martes, 11 de junio de 2024

Góngora

 



 

Francisco Javier Gómez Izquierdo


               Suelo hilar la hebra en lo de Antonio durante el café y la tostada con un viejo profesor de los que empezaron a enseñar Lengua y Literatura en los 70 y que ya sobrepasa los 80. De Soria, casó aquí en Córdoba y el hombre es bueno, culto sin ínfulas y tan respetado como querido en el barrio. El profesor se llama Saturnino y le tuteo porque si no se enfada "¿Y por qué no te pusieron Saturio en vez de Saturnino?" y... ¡hala! nos lanzamos a platicar de asuntos divertidos, apartados los dos de este azote político que los catalanes sacuden sin piedad sobre el resto de los españoles. Estaba Saturnino indignado esta mañana porque se ha enterado que van a repetir un examen del PREU, Reválida, Selectividad o como se llame ahora porque han puesto un soneto de Góngora que no entra en el temario. "¿Cómo no va a entrar Góngora en el temario?", pregunta a nadie y se responde él mismo; "...A mí a veces no me daba tiempo a dar toda la asignatura, pero mis alumnos sabían que tenían que preparar también lo que restaba".


       Un profesor de los modernos nos dijo hace unos años a Satur y a servidor que en tiempos de Franco había escritores como Lorca, Miguel Hernández, Alberti... que no salían en los libros y que todo era Cervantes, Quevedo, Lope de Vega, Calderón... por lo que nuestra preparación era inadecuada. Ese profesor enseña a tiernos infantes con un libro de texto donde a Quevedo le dan dos líneas y en ellas se dice que era cojo. Le apunté que en sexto de bachillerato a mí me pusieron el verso "...al octavo mes ríes con cinco azahares..", a partir del cual había que rellenar dos folios. "Aún vivía Franco..." le recalcamos. El tío no me supo decir qué cosa era aquélla, ni de quién, ni ná de ná. Hace años que sólo le decimos hola, buenos días y buenas tardes. A mi chico, otro profesor le riñó por leer el Segismundo en vez de "Vaqueros de marca" de una tal Consuelo Jiménez, lectura apropiada, al parecer, para alumnos de 15 años.


      El gran PIK, amigo de ley y estoy seguro que buen profesor, ya jubilado también, me tiene dicho que los alumnos aprenden a pesar de los profesores y como no puede ser de otro modo se hizo de cruces cuando esta peste que manda decidió que se puede pasar de curso ¡¡¡y tener becas!!! con suspensos. "Luego dicen que la enseñanza pública se la están cargando las almas del Purgatorio."


      -Bueno, ¡a Góngora!, el archienemigo de Quevedo ("Yo te untaré mis obras con tocino/porque no me las muerdas, Gongorilla...") tienes que desagraviarlo en el sitio ése donde escribes, porque es cordobés, tiene una calle y una taberna y está en la mezquita enterrado, y un poema en la ribera que se puso en 1927, a los trescientos años de su muerte. Dentro de tres, cuatrocientos. Además, fíjate que el poeta en el Canto a Córdoba no menciona la mezquita.


      Pues nada, Satur, nosotros con nuestros Machado, Quevedo, Góngora...