Ignacio Ruiz Quintano
El mejor espectáculo televisual del Mundial surafricano lo ha ofrecido el Plus con el italiano Capello en el banquillo inglés:
-The fucking, ball, press! The fucking ball! Press! Press!
Y saltos, y codazos, y braceos, aspavientos de vieja a la que hubieran tirado al pilón con el agua helada.
-The fucking ball!
¡Dios santo, el futurismo! En el Lyceum Club de Londres es Marinetti quien se declara admirador del inglés en cuanto raza musculosa. ¡Adoración por el músculo y exaltación del esfuerzo!
-The fucking ball! Press!
El mejor espectáculo televisual del Mundial surafricano lo ha ofrecido el Plus con el italiano Capello en el banquillo inglés:
-The fucking, ball, press! The fucking ball! Press! Press!
Y saltos, y codazos, y braceos, aspavientos de vieja a la que hubieran tirado al pilón con el agua helada.
-The fucking ball!
¡Dios santo, el futurismo! En el Lyceum Club de Londres es Marinetti quien se declara admirador del inglés en cuanto raza musculosa. ¡Adoración por el músculo y exaltación del esfuerzo!
-The fucking ball! Press!