Como vivimos en la España de la irresponsabilidad -aquí nadie es responsable de nada- los suscriptores de preferentes o de deuda subordinada exigen que se les devuelva todo su dinero. ¿También los cupones cobrados?
Pues no, los depósitos son sagrados, las inversiones libres. El depositante no exige una retribución fija, porque para él el depósito es un sistema de pagos electrónico, obligatorio por la bancarización de la sociedad. Y si no es eso, sino es un depósito de rentabilidad elevada, entonces es una inversión. Esto es especialmente cierto en los pequeños depósitos, en las domiciliaciones de nómina para hacer pagos, generalmente remunerada a tipo 0,1%. Pero la distinción entre cuentacorrentistas e inversores no deja por ello de ser nítida.
Pero un preferentista es un señor al que se le ofreció una rentabilidad imponente. Por tanto, debía asumir sus riesgos. Las inversiones a veces salen bien y a veces mal, pero si salen mal no hay que pedir que el Estado o el intermediario cubran tus pérdidas: asume tus responsabilidades.
Pues no, los depósitos son sagrados, las inversiones libres. El depositante no exige una retribución fija, porque para él el depósito es un sistema de pagos electrónico, obligatorio por la bancarización de la sociedad. Y si no es eso, sino es un depósito de rentabilidad elevada, entonces es una inversión. Esto es especialmente cierto en los pequeños depósitos, en las domiciliaciones de nómina para hacer pagos, generalmente remunerada a tipo 0,1%. Pero la distinción entre cuentacorrentistas e inversores no deja por ello de ser nítida.
Pero un preferentista es un señor al que se le ofreció una rentabilidad imponente. Por tanto, debía asumir sus riesgos. Las inversiones a veces salen bien y a veces mal, pero si salen mal no hay que pedir que el Estado o el intermediario cubran tus pérdidas: asume tus responsabilidades.