sábado, 19 de enero de 2013

Por España

Emilio Mario


Ignacio Ruiz Quintano
Abc

    Lo que me gusta de María Soraya es su gusto castellano por los clásicos.
    
Tiene mérito ser abogada del Estado y citar los “Sueños Morales” de Torres Villarroel, que huía de los abogados porque se le merendaban la cena: media España, hoy, le merienda la cena a la otra media (media España, hoy, es “abogada” del Estado), y en eso consiste la socialdemocracia rusoniana.

    Tiene mérito ser abogada del Estado y citar las “Confesiones” de Rousseau, que no otra cosa es ponerse sentimentalmente en el lugar de los que “arriesgaron por España” y perdieron, “porque eso nos puede pasar a cualquiera”, siendo “cualquiera” el Cristo de Novelda, que sale en los papeles como víctima de un desahucio por impago.
    
Ante María Soraya, patrona de los “lúseres”, rinden sus águilas los triunfadores de toda calaña:
    
Me dopé –confiesa, con ese “seny” adquirido en su casa de Gerona, el Mejor Ciclista de la Historia, ex yerno de Paul Anka–. Es imposible ganar siete Tours sin hacerlo.
    
Armstrong vivía en Gerona, pero arriesgaba por los Estados Unidos.
    
Arriesgar por España es lo del mocetón de los Pujol, que se habría empadronado en Madrid para escapar al fisco catalán.

    Nadie ha hecho más por los catalanes que Madrid.

    La derecha madrileña tiene en manos catalanas todos los espectáculos de la capital, desde el teatro de mentira, que es el del Español o el Canal, hasta el teatro de verdad, que son los toros: “¡Baje usted, don Emilio, que aquí se muere de veras!”, dijo Mazzantini a Emilio Mario, actor especializado en “agonías de tercer acto”.
    
Al catalán que lleva los toros en Madrid no le gustan los toros, y después de meter en Las Ventas un circo sin leones meterá, ¡de tapadillo!, arriesgando por España, aparte una cantina mexicana con chupitos para todos, una cubierta a satisfacción de los piperos venteños, que cuando quieran darse cuenta se habrán quedado sin toros, triunfo con que la derecha madrileña ganará puntos socialdemócratas.