismo:


Como dijo Cicerón, “Alia (porque Lobato dice “alia”) jacta est”.


Otro comentarista no menos marinettista, comentando el ciclismo en TVE, dijo una vez:


Ahí va Fulano en busca del tiempo perdido, como en la famosa novela de Jean-Paul Sartre.


Todo lo cual indica la evolución cultural de nuestro deporte, al hilo de lo que el director del “As” se pregunta en un artículo de fondo: “¿Por qué somos tan buenos en todo?”


Si Gordon Liddy hizo el retrato social del progre (“progre es el que se siente en deuda con el prójimo y que propone saldar esa deuda con tu dinero”), Relaño, el director del “As”, ha hecho el retrato psicológico:


¿Por qué somos tan buenos en todo?


Dice que es la pregunta que le hacen en la playa los sinculotes chancleteros. Y él los tranquiliza: el secreto es la democracia, que ha terminado con el mito de que el deporte equivale a subdesarrollo:


Aquello formó parte de las confusiones en que la larga noche del franquismo sumió a este país.


Tómese una brocha, úntese en esta hipótesis relañesca y espárzase sobre el cerebro de los lectores del “As”, quienes, con cara de memos, se preguntan:


–¿Y Bahamontes? ¿Y Santana? ¿Y Luis Suárez? ¿Y Ángel Nieto? ¿Y Pedro Carrasco? ¿Y Paquito Fernández Ochoa? ¿Y el Real Madrid? ¿Será fascista la Gran Bretaña, que no gana en nada?