LO MALO DE SER INGLÉS
Hace treinta años, por estas fechas, un amigo inglés atravesó por una profunda crisis de identidad cuando descubrió a Sevilla en primavera. De Jerez veníamos, como ahora, y en la avenida de la Palmera estallaban las buganvillas y las jacarandas. De ahí a tomar un cafelito al Alfonso XIII y paseo detenido -el que anda ligero por Sevilla o es mensajero, o se está haciendo pis o es tonto-, a la Real Maestranza. De vuelta me confesó su tragedia: “Y después de esto, ¿qué hago yo siendo inglés?”
REAL MAESTRANZA, 2001 / ALFONSO USÍA
LAS TAURINAS DE ABC
EDICIONES LUCA DE TENA, 2006
Ignacio Ruiz Quintano