MODESTIA
-¿Es conocida su firma en el Banco?
-La modestia me impide contestar, señor mío.
-Digo si es conocida su firma en la casa.
-¡Hombre! -replico un poco amoscado-. No digamos que soy una celebridad, pero por ahí delante ya hay alguna gente que conoce mi firma. ¡En esta casa, en esta casa! ¡Yo qué sé! Pero ¿no existe aquí nadie que lea el ABC entre tanto hombre?
WENCESLAO FERNÁNDEZ FLÓREZ
Ignacio Ruiz Quintano