Francisco Javier Gómez Izquierdo
En mi mocedad, los culpables del paro en España eran la Gran Banca, la Iglesia y el Ejército. Una trinidad que calzaba botas represoras a la que despreciábamos, dejando tranquila la conciencia, convencidos de que nosotros no teníamos culpa de nada. En verdad no la teníamos.
Hoy, Rubalcaba dice que va a perseguir a los ricos, Antonio Gala anatemiza contra la Iglesia y Rafael Quirós, el alcalde de Barbate, llama a su pueblo “a dar por el culo al Ejército”. Son tres categorías de progresismo en las que han degenerado las canciones de Paco Ibáñez y Quilapayún.
El alcalde de Barbate, socialista y generoso a plazos con los barbateños necesitados, que son casi todos, no tiene reparos en mandar barrer la arena del paseo marítimo a paradas en cuadrilla, remodelar rotondas con criterios charcuteriles ó hacer inservibles carreteras para ocupar por horas a los “busquimanos”. El Ayuntamiento está en la ruina y nadie sabe dónde han ido a parar “los dineros”. Hay tanta necesidad de liquidez que hasta se ha intentado cobrar dos veces el recibo de la basura. Los funcionarios -que no cobran- han declarado la guerra a su alcalde y si usted llama a la centralita del Ayuntamiento recibirá ésta respuesta: “En este momento todas nuestras líneas están libres, pero no nos apetece atender la llamada. ¡A tomar viento fresco, hala!”. Tal cual.
Como Don Rafael Quirós es de la estirpe de los solidarios, no quiere ser menos que sus funcionarios y ha decidido declarar también la guerra a alguien... y el tío va y se la declara al Ejército. “..no vamos a parar de dar por el culo. En las próximas maniobras no les dejaremos en paz”. Rafael Quirós, loco por conseguir leuros como sea, cree fervientemente que “los militares” del campo de tiro tienen tomado su pueblo desde tiempos de Franco (no olviden ustedes que Barbate se llamaba hasta antier Barbate de Franco, y sus dos calles principales, José Antonio y Generalísimo Franco) y ha decidido exigirles los réditos. Rafael Quirós no cree necesario despachar con su colega de partido doña Carme, porque el señor alcalde se ha quedado en los tiempos de mi mocedad y no es capaz de comprender que una señora del Partido Socialista sea la que mande en el Ejército. Tan desesperado está el buen hombre que ayer, cual eritreo ó ghanés, desplegó una pancarta con el lema “SOS para Barbate”, ante los morros de Felipe González, uno de los suyos. Dice la prensa de Cádiz que otro de los suyos ya le ha dado un toque de atención por tener tanta desfachatez.
En mi mocedad, los culpables del paro en España eran la Gran Banca, la Iglesia y el Ejército. Una trinidad que calzaba botas represoras a la que despreciábamos, dejando tranquila la conciencia, convencidos de que nosotros no teníamos culpa de nada. En verdad no la teníamos.
Hoy, Rubalcaba dice que va a perseguir a los ricos, Antonio Gala anatemiza contra la Iglesia y Rafael Quirós, el alcalde de Barbate, llama a su pueblo “a dar por el culo al Ejército”. Son tres categorías de progresismo en las que han degenerado las canciones de Paco Ibáñez y Quilapayún.
El alcalde de Barbate, socialista y generoso a plazos con los barbateños necesitados, que son casi todos, no tiene reparos en mandar barrer la arena del paseo marítimo a paradas en cuadrilla, remodelar rotondas con criterios charcuteriles ó hacer inservibles carreteras para ocupar por horas a los “busquimanos”. El Ayuntamiento está en la ruina y nadie sabe dónde han ido a parar “los dineros”. Hay tanta necesidad de liquidez que hasta se ha intentado cobrar dos veces el recibo de la basura. Los funcionarios -que no cobran- han declarado la guerra a su alcalde y si usted llama a la centralita del Ayuntamiento recibirá ésta respuesta: “En este momento todas nuestras líneas están libres, pero no nos apetece atender la llamada. ¡A tomar viento fresco, hala!”. Tal cual.
Como Don Rafael Quirós es de la estirpe de los solidarios, no quiere ser menos que sus funcionarios y ha decidido declarar también la guerra a alguien... y el tío va y se la declara al Ejército. “..no vamos a parar de dar por el culo. En las próximas maniobras no les dejaremos en paz”. Rafael Quirós, loco por conseguir leuros como sea, cree fervientemente que “los militares” del campo de tiro tienen tomado su pueblo desde tiempos de Franco (no olviden ustedes que Barbate se llamaba hasta antier Barbate de Franco, y sus dos calles principales, José Antonio y Generalísimo Franco) y ha decidido exigirles los réditos. Rafael Quirós no cree necesario despachar con su colega de partido doña Carme, porque el señor alcalde se ha quedado en los tiempos de mi mocedad y no es capaz de comprender que una señora del Partido Socialista sea la que mande en el Ejército. Tan desesperado está el buen hombre que ayer, cual eritreo ó ghanés, desplegó una pancarta con el lema “SOS para Barbate”, ante los morros de Felipe González, uno de los suyos. Dice la prensa de Cádiz que otro de los suyos ya le ha dado un toque de atención por tener tanta desfachatez.