Hughes
Abc
El periodismo español y parte de la crema de su intelectualidad ha venido considerando fascista a Donald Trump sin muchas razones. Era fascista y ya. Lo era antes de ser elegido. Lo era por cosas como ese “Grab them by the pussy” que le grabaron a traición (cuando la deontología no importaba tanto). Era fascista e incluso facista. Lo es aún, incluso si su gobierno se ha caracterizado por dos cosas muy raras para un fascista: desregular y bajar los impuestos. Trump ha eliminado legislación y ha reducido los impuestos. Esto puede gustar o no, pero no es lo que hace un fascista. Un fascista regula y reglamenta y con más impuestos hace crecer su Estado y su poder. ¿Qué clase de fascista deja el dinero en el bolsillo de la gente y elimina regulaciones para que el gobierno tenga menos peso en sus vidas? ¿Qué clase de fascista interviene menos en lugar de más? ¿Y qué clase de fascista, pudiendo hacer lo que hizo Obama, decide dejar de bombardear e invadir otros países?
Todo esto les ha venido dando igual. Ciertamente, es irritante, ya no sabe uno qué decir, pero luchamos contra uno de los más duros materiales que ha conocido el planeta: la aleación de jeta, pedantería e ignorancia del progrecentrista español.
Ahora, sin embargo, tienen algo para llamar fascista a Trump. Antes no tenían nada, ahora tienen algo, tienen un silogismo:
Ahora, sin embargo, tienen algo para llamar fascista a Trump. Antes no tenían nada, ahora tienen algo, tienen un silogismo:
1. Los antifa luchan contra los fascistas
2. Trump quiere ilegalizar a los antifas
Ergo: Trump es fascista.
Aquí yo creo que fallan dos cosas. Por un lado, la conclusión; por otro, la primera premisa. Los “antifa” no están contra los fascistas. Están contra los que ellos consideran que son “fascistas”.
Falla una premisa y falla la conclusión, porque incluso si la premisa fuera cierta, sus métodos son violentos, antiliberales y, digamos, unilaterales. Se toman la justicia por su mano y vandalizan el espacio público expulsando y privando de derechos al otro. Están tan cargados de razón y altura moral que forman su patrulla y actúan, como un somatén de buenas personas. Rodean lo que no puede decirse, lo silencian.
Pero no hace falta entrar en esto. Ellos ya tienen algo para llamar fascista a Trump. Lo han venido haciendo durante años y no tenían nada y ahora tiene un silogismo escacharrado, pero silogismo al fin y al cabo. Para ellos esto es como una entera escolástica. ¿Quién va a poder explicarles que se equivocan, si tienen el mayor artefacto lógico que han conocido?