lunes, 5 de noviembre de 2012

La cantera

 Mañana de domingo

 Fede Vico, 17 años
 Canterano que dará que hablar

Toril, un entrenador, que como canterano, quiere puntos en su Liga para que mejores postores se fijen en él. Su contratación podría llevar el premio de cesiones tales como las de Juanfran, Nacho, Alex, Morata...


Francisco Javier Gómez Izquierdo

Usted va a ver el partido de los juveniles de su club de Primera o Segunda división y encontrará en la grada -si la hay-  a las familias de los chicos y a los mismos yonquis de siempre que nunca desmayan a la busca de virtudes futbolísticas por venir.

         Que un servidor vigile la tele del Marca por si dan al Real Madrid C para poder ver a un lateral izquierdo cordobés, hijo del propietario del Bar Cobacho en el que se reúne mi peña cordobesista y en el que tengo fe, es un signo de insensatez que nunca comprenderá el espectador de sofá que gasta el fútbol del siglo. Llevamos unos días en los que todo dios pontifica sobre la cantera con argumentos que quieren ser contundentes y que no pasan de buenos y vanos propósitos.
        
El mejor ejemplo de cantera nos lo dio un Ajax casi perfecto que procuraba niños talentosos en los patios mas insospechados del mundo. Quiero recordar que eran unos religiosos los que captaban a la chiquilería y los recogían en las instalaciones del club holandés hasta alcanzar la madurez futbolística. Van Gaal -perdonen mi obsesión- hizo campeona de Europa a una cuadrilla de mozalbetes obediente y sumisa a la que los millones y el lujo apartó del buen camino dispersándola por distintas ciudades europeas.  Johan Cruyff  había visto que el sistema de su Ajax era bueno y lo impuso en el Barça que entrenó. Todas las categorías debían jugar como el primer equipo y es principio que fue muy aplaudido por la crítica de aquel tiempo. Ramón Martínez, que a finales de los 80 era el Dios de las canteras, tuvo que abandonar Barcelona por no plegarse a los dictados del Flaco, contratándolo el Real Madrid para que se demostrara que Cruyff tenía razón... pero lo que es válido para los equipos grandes no tiene por qué serlo para los que no lo son.

       El Barcelona, el Madrid y en menor medida el Atlético de Madrid se esfuerzan en buscar infantiles y cadetes que destacan en las Ligas provinciales y siendo niños escogidos y con proyección es lógico que con buenos entrenadores de base lleguen muchos a vivir del fútbol.  Mourinho, al que le pierden las formas y al que se le nota su poca confianza en políticas de cantera harto mejorables, tiene razón cuando repite el razonamiento de Cruyff sobre el sistema de juego que han de emplear todas las categorías del club, pero no es del todo sincero al buscar soluciones en el “equipo de los mayores” que muchos entrenadores encuentran en el filial:  un lateral, un extremo, un centrocampista defensivo....
      
El Barça trabaja mejor la cantera que el Real Madrid porque hace décadas tiene asumido un sistema y así, el mediocentro tiquitaquero es producto estrella de La Masía, mientras que en Valdebebas se seguirá buscando el mirlo blanco hasta que los técnicos de la Casa no comprendan que en los juegos colectivos hay automatismos de grupo que ayudan a prodigar el talento del individuo.
      
Los equipos que no son grandes siguen con los métodos de Ramón Martínez, nada despreciables que conste, y que consisten en controlar muchachos altos que vayan bien de cabeza para jugar de defensas,  juveniles con cierta técnica que derrochen mucho despliegue físico en el centro del campo y delanteros que no tengan miedo al choque. Estos jugadores se acomodan a cualquier sistema y tanto el Español, como  Celta,  Spórting, Osasuna, Mallorca, Betis, Sevilla, e incluso el Athletic, atienden correctamente sus divisiones inferiores y de repente sale un Aspas, un Cases, un Pereira, un Beñat, un Navas ó un Muniaín... que alegran el cuerpo de los técnicos más modestos.
     
Camacho andaba en los 17 años cuando lo pusieron de titular y ya nadie le quitó el puesto.
     Busquets, Guardiola, Xavi ó Iniesta son criaturas moldeadas por pigmaliones.
     Jesé y José Rodríguez no pasarán de mirlos blancos. Está por ver si de trinar efímero o duradero. Mourinho lo sabe mejor que nadie y por eso no son justas las veladas acusaciones a Toril, un entrenador, que como canterano, quiere puntos en su Liga para que mejores postores se fijen en él. Su contratación podría llevar el premio de cesiones tales como las de Juanfran, Nacho, Alex, Morata...
     Así está montado el negocio, a pesar de que los románticos sigamos aferrados a la esperanza de ver explotar al canterano Adrián Castellanos, el nene del amigo en edad aún juvenil y al que Mourinho ya le ha llamado alguna vez con el “equipo de los mayores”.