Ralph Steadman: Freud, Jung and Ferenczi arriving in New York 1909
Freud, Jung y Ferenczi estaban en Nueva York. Al pasar frente a una tienda de Hester Street, Freud se compró un sombrero. Sus compañeros lo imitaron inmediatamente. En el momento en que salían de la tienda, Freud se ajustó el sombrero y volviéndose hacia Jung, exclamó con un suspiro: "¡Ah...! ¡La vida es un sombrero nuevo!" Jung, desconcertado, le preguntó: "¿Un sombrero nuevo? ¿Por qué un sombrero nuevo?". Freud se encogió de hombros con un gesto de impotencia y le contestó: "¿Cómo lo voy a saber? ¿Es que además tengo que ser filósofo?". Estas palabras dejaron a Jung perplejo. A la mañana siguiente se encontró en el comedor con Ferenczi. Aún no había bajado Freud. Así que aprovechó para decirle: "¡Ah...! ¡La vida es un puente colgante!". Ferenczi le respondió inmediatamente: "¡Claro que sí! ¡Eso mismo me he dicho yo esta misma mañana mientras le pedía a la rubia que saliera de la bañera".