Amar significa no decir nunca lo siento
(Colección Look de Té)
Jorge Bustos
Con San Valentín uno, que es de temperamento dialéctico, ha transitado
como con tantas cosas por un triple estadio de argumentación. Primero me
pareció un motivo plausible, secular, incuestionado, para celebrar la
ternura. Más tarde, en ese tiempo en que nos forjamos la máscara
trabajosa de la personalidad, me opuse violentamente a esta cita cursi y
farisea del calendario, enésimo pretexto de la sociedad de consumo. Hoy
que el arranque de alguna madurez atempera el ardor de las certezas más
acaloradas, opino que San Valentín sencillamente ofrece una oportunidad
a los afortunados para que renueven la identidad entre la inteligencia y
el amor, que son, probablemente, el mismo líquido precioso sólo que
fluyendo por diferentes tuberías de lo espiritual.
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