jueves, 10 de enero de 2013

Andaluceo

 Alternativa franquista a  la bicicleta 
para quedarse sin respiración
(Cortesía de J. R. M.)

Ignacio Ruiz Quintano
Abc

    Andalucía, que ha pasado de regalar ordenadores a sus alumnos a que estos hayan de pagarse el papel higiénico, no se detiene, y la Junta de José Antonio (por el Ausente) Griñán prepara la sustitución del caballo por la bicicleta.

    –Una nueva cultura de la movilidad se esta (sic) implantando en las sociedades avanzadas frente al modelo de movilidad basado en el vehículo privado –se dice en el Boletín Oficial de Griñán–. Se hace necesario redactar un Plan Andaluz de la Bicicleta.
   
No se hable más.
   
El caballo es señorito.
   
La bicicleta es menestral.
   
Sevilla es llana: por eso, precisamente, se estableció allí un andarín como don Ramón Carande.
   
¿Qué más hace falta para crear la Comisión de Redacción del Plan Andaluz de la Bicicleta?

    Escritores.

    El gran ideólogo español de la bicicleta fue Ernesto Giménez Caballero, de quien chuparon Franco, que quiso llenar de bicis España, y ahora Griñán, hijo de un oficial del cuarto militar del general, que se conforma con petar de bicis Andalucía, con la cosa (eso se dice en el Boletín) de “favorecer la salud de los andaluces” y “un desarrollo turístico sostenible en Andalucía”.
   
Los funcionarios de Griñán escriben bastante peor que los de Franco, con lo cual, para escribir lo mismo, lo que con Franco escribía uno con Griñán lo escriben cuarenta, y así se crean más puestos de trabajo y las faltas de ortografía quedan más repartidas.
   
Todas estas funciones importantes a las que esta (sic) llamada la bicicleta
   
Pues eso.
   
Antes, el caballo andaluz, de belleza andrógina y paso señoril, que dijo Pemán, más preocupado (el caballo andaluz, no Pemán) de moverse con gracia que de llegar con presteza, era toda la feria. Ahora, toda la feria será la bicicleta vascongada, de belleza no menos andrógina, pero de pedaleo perrofláutico, que es pedalear a la jineta.

    El socialismo equipara el andaluceo al pedaleo, pero sigo sin ver al conde de la Maza por la feria en bicicleta.