domingo, 3 de junio de 2012

¿Alto a la Guardia Civil?

Mar y Susana
 
Francisco Javier Gómez Izquierdo
 
Cuando Kiko Veneno presumía de conocer todo tipo de delincuentes aún faltaban varias especies por descubrir, pero ya se  adivinaban lechigadas de lento y constante crecimiento salidas del cruce del bandolero que despeñaba perros y el pícaro doctorado en el Aula Magna de Monipodio.  A las primeras criaturas de la plaga se las echó, por disimular, un inútil  matamoscas de colores que sólo sirvió para adaptar los pulgones a una novedosa naturaleza y convertir Andalucía en un escandaloso virreinato del delito. 

      Aparecieron los Eres y dimos cuenta aquí de la importancia de Jaén, los sindicalistas ugeteros -ese Lanzas de cara de granito- y el exfutbolista Gaspar Zarrías -posiblemente el hombre más influyente de todas las Andalucías- dictando en la cueva lo más conveniente para el pueblo andaluz. La familia Chaves atendió todos los requerimientos de su Rasputín y es clamor popular que en la Junta no se movía una coma sin conocimiento de Zarrías. 

     Don Gaspar y Don Manuel se fueron a Madrid y dejaron sus “marrones” en manos del que tuvieron colocado en Hacienda se supone que vigilando  millones de  leuros, el tal José Antonio Griñán, y éste fía su suerte a las explicaciones de dos señoras -Susana Díaz y Mar Moreno-  que se las dan de listas, y que para intimidar juezas han forjado la leyenda de comerse un hombre crudo cada madrugada. 

     ¡...Y de repente, la Guardia Civil! Lejos las investigaciones de esa policía al mando de Piedrabuena, un comisario al que le roban los kilos de cocaína en su comisaría y que tan mal recuerdo deja en la familia de Marta del Castillo y en la madre de los hermanos Bretón, los picoletos han mostrado a la jueza Alaya lo evidente, y de nada han valido los piropos vergonzantes del fiscal que se ha puesto Pepe Griñán de Consejero de Justicia:

     -A pesar de lo mucho que investiga, sigue estando muy guapa.  

     Así habló Emilio de Llera, y es cosa que podría decir cualquiera, pero si el decidor fuese alcalde de Burgos, un poner, y no el fiscal progresista especializado en delitos económicos ¡¡nada menos!!, la Inquisición feminista sería de órdago a la grande.

    Pero no crean que  la Inquisición está abolida. Susana Díaz, la comehombres de Pepe Griñán, la ha encontrado disfrazada de Guardia Civil, a la que hace brazo armado del Pepé y por tanto franquista, y por consiguiente fascista, de los fascistas que mataron a Lorca.

       No he seguido poniendo en Salmonetes... cosas de los Eres porque es asunto que resulta asquerosamente aburrido y porque conozco muchos más delincuentes que Kiko Veneno que me tienen contado cómo se consiguen las paguitas sin percatarse de cómo se reparten otros las pagazas.

         Susana Díaz y Mar Moreno no son Gaspar Zarrías y la Guardia Civil no es la policía de Piedrabuena. Pepe Griñán ya se lo está oliendo.

        Por cierto, los dignos de Diego Valderas, como es corriente en la variedad andaluza, callan y cobran...