Don Regino Velasco de cuerpo presente en la enfermería de la plaza vieja
Antaño los toros eran muchísimo más saltarines que en nuestros días. Las viejas reseñas taurinas están llenas de noticias de innumerables toros, muchos de ellos pertenecientes a ganaderías de gran renombre, que saltaron al callejón. Hubo algunos que, con el ímpetu del salto, llegaron incluso a encaramarse al tendido de plazas de tanto postín como las de Madrid, Sevilla o Cádiz, y hasta Goya nos dejó un grabado en el que se representa la muerte del alcalde de Torrejón a causa de las cornadas que le pegó un toro que se subió al tendido de la vieja plaza de la Puerta de Alcalá.