lunes, 14 de junio de 2010

Mundial 2010. Trompetas y neumáticos

Coke R. Stevenson
retratado por Bernard Hoffman para Life


Ignacio Ruiz Quintano


De una tarde de domingo en el sofá disfrutando del deporte que prescribe la democracia he sacado la cabeza como un bombo: primero con la zumba trompetera de la negritud surafricana (hablo del partido Serbia-Ghana), que es como vivir en Madrid en la Gran Vía con ventanas al atasco, y luego, con la brasa sobre neumáticos de Lobato en la carrera de chóferes, que me hizo apagar el sonido de la TV y buscar una historia sobre neumáticos contada por Galbraith en su libro autobiográfico Con nombre propio.

El ataque a Pearl Harbor hizo evidente que Japón saquearía las plantaciones de caucho de Malasia e Indonesia, con lo cual Galbraith recibió la orden de racionar los neumáticos: se impuso una velocidad máxima de treinta y cinco millas por hora en las carreteras de los Estados Unidos, medida que significaría una sustancial reducción del desgaste de los neumáticos. Todos los gobernadores estuvieron de acuerdo, salvo el de Texas, Coke R. Stevenson, quien al recibir la llamada de atención de Washington respondió:

-Doctor, aquí, en el Estado de Texas, cuando se conduce a treinta y cinco millas por hora, ¡no se llega nunca!