martes, 15 de enero de 2013

Democrático bozal

Mar Moreno, la Cardenala

Francisco Javier Gómez Izquierdo


El otro día un tal Vázquez, portavoz socialista de la Junta de Andalucía, pidió un bozal para el obispo de Córdoba por que éste dudó de los principios de la ideología de género femenino. Tan importante señor, periodista por Sevilla, no tiene reparo en beber conocimientos de la salutífera fuente que cuida una de las señoras de su secta a la que hicieron ministra de Educación y aplaude con regocijo los mandamientos de ese catecismo laico cuyo espíritu se resume en la persecución indesmayable de cualquier pensamiento adolescente.

        La señora Mar Moreno, que así se llama la más inquisidora que docente Consejera de Educación, tiene un batallón de obedientes rebuznadores, al que permite dar clase en su reino y al que en su infinita ignorancia y su enorme estómago agradecido tiene convencido de que el Gobierno de España le va a quitar la paga y el sueldo de animador. Este patético ejército sin instrucción, sin modales y sin peinar se puso ayer farruco en un hotel ante un ministro y en parla camionera de los 70 le llamaron “facha” y terrorista.

       Estos gritones que no dejaron hablar al ministro son los que tiene doña Mar educando a la mayoría de los niños andaluces y a los que va echar a los pocos que intentan aprender lo mínimo en los colegios concertados, pues la democracia progresista más duradera en las Españas exige tanto el cierre de colegios de curas como el bozal a los fascistas, ya sean obispos o ministros.

      Doña Mar y el señor Vázquez sacan pecho y aporrean decretos para que la juventud andaluza obedezca y rebuzne al mismo son y sin perder el compás en los venideros años..., mientras tanto, una señora de Málaga atropella dos veces a su marido pasándole  las ruedas por encima de la cabeza , y al detenerla sólo tuvo que decir:

       -Es que yo estoy de los nervios, ¿saben, agentes?

      Los agentes, en vez de ante el juez, la llevaron al hospital. Imagino que al psicólogo.