martes, 1 de diciembre de 2009

GULLÓN Y SIRO / AGUILAR DE CAMPÓO




José Ramón Márquez

Decir Fontaneda era decir Aguilar de Campóo, el pueblo de las galletas. Hasta en la famosa María Fontaneda ponía debajo ‘Aguilar’. Luego llegó la United Biscuits y un buen día un tipo lleno de sinergias, de optimizaciones, de stock options, de bonus, con su peluco de marca y su indispensable master, tuvo la idea de que había que ‘deslocalizar’, vamos que Fontaneda se largaba por las bravas de Aguilar. Durante meses Aguilar luchó por seguir siendo el pueblo que mejor huele de España, por mantener allí la empresa en la que habían trabajado los padres y los hijos, pero no hubo forma de vencer o de convencer. Fontaneda tachó lo de Aguilar de su María, se fue con viento fresco y nunca nos enteramos de cuál fue su poderosa razón para huir de Castilla. Hoy Gullón y Siro mantienen sus fábricas en Aguilar y el famoso Horno de Galletas de Aguilar continúa su actividad, echando al frío del norte de Burgos sus aromas golosos, que son un regalo para quien pase por allí.
En casa, desde 2000, no entra ningún producto que ostente la marca felona.