Han transcurrido 21 años desde su muerte, pero escuchando a Ángela González Palacín hablar siempre en presente de ella, da la impresión de que Marlene Dietrich, una de las grandes s del cine de las décadas 30 y 40, a la que esta vecina de Los Balbases sirvió como asistente personal desde 1973 hasta su muerte el 6 de marzo de 1992 en París, sigue viva... Quien ‘sufrió’ a la estrella del celuloide de manera indirecta fue Ildefonso González, el marido de Ángela. Pese a que subía todos los días a su casa, no tenía permitido pasar de la cocina, «y nunca me recibió».