martes, 11 de mayo de 2010

DEL FRESCOR DE LOS PATIOS CORDOBESES EN MAYO





Francisco Javier Gómez Izquierdo


El miércoles o el jueves pasado, la cabecera del Google se adornó con los patios cordobeses. Los telediarios de todas las cadenas han llevado a sus reporteros a la ciudad de la Mezquita en busca de fuentecillas, cántaros y tiestos de buganvillas. No hay madrileño u orensano que no presuma de distinguir la arquitectura antigua de la Casa de las Campanas... y es que venir a Córdoba las dos primeras semanas de mayo es como ir a la Alhambra o visitar el acueducto de Segovia. Las agencias de turismo y los que llevan los viajes de los viejos tienen señaladas estas fechas para invadir a los cordobeses y no se puede dar un paso sin que te atropellen en mil acentos. Las muchedumbres ya se han ido y a partir de ayer por la tarde, que encima estaba apagada la voz del carrusel deportivo, los que vivimos aquí podemos pasear en sosiego, tomarnos un medio de Moriles y saborear un salmorejo bien hecho sin tropezar con una excursión de amas de casa de Guadalajara (de ésas que rompen macetas con el bolsón en el que llevan la botella de agua) o con un viaje de jubilados de Piedrabuena, el pueblo de mi amigo Emilio, que me ha dicho que también han venido. Mi amigo Emilio y mi amigo Paco, que son devotos de Salmonetes..., van a ir a ver los toros de Palha a Madrid. A mi amigo Emilio le gustan más los toros que los toreros y mi amigo Paco es más de los toreros artistas. A mí me habla mucho de Manzanares, pero como no entiendo... Ya contaremos esa excursión que ha de ser de órdago. Mientras... ahí ponemos fotos bonitas del frescor de los patios.