UN PUNTO DE VISTA CULÉ
Francisco Javier Gómez Izquierdo
El Real Madrid y el Barça juegan a ganar títulos y no partidos. Lo mismo que las selecciones de Brasil, Italia y un poco menos Alemania. Sus aficiones quieren ver copas levantadas... y si los suyos además juegan bonito, pues felices y agradecidos.
Mourinho vino a ganar títulos y en ello está... pero da la sensación de no saber medir la paciencia de una parroquia que le adora y que puede tornarse analítica vigilando los partidos que pierde ante el enemigo de siempre, pues estarán con un servidor de que el Madrid y el Barça han llegado a un reduccionismo de enemigos, atroz, y así... los aficionados culés no saben si ayer ganaron 1-2 o la Copa del Rey mientras que los blancos no tienen claro ganar la Liga perdiendo contra el Barça.
Al poco de meterse Cruyff a entrenador, Luis Aragonés retrató el fútbol español:
-Ya, ya.... el buen fútbol lo pone el Barça, pero los títulos se las lleva el Madrid.
El Barça se conformaba con ganar al enemigo de la capital aparentando desprecio (bilioso) hacia la Liga. Dada la vuelta a la tortilla, al Madrid no le queda la honra de la batalla ganada, en una guerra en la que nunca se sabe donde anida la víbora de cuernitos (Getafe) o el escorpión ponzoñoso (Bilbao) que te debilitará las fuerzas. El Barça tiene el respeto y reconocimiento del fútbol mundial, mientras Mourinho, y no el Real Madrid, va cavando su fosa a marchas forzadas entre extravagancias y obstinaciones. Ayer, el míster adorado, desconcertó hasta a sus fieles y estoy seguro que sorprendió a Guardiola con ese Altintop de mágico 2. ¿Por qué Mourinho no coloca a Sergio Ramos de lateral derecho? ¿Teme a la reacción del periodismo adicto que tiene como valor de ley la certeza de que están ante el mejor central del mundo? Por otro parte... ¿qué partido imagina con Pepe y Lass en el centro del campo? ¿Se puede jugar un fútbol grande sin centrocampistas? ¿Se puede jugar al fútbol y divertir al espectador sólo con defensas y delanteros? Leo que el Real Madrid salió con un 4-3-3.... ¿De verdad? ¿Y por qué a mí me pareció un 6-1-2’5?
Será porque veo poco fútbol.
A Brasil, hasta la explosión del método “Dunga” y similares, daba gusto verlo. En el Mundial de España, un poner... pero la “torcida” quería y quiere títulos, posiblemente por hábitos mal entendidos. Cuando Brasil se pone a ganar sin parar, sus aficionados piden “jogo bonito”, al contrario que los italianos, que sólo piden ganar saltando al campo con 8 defensas. En el Bernabéu se pude perdonar ganar jugando como Italia. Lo que me extraña es que se aplauda perder. Con otros no se tuvo tanta paciencia. A Radomir Antic lo despidieron de líder... por no jugar bonito.