El gol feo
El gol bonito
El concejal
Francisco Javier Gómez Izquierdo
Don Miguel Reina Santos fue portero de fútbol en el Córdoba, FC Barcelona y Atlético de Madrid. A Don Miguel Reina le colaron dos goles históricos. Uno feote que privó al Atlético de la Copa de Europa y otro hermosísimo por imposible. El feo se lo hizo Schwarzenbeck, y el bonito, Cruyff. Don Miguel Reina fue internacional. Don Miguel Reina engendró varios hijos, y al que llamó José en vez de Rafael, le transmitió el oficio con el que se ha hecho rico. Don Miguel Reina ha sido el jugador cordobés más destacado en la Historia del Fútbol califal.
Hace unos años, Don Miguel Reina se vino a Córdoba a disfrutar de su vida de jubilado, pero los políticos, que no dejan de enredar, le calentaron la cabeza y le convencieron para que se encargara del deporte en la ciudad. Salió concejal y el alcalde le puso al frente del Patronato Municipal de Deportes, que les informo está ubicado en una de las tribunas del estadio de El Arcángel. El estadio es propiedad del Ayuntamiento. Se pagó carísimo y por dos veces en tiempos de Doña Rosa.
Parecería lógico que Don Miguel Reina tuviera opinión y cierta potestad en el campo de El Arcángel...¡pues no! Don Miguel Reina no pinta absolutamente nada desde que Carlos González, el “gracioso” presidente del Córdoba CF se hiciera amo del club. El logrero canario que venía con ocho millones de boquilla no ha puesto un duro, no se sabe la recaudación de los llenos en los partidos de Copa de estos dos últimos años y en lo tocante a los traspasos de jugadores está todo por descubrir. Carlos González ha querido presidir varios clubs. A uno de ellos, y creyéndose Florentino, llegó a prometer el fichaje de Figo... pero se ha conformado con el Córdoba, donde se aceptaron y creyeron sus falsas promesas.
Carlos González desprecia a los empleados, que al parecer han de obedecer a una curiosa parentela; a los futbolistas, que tienen prohibido mostrarse en público con según qué peñas y declarar a según qué medios; al Ayuntamiento, por no regalarle unos terrenos; a los cordobeses, que toma por catetos e intenta timo tras timo. En suma, Carlos González desprecia a todo quisque y sólo ama al dinero.
Resulta que con motivo del fallecimiento de Luis Aragonés unos periodistas entrevistaron a Don Miguel Reina en su despacho y cuando se disponían a bajar al césped de El Arcángel para hacer unas fotos en la portería del gol norte, el amo del Córdoba dijo que nones. Que se precisaba permiso, autorización, no sé qué de protocolo, retratistas reconocidos por el club -los fotógrafos de ABC y El Día no pueden entrar en el campo ni siquiera los días de partido- ..... y, en fin, dictaduras varias. Don Miguel quitó violencia al momento llevándose a los fotógrafos a un campo de césped artificial para rememorar aquella final ante el Bayern y no concedió en la entrevista los reproches particulares que merecía el sátrapa. “Al fútbol tiene que venir gente seria”. Con ésta frase despachó el incidente porque Don Miguel Reina es posiblemente el cordobés más educado de este siglo.
Hace unos meses, en Montemayor, se fundó la peña cordobesista Miguel Reina, acto al que acudió orgulloso el homenajeado. El amo del Córdoba, amigo de repartir disgustos, no permitió que uno solo de sus futbolistas participara en acto tan inocente. Imaginen ustedes los planes del copero molón. Sospecho que depondrá su despotismo con unas hectáreas gratis y cuando el Ayuntamiento de Córdoba le haga tan millonario como a Florentino Pérez.
Desde el día de Montemayor, estoy deseando que a Don Miguel Reina se le acabe la paciencia, pero como su lidia está en ahorrar dinero a las arcas municipales, tiene apartado lo suyo. Con la muerte de Luis, imagino las broncas apocalípticas que le hubieran llovido a este okupa barbado si en vez de vérselas con Don MIguel Reina se las tuviera con Zapatones. Para mí que con una reunión hubiera bastado.