jueves, 18 de febrero de 2010

CRISTIANO RONALDO, UN OBISPO ENTRE SEMINARISTAS


¡DIECISEISAVOS!

F. J. Gómez Izquierdo

Ya estamos en la fase importante de la championlí. Esa fase donde se descubre qué cosas son importantes para que el fútbol seduzca tanto... y estarán conmigo en que la emoción, hija de la incertidumbre, es la principal mantenedora de este negocio.Ya no importa jugar bonito, la técnica de Cristiano, el regate de Messi, la zurda de Robben, los golazos de Drogba... Lo que importa es ganar.

La liguilla de antes de Navidad sirve para hacer el paripé de que todos tienen su oportunidad. En realidad la liguilla la idearon los grandes clubs para corregir algún partido-despiste y poder clasificarse a dieciseisavos, donde de verdad empieza el fútbol que gusta al aficionado. El fútbol que yo llamo "a vida o muerte".

Los cuatro primeros encuentros han sido malos en lo fubolístico, pero harto elocuentes con los males de eso que antes los cursis llamaban deporte rey... y es que el cáncer del arbitraje no afecta sólo a lo que el As llama "villarato". Tom Henning, un noruego al que convirtieron en demonio los aficionados del Chelsea, hizo de las suyas en Munich, para escarnio florentino... Y Martin Hanssen, un sueco que dejó jugar a Henry al balonmano, se lió con un guardameta infame que se viste de árbitro para ¿parar? en el Arsenal. En éste último caso, no se ha de culpar demasiado al colegiado, pues ese Fabiansky que se ha sacado Wenger de la manga demostró en Oporto que nadie le ha enseñado el Reglamento, aparte de su incapacidad para el oficio que desempeña. Varela, un negrito que jugó en el Recre, marcó uno de esos goles insólitos que se suelen poner por Navidades en los Telediarios.

El Madrid, mal. Pellegrini le puso un estorbo a Xabi Alonso, no sabe sacarle rendimiento a Kaká, ni aprovecha las prestaciones de CR9. El portugués, que cada vez parece más una marca de chismes que brillen que un bicho viviente, tiene demasiadas cosas de chulito de barrio... y un equipo no puede estar pendiente de ciertas "jerigonzas". Para mí que el Madrid juega muy encorsetado con Cristiano. Como fiando a su inspiración la victoria. Como si fuera un obispo entre seminaristas... Hay jugadores, y permítaseme no señalar, que parecen mejores sin Cristiano en el campo. También es verdad que el Diarrá tosco hace peores a casi todos...