miércoles, 5 de febrero de 2014

El enano




Ignacio Ruiz Quintano
Abc

    A la Generación Mejor Preparada de la Historia hay que aclararle que el tabarrón catalán es cosa aún más vieja que el franquismo: viene del romanticismo, cuando los escritores de Barcelona se sienten ninguneados por los de Madrid.

    ¿Que el Madrid forra de titanio el Bernabéu? Pues el Barça forra de rodio el Campo Nuevo. Y así.

    Para arreglarlo, Rusiñol reúne en Sitges, con el pretexto del Greco, a unos amigos del 98, y D’Ors inicia diálogos (platónicos) con Portugal.

    Cuando el ser español va teniendo cada vez menos sentido, el “problema catalán” se manifiesta en que todo catalán quiere ser ya un poco portugués.

    –Una lengua, una independencia y hasta una espada.
    
¿Y “Madrit”?
    
Gecé, el loco más sensible con el “problema catalán” (celos de escritores), nos remite al escudo de la villa: una bestia ursina que se abalanza a una verde madroñera para zarpar sus rojos frutos, alegoría que desea significar, no que los escritores de “Madrit” roben las metáforas a los de Barcelona, sino el repelón que los concejales tuvieron con los curas para salvar un puñado de bellotas (al final, el árbol para los concejales, y los pastos, para los curas).

    En el 31, la generación de Gecé, que sale del 27, se impone una misión:

    –Que Cataluña deje de hacerse el enano de la venta, y Madrid, la venta de este enano.
    
El enano de la venta es personaje folclórico de “Luces de Bohemia” que viene de las sátiras: tiene voz de gigante y habita en el pajar de una venta. “No paraba en la venta un caminante / Que de su furia atroz blanco no fuera. / Si alguno a sus insultos replicaba / —¡Ay, si bajo! con áspero rugido / Entre el silencio universal gritaba. / Mas le oyó un calesero muy perdido, / Y como el pobre diablo no bajaba, / Subió por él.... y asunto concluido.”

    Es lo que Susana Díaz, metida a ventera moranquera, llama “shoque de trene”. Para evitarlo, propone cambiar una Constitución “punk” por un trato gitano (“hablá, hablá y hablá”) y “federá”.