domingo, 17 de marzo de 2024

Castellón-Córdoba. Fútbol sin VAR



Ricardo y Trujillo,
 inasequibles al desaliento, en Castalia


         Francisco Javier Gómez Izquierdo


         A Ud. le resultará descabellado que servidor compare el partido de semifinales de Copa de Europa entre el R. Madrid y el City de hace dos años con el duelo celebrado esta jornada entre el Castellón y el Córdoba en el nuevo Castalia, pero le aseguro que los eufóricos sentimientos cordobesistas tras el encuentro alcanzaron el éxtasis sublime al que llegó el madridismo aquella noche mágica en el Bernabéu. El emocionantísimo desenlace fue idéntico. En el minuto 90 el Córdoba perdía 2-1. En el 91, Diarrá (mi futbolista preferido, al que le deseo salud para lo que queda de liga) empató de cabeza y en el 95, Simo coló el 2/3 que sumaba tres puntos y en vez de a unos inalcanzables 9 peldaños, el Córdoba se ha plantado a sólo tres del ascenso directo a Segunda División.  ¡Qué lástima el comienzo de temporada con puntos perdidos de modo incomprensible!


 "¿Partidazo en tercera?", pregunta displicente esta mañana un cordobés ante la tostada de zurrapa que dice ser madridista. Sí. Partidazo, amigo. Un ir y venir en busca del gol. 0-1 al minuto 11. 1-1 en el descuento del primer tiempo. 2-1 en el 80 y 2-2 y 2-3 en el 91 y 95. Emoción los 95 minutos porque en ningún momento los equipos dieron sensación de derrotados y de continuo se estuvo en busca del triunfo... y ¡ay, amigo!, cosa importante que me reconcilia con el fútbol ortodoxo ¡¡¡¡NO HAY VAR!!!! Como el partido de hace dos años en el Bernabéu que recuerdan hasta los vecinos de Maufanga, que es barrio de Nukualofa, capital de las islas Tonga, el Castellón-Córdoba queda en la historia cordobesista como aquel de Cartagonova en el que tuvimos que pellizcarnos por temor a estar soñando.


           El fútbol de la 3ª, a la que llaman 1ª RFEF, carece de la calidad técnica que se ve en la élite, pero en los equipos de arriba se disfrutan detalles de tipos como mi admirado Diarra, del que en Bilbao no entienden como no está en Primera o al menos en Segunda; el zurdo y veterano Menundjanin al que usted puede ver en el yutube colando golazos de falta en sus tiempos del Deportivo, Valladolid e incluso ahora con los orelluts; a una pesadilla rusa que fustiga en el Ibiza y que tiene por nombre Obolsky; los madridistas Nico Paz o Álvaro Rodríguez, listos para escaparates más selectos y así dos o tres docenas... Los alardes de los futbolistas con talento llaman más la atención en un Castellón-Córdoba que en un Getafe-Granada, pues aquí defraudan por escasos y allí entusiasman por lo mismo... al mismo número de espectadores en el estadio. 15.000,  de los que 500 eran cordobeses asistieron en el Nuevo Castalia a la apoteosis cordobesa y mas de 10.000 son los que acuden a El Arcángel cada domingo a animar a un equipo que merece mejor categoría. Más la afición que el equipo.


        El título que da el ascenso directo en el grupo II de la RFEF va a estar entre el Castellón, líder; el Ibiza, el que más me ha gustado de los que han pasado por El Arcángel; el Málaga, que viene pisando los talones de los tres, y claro está, nosotros, el Córdoba. Tres de éstos y otro más que será el Recreativo, supongo, jugarán con los otros cuatro del grupo I unas eliminatorias para otros dos puestos. Teniendo en cuenta el momento de forma, creo que tenemos muchas posibilidades de ascender directamente.


        Poco antes del partido en Castalia, a la hora de comer, había empujado por mi Burgos que anda de manera insospechada para servidor flirteando con los puestos de ascenso a la Primera, y si hay un equipo al que quiero que gane sobre todos los demás, es al Levante, pero el portero Andrés Fernández tuvo sobresalientes intervenciones más propias de reputado internacional que de jugador de segunda categoría y el empate a uno, no molestó pero el triunfo hubiera completado una jornada redonda en estos tiempos donde por desgracia "... cada día tiene su afán" conforme afamada enseñanza evangélica.