lunes, 5 de octubre de 2009

LUNES, 5 DE OCTUBRE

EL ESPARRAGUERO

Ese dedo lastimado de Morante que no me ha sido dado ver me tiene pensando en
El Esparraguero, así llamado, al decir de Pemán, por la largura y flexibilidad de sus dedos prodigiosos. Cómo sería su habilidad, que en las visitas oficiales se le llamaba para que hiciera exhibiciones ante las autoridades, hasta que un día el director de la cárcel le propuso: "¿Y por qué no hace usted eso en un tablao?"
Y así fue.
Desde entonces iba por los pueblos haciendo sobre un tabladillo lo que siempre hizo: extraer carteras, relojes y lapiceros, sólo que ahora los devolvía con una sonrisa. En los días de la ilusión, todo el mundo deseaba, como Woody Allen, reencarnarse alguna vez en las yemas de los dedos de Warren Beatty. Hoy, y sin necesidad de reencarnación, no hay nadie que no ejerza el papel de El Esparraguero para extraerte, sin devolución, pero con una sonrisa, un euro.

Ignacio Ruiz Quintano