LOCOS
-Buenas debieron ser las fiestas de Montilla, por julio de 1646...Y porque hubiese algo de festejo más jovial, salieron a disposición del señor Marqués seis locos a caballo, escogidos por los más bizarros y célebres de cuantos produjo Montilla, feracísima patria de engendros tales. Iban estos sobre briosos caballos, y todo su fin era huir de los toros, asidos y echados de bruces sobre los pescuezos de los caballos; nuevo y entretenido modo de jinetes. Hubo gran risa viéndolos huir a todas partes sin atención, sin tino, y al fin sin juicio. En medio de tanto regocijo solo estaba triste la señora Marquesa, por ver que sus hijos y padres (así llama a los seminaristas y PP de la Compañía que aquí venimos) no pudiesen asistir a tan célebre espectáculo...
UN TRISTE CAPEO / EL DOCTOR THEBUSSEM
Ignacio Ruiz Quintano
-Buenas debieron ser las fiestas de Montilla, por julio de 1646...Y porque hubiese algo de festejo más jovial, salieron a disposición del señor Marqués seis locos a caballo, escogidos por los más bizarros y célebres de cuantos produjo Montilla, feracísima patria de engendros tales. Iban estos sobre briosos caballos, y todo su fin era huir de los toros, asidos y echados de bruces sobre los pescuezos de los caballos; nuevo y entretenido modo de jinetes. Hubo gran risa viéndolos huir a todas partes sin atención, sin tino, y al fin sin juicio. En medio de tanto regocijo solo estaba triste la señora Marquesa, por ver que sus hijos y padres (así llama a los seminaristas y PP de la Compañía que aquí venimos) no pudiesen asistir a tan célebre espectáculo...
UN TRISTE CAPEO / EL DOCTOR THEBUSSEM
Ignacio Ruiz Quintano