martes, 11 de junio de 2013

El Gran Hermano de Ana Botella


Botellas en la calle de Padilla

Ésta es la historia de un madrileño que cometió el terrible horror de hablar por móvil mientras conducía. Dado el Gran Hermano de cámaras ocultas en la que hemos convertido Occidente (un poco menos guarro que el Gran Hermano de Mercedes Milá pero sólo un poco) fue multado con 200 euros y tres puntos del carné.

Pero cuál sería su sorpresa cuando los eficientes funcionarios de la alcaldesa de Madrid, doña Ana Botella, le hacen llegar un segundo comunicado en el que le multan por segunda vez, esta vez con 600 euros por, ojo al dato, “incumplimiento de la obligación de identificar en tiempo y forma al conductor irresponsable de infracción grave”. Es decir, por no delatarse a sí mismo.