viernes, 12 de abril de 2013

Beiras

Con la Revolución en el zapato
 Nikita Kruschev


 Beiras

Ignacio Ruiz Quintano
Abc

    Beiras, que iba de Bradomín de la izquierda gallega, ha tenido un berrinche revolucionario:
    
Usted me hace llorar –dijo, sollozando, a Feijóo en el Parlamento–. Es usted la cara del fascismo.
    
Estaban con la foto de Feijóo.

    Veinte años ha, Feijóo se retrató con un buhonero que luego resultó ser traficante que acabaría obteniendo subvenciones de la Xunta... nacionalsocialista, con lo cual debe dimitir Feijóo, si quiere atenerse a la lógica de Sombrerero Loco del periódico global en español.

    Allá ellos.

    Yo me quedo con Beiras y su llantina burguesa.

    Se puede llorar físicamente como Cocteau, que físicamente lloraba por nuestra civilización, pues le dolían el verso, el cristal veneciano, la liturgia católica y las sinfonías de Mozart.
    
Pero llorar físicamente porque Feijóo es “la cara del fascismo” es de Charlie Rivel.
    
Beiras es el Charlie Rivel de la izquierda gallega.

    Charlie Rivel se llamaba Pepe Andreu, decía estar “loco de España” y lloraba como un coyote. En Londres imitó de tal manera a Chaplin que Chaplin exclamó: “¿El imitador es usted o soy yo?”
    
Beiras, en cambio, no da para un cameo en “Tiempos modernos”.
    
¿Acaso en el movimiento proletario-revolucionario no estaba terminantemente prohibida la “larmoyanz”?

    Marx se queja a Engels de la “larmoyanz” de su esposa, la baronesa Jenny von Westphalen. Y Rosa Luxemburgo, desde su prisión berlinesa, afea a su amiga Mathilde Wurm la “larmoyanz” de sus cartas:
    
Nunca había odiado vuestro carácter malhumorado, avinagrado, cobarde e incompleto como ahora… Intenta ser firme, clara y feliz; sí, feliz a pesar de todo, porque el lloriqueo es una cuestión de la debilidad.
    
Ante “la cara del fascismo”, Beiras llora a moco tendido, impulso autocompasivo que roba energías a este agente de la revolución santiaguesa, perdido para la gran causa.

    –Lloro porque la ética le importa un nabo –dicen que dijo Beiras.
    
Confundiendo a Feijóo con Georg Lukács.