miércoles, 26 de enero de 2011

Educador en Andalucía


Francisco Javier Gómez Izquierdo

El Consejero de Educación Andaluza creo que se apellida Álvarez de la Chica y ha heredado el puesto que regentaba doña Mar (bautizada María del Mar) Moreno, con el firme propósito de que los niños andaluces aprendan lo que conviene a la Junta en la que manda mucho Doña Mar, pues es la vicepresidenta del “tinglao”, y llama Pepe a Don José Antonio Griñán.

Álvarez de la Chica es de un pueblo de Granada que se llama Chauchina. Acabó Magisterio y ha militado siempre en el Psoe, al que lleva representando desde su mocedad. También es miembro de Ugt y del Movimiento por el Desarme y la Libertad. Con ese currículum se entiende que se esfuerce en defender a la mujer en los libros de texto, sin reparar en lo pernicioso que es idiotizar adolescentes... y así, en el de 1º de Bachiller que gasta mi tierno infante, se lee que está mal decir “reunión de padres” ó “reunión de profesores” y que en vez de decir “los jóvenes”, se debe decir “la juventud”. Sus inspectores suelen vigilar el porcentaje de aprobados para dar una prima a los docentes, si se consiguen objetivos, y si se puntúa como procede la asistencia y atención en clase.

Al señor de la Chica no le preocupa que incluso en su mismo pueblo haya profesores que amenacen a colegas por poner una estampa de la Virgen en su mesa o tengan a su vera un crucifijo protector. En la mesa. Una profesora de Religión. Estos matones no sólo educan en Granada. El aparato ha colocado una legión de afines que llegan a 20.000. De esos miles son cientos los que sin oposición y con título de Magisterio dictan la doctrina que toca en el Siglo. Gentes que desprecian a los hijos de Jacob o el Sermón de la Montaña y que esta Semana Santa, armados de valor, van a subir al Sacromonte a liarse a cantazos con el Cristo de los gitanos, cuando estos lo saquen en procesión.

¿Qué se puede esperar de una región que ha de dejar a sus hijos en manos de guarros que vomitan en las catedrales, de boches que nunca apreciarán el David de Miguel Ángel, de necios que desprecian cuanto ignoran?
Eso sí, ¡¡¡ojito con que un niño de 10 años se meta con un compañero que tiene padre y madre del género masculino!!!


Confieso que no me dañó
la vista ni el corazón,
señores maestros