EN EL BARRANCO DEL LOBO
-Otro soldado estaba travesado de un balazo. La fiebre le hacía delirar. Empuñaba su machete, tinto en sangre, y decía a los camilleros mostrándoles el arma con la que había matado a un moro: "Si vive mi capitán, enseñadle el machete para que vea que no he sido cobarde."
EL COMBATE DEL MARTES, 1909 / FRANCISCO SÁNCHEZ OCAÑA
EL PERIÓDICO DEL SIGLO
EDICIONES LUCA DE TENA, 2003
-Otro soldado estaba travesado de un balazo. La fiebre le hacía delirar. Empuñaba su machete, tinto en sangre, y decía a los camilleros mostrándoles el arma con la que había matado a un moro: "Si vive mi capitán, enseñadle el machete para que vea que no he sido cobarde."
EL COMBATE DEL MARTES, 1909 / FRANCISCO SÁNCHEZ OCAÑA
EL PERIÓDICO DEL SIGLO
EDICIONES LUCA DE TENA, 2003