miércoles, 12 de junio de 2013

Miércoles, 12 de junio

LOS DOS ORTEGAS

A la sombra de la Pedriza, junto a Villalba, rayando con el pueblo de Cerceda y tendido al sol bronco de la meseta, tiene el torero Domingo Ortega un predio de pastos para sus becerras bravas. La tarde de primavera se abre y se entorna desde la nieve de la sierra sobre aquel rudo paraje, y el aire se perfuma de verduras holladas, hierbabuena y mejorana. Vislumbramos -nosotros, gente de Madrid, amigos de un torero manchego con piques de filósofo, y de un filósofo andaluz con piques y vitola de torero-, vislumbramos  la graciosa quinta -Navalcaide-, que parece ensimismada y amodorrada en el ancho prado silencioso del sol, desviada de los caminos de herradura. Quinta de labrador, ganadero y caballista. (Andaluza de porte: castellana -y granítica- de estructura delicada y sólida de entretelas, como manor inglés, propicio al solaz y al refrigerio.) Más allá, una plaza ad usum  de dehesa de toros bravos, apañada para la tienta de utreras y el puro deporte gozoso de la tauromaquia.
LA "TEORÍA DEL TOREO", 1946 / LUIS CALVO
LAS TAURINAS DE ABC
EDICIONES LUCA DE TENA, 2006

Ignacio Ruiz Quintano