miércoles, 16 de noviembre de 2011

Súmate al cambio

Calle de Goya
Madrid

Ignacio Ruiz Quintano

Abc

Un secretario del Congreso: “Son españoles…” Cánovas, a la cabecera del Banco Azul: “…los que no pueden ser otra cosa”. Por ejemplo, aquel “señó” Juan, “El Sosegao”, andaluz a lo Gonzalón, que decía:

Yo, que me mudo de camisa siempre que se es menesté

Pemán asegura no haber visto a nadie mentir con más sinceridad: “La mentira es la verdad de la imaginación, y aquel hombre mentía como Homero o como Dante, raptado por la imaginación poética”.

Súmate al cambio –dice Rajoy, que va de ganador, en lo alto del cartel.

Y en ésas estamos.

Ahí estaba, ayer, la portada del “As”: “Mourinho ha cambiado.” O sea, ¿que ya no es ni “friqui” ni “nazi”? Nada, nada. Ha cambiado, pues así lo ha decidido un consejillo de Redacción.

No mudo, si no mudan –era el emblema de Ninón de Lenclos en una veleta.

Y en los confidenciales se juega con la cosa de que Cebrián también habría cambiado, declarándose algo así como “democristiano de toda la vida”, para asombro de Rajoy y disgusto de Rubalcaba, que cada día tiene más cara de Schopenhauer, de tanto leer sus solapas.

(Schopenhauer impresiona mucho a los jóvenes cronistas que cubren a Rubalcaba, que no sabían de él ni que arrojó a una costurera gritona por la escalera, causándole una lesión de por vida que hubo de costear el filósofo, de avaricia insólita. “Obit anus, abit onus”, anotó en su cuaderno al morir la vieja. Penetrar en esa frase es penetrar en el sistema de pensiones que nos dejan ocho años de “gobernanza” de Rubalcaba).

Yo, que me mudo de camisa siempre que se es menesté

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