Juan García Mondeño, torero antes que fraile
Toreó (mondeñima) más cerca que Tomás, pero en guapo y con toros
Salía a la arena con una férula en la pierna
José Ramón Márquez
¿Cuál es a día de hoy la mayor incertidumbre entre los aficionados a los toros? ¿La temporada de Fandiño? ¿La ‘encerrona’ de Talavante? ¿Las verónicas de Morante? ¿La venida a Madrid de Escribano? ¿La corrida de Pichorronco? ¿La confirmación del hijo de Teruel? ¿El enigma de Posada de las Maravillas? No, no y no. Lo imprescindible, taurinamente hablando, es sólo José Tomás, el multipaquiro.
A estas alturas parece que se va ya desvelando el birlibirloque que va a emplear la deidad pétrea para obtener de nuevo el PPPP (Prestigioso y Pingüe Premio Paquiro). Se sabe que sus asuntos los lleva él mismo desde que despidió a su Boix de Hamelín, que el ojo del amo engorda el ganado. Se sabe que anda malito de un pie, que hay que ver lo que le duran los males a este hombre, y que ese pie va a ser la excusa que le impida reverdecer sus éxitos en la Monumental de Badajoz. Se conoce el detalle, porque lo explicó su departamento no oficial de prensa, agitación y propaganda, de que aunque estaba hecho lo de ir a Bilbao a torear la corrida del aniversario de la Fundación, eso finalmente no va a poder ser, porque hasta que no se pasen las tres grandes ferias de inicios de temporada el pie del ciprés va a estar resintiéndose. Pena mora para Aresti, que ya veía al Pétreo -que tanto cartel tiene en la Villa del Nervión- haciendo el paseíllo en las negras arenas bilbaínas, que dicen que hasta tenía ya reseñadas las mascotas perfectamente ajustadas a los gustos del diosecillo.
De manera no oficial parece confirmando, pues, que la ‘Temporada Europea 2013’ del pétreo berroqueño será de un calibre similar a la de 2012, como quien dice un pasar la gorra por un par de gaches y une cité y luego pegar el gorrazo del Paquiro, para ir tirando. De acuerdo a lo visto en las entrañas de las ocas y en el vuelo de los pájaros, la cosa constaría de una corrida en Málaga, un mano a mano con Morante en la feria de Julio en Valencia y la tradicional eclosión nimeña esponsorizada por Simón Casas.
En cuanto a la elección del ganado, la empieza a ponerse complicada, porque a este hombre cada vez le van sirviendo menos hierros. Ahora, porque el Cuvillo se ha revirado y la estirpe de Idílico, padre genésico, señor de las adelfas, se ha avinagrado, esa ganadería ya no cuenta ni como sobrera en ninguna quiniela en la que aparezca el Comandante de Puesto. Entonces, como los cochinetes de Victoriano, ahora devenidos en alimañas mutantes, tampoco hacen ya ninguna gracia, máxime tras lo del July, parece que no va quedando más opción que encartelar al berroqueño con los garcichicos de Garcigrande en Valencia y en Málaga. Hay también quien habla de que se habían iniciado conversaciones con la Subinspección de la Legión en Ronda por si estuviesen en disposición de ceder la cabra para lo de Málaga, por la vinculación del Tercio con esa provincia, pero los que han visto al animal opinan que tiene demasiado trapío en relación a lo que demanda el Ceniciento de Galapagar.
Por lo visto, los empresarios de la hostelería de las ciudades agraciadas con la pedrea tomatera han demandado ya al Ministerio de Fomento la ampliación de los aeropuertos y el aumento de la frecuencia de las líneas de AVE en ambas ciudades, pues es sabido que el solo anuncio de la presencia de la Pétrea Deidad produce una lluvia dorada de millones, el descenso del paro registrado, la reactivación de la economía y el descenso en el valor de la dichosa prima de Riesgo.