miércoles, 29 de marzo de 2017

Halcones

Cheney


Ignacio Ruiz Quintano
Abc

Si una organización tan reaccionaria (escéptica) como la Fifa no quiere ojo de halcón para decidir los goles, por algo será.

En cambio, en la política (la continuación de la guerra por otros medios), las guerras siguen decidiéndolas los halcones, tipos duros en la sombra (el claro se lo dejan a los Gary Cooper y los Clint Eastwood) que miran el mundo con ojo de halcón.

No hay duda: Rusia se inmiscuyó en las elecciones americanas, y eso es “an act of war” –ha dicho Dick Cheney en una Cumbre de Negocios Globales.
Cheney es el halcón por antonomasia y tiene su ojo puesto en Putin, pues “sabemos que Putin quería Crimea y se la quedó”.

Menos mal que España no tiene petróleo como Iraq (el de la Lora en Burgos sólo dio para juntar en una película, “Las petroleras”, a Claudia Cardinale y Brigitte Bardot) ni cabezas nucleares como Rusia (las de Franco en un hangar de Ocaña, según denunció en la Onu un comunista polaco, nunca cuajaron), porque, de lo contrario, con eso de que Felipe González no quiere morirse sin haber recuperado Gibraltar, el ojo de Cheney (en el psicoanálisis, el ojo es un arma sádica, y en el mundo onírico se interpreta como símbolo del pene) podría posarse sobre nosotros, y en sus reuniones de mundialismo pintaría al gobierno de Madrid (¡Mariano!) con “todos los infernales atributos guerreros que el genio de Wells atribuyó a los marcianos”.
¿Cómo se inmiscuyó Putin en las elecciones americanas? ¿Como Obama en Ucrania y el Brexit o como McKinley en Cuba y Filipinas? Cheney no lo dice, y, como en el caso de las armas de Sadam (otra halconada suya: Iraq estaba en la agenda del Nuevo Siglo Estadounidense, o Siglo de Cheney, desde el 91), hemos de poner nuestra fe en sus manos. De la Teoría del Cénit del Petróleo a la Teoría del Cénit del Gas.
Serán tonterías, pero a mí, en dos oficinas bancarias de Madrid, ya me han sacado de chivo expiatorio a Putin, que “hackea el sistema”, y al Brexit, que “se come los fondos de inversión”.