sábado, 25 de febrero de 2012

Esperando al Cojo Manteca

Jon Manteca Cabañes

Francisco Javier Gómez Izquierdo

La cosa de la Memoria Histórica tiene muy mala baba, porque además de retratar comportamientos nos hace distinguir al cínico del canalla, al hipócrita del déspota... además de a gran parte de los bichos más despreciables. Hace ahora justo 25 años, los estudiantes en general, y no por capricho de tribu particular, también se echaron a la calle, a protestarle a un gobierno socialista por el que ya debía de andar Don Alfredo Pérez Rubalcaba. Recuerdo que el ministro se llamaba Maravall y era tenido por muy leído. Aquellos chicos pedían la abolición de la selectividad y rebaja de las tasas universitarias para que todo chichirimundi pudiera entrar en la Universidad. Esto último lo he tenido que mirar porque la memoria es muy traicionera,... y es que mientras cenaba me he acordado del “Cojo Manteca”, después de ver el historial de los “regalitos” que capitaneaban a los estudiantes madrileños solidarios con la “primavera de Valencia”. El Cojo Manteca era un punki harto de drogas, al que los progres de la época trataron de fascista para disculpar los disparos con bala de la policía de Felipe González.

¿Reja o ventana?

-¿Que una policía socialista disparaba con fuego real? Es usted un intoxicador... y por supuesto un fascista.

Como tengo la mala costumbre de catalogar delincuentes y cierto conocimiento de lo que pueden llegar a ser capaces si se les paga una ó dos fianzas regadas con dos litronas, no me sorprendería que rebaños cerriles pastoreados por vendedores de rulas, exijan la supresión de la selectividad y las tasas universitarias. Como hace 25 años. Falta otro Cojo Manteca... ¿Vendrá por la Pascua o por la Trinidad?

Reflexión por los suelos