jueves, 4 de octubre de 2012

Derecho

Carl Schmitt

Ignacio Ruiz Quintano
Abc

    El golpismo perrifláutico y un camarero madrileño han vuelto a poner de moda entre la Generación Mejor Preparada de la Historia la expresión “Estado de Derecho”, inventada en 1864 para enaltecer a la monarquía prusiana.

    –La policía no te puede aporrear en un Estado de Derecho –protestan los joveznos, mientras tiran de enlaces a Nacho Escolar como si enlazaran a Carl Schmitt, que fue quien descubrió que en el Estado de Derecho el elemento político (la decisión de los que mandan) prevalece sobre el elemento jurídico.

    El Estado de Derecho es la ilusión del Derecho.

    Si uno recibe una multa de 150 euros por levantar la voz (es mi caso), el Estado de Derecho te concede quince días para estudiar el Derecho que normalmente se estudia en cinco años de carrera y que es el que se necesita para bracear en el cartapacio de leyes y reglamentos en que viene envuelta la multa, papeleo que no tiene más objeto que crearte la ilusión de tener derechos.

    Esto no es los Estados Unidos, donde el sheriff te pone la multa, te saca la visa y la pasa por la bacaladera en un mismo acto. Aquí hay que vérselas con un paquete de folios como arrancados del Aranzadi, además de con una instructora, la señora Seguí, y con una secretaria, la señora Sánchez, que son las primeras caras que se me aparecen al despertar, y que en un Estado que no fuera de Derecho estarían destinadas a un puesto de mayor utilidad social: el Estado, con eso, ganaría, pero entonces yo tendría la sensación de vivir en una dictadura fascista.

    Hagamos juego, señores.

    Para defender mis 150 euros he pedido precio a los profesionales del Derecho y, echando cuentas, concluyo que la defensa de 150 euros me saldría por unos 1.500.

    El Estado de Derecho es un dineral.