miércoles, 6 de enero de 2010

LA NOCHE QUE EN ESPAÑA NEVÓ COMO NUNCA



6 DE ENERO


F. J. Gómez Izquierdo

Por la parte de la Demanda, a la que Tito Livio llamó Pelendonia, ha sido costumbre respetar el santo del día y llamar Irineos a los nacidos el 26 de agosto, Aquileos a los del 12 de mayo y Crispines los de mañana, 7 de enero.

En los Reyes del 59 entró Fidel Castro en La Habana, y en España nevó como nunca más ha nevado. Un cantaor alcohólico, miope y septuagenario me lo decía hace unos días en el jardín del barrio.

-...el año de más nieve y más frío fue el 59... Cantaba yo en Barcelona, y, si no morí entonces, me van a tener que matar.

Todos los viejos de mi pueblo recuerdan el día que nací yo, y eso que no ha habido una Pantoja para recordarlo. Nací aislado por la nieve en la tierra de los infantes de Lara, quienes, por cierto, tienen calle en Córdoba. Creo que mi madre fue asistida por una tal María y me decía el "tío Pito", que murió con más de cien años, que era imposible pasar del barrio del Corralejo. Calentaron nieve para los aseos propios del momento y el primer vaso de agua que me dieron salió de la fuente de la fotografía, a pocos metros de la casa de mis padres.

A la hora de bautizarme se ve que se modernizaron las costumbres de la aldea y no me pusieron ni Melchor, ni Baltasar, ni Gaspar... Tampoco me pusieron Epifanio, como manda la ortodoxia. Era párroco don Eutimio, al parecer muy vigilante del santoral, pues no en vano nació en La Aguilera, muy cerca de Huerta, ese pueblo donde están los nombres más raros de España. En fin, que prosperé de chiripa... y aquí estamos. Con un año más de 50 y hasta hace nada presumiendo ante mi tierno infante de ser un regalo. Que los Reyes os sean propicios...