domingo, 13 de abril de 2025

Olano



Ignacio Ruiz Quintano

Abc Cultural


Al señor de las palomas no le gustaban las palomas. Las palomas le gustaban a Tyson, el púgil que de un solo golpe de magnesio convertía en picassos a sus rivales de ring. Picassos en el aire, eran los dinosaurios que desafiaban entre doce cuerdas a Tyson, cuando Tyson sólo se llevaba bien con las palomas. ¡Ah, las palomas!


¿Lo has visto? –le decía el duque de Pinohermoso a Pemán, que salía de su primera entrevista con Franco–. De todo, de la guerra, de la paz, de todo sabe éste más que la paloma azul.


Y Pemán pensaba: 


Lo malo es que no existen las palomas azules.


¿De qué color serían las palomas de La Coruña que el padre de Picasso pintaba para poder comer? “Pombiña mensaxeira / de branca pluma, / fálale ós emigrados / da patria sua.” Picasso padre tenía la vista cansada y Picasso hijo tenía que acabar de pintar las patas de las palomas, razón por la cual nunca pintaría más palomas con patas. Pero desde el primer momento, dice Olano, a Picasso lo acompañan en la vida las mujeres y las palomas. Su familia rabia de mujeres, y su plaza, de palomas. Y así es como Picasso nos viene dado tal que “El rey de las palomas”, obra de su amigo íntimo Antonio D. Olano, cuyos cuadernos de notas –en el sentido literario de la expresión– vuelven a relucir en el escaparate editorial de “El tercer hombre”.


Cocteau catalogó a Picasso como el primer rey comunista: un rey que amaba a España de forma desesperada.


Sus insultos son amor. Es un desesperado.


Y es que Cocteau amaba la violencia española, nuestro amor a la violencia, nuestro amor a la destrucción. “Es más hermoso quemar un cuadro que venderlo”, le dijo a Ruano en el bar de un hotel, antes de salir corriendo porque venían rumores de la puerta:


¡La guardia mora! ¡Salgamos inmediatamente a ver la guardia mora!


A Picasso sólo le faltó esa alegría coctoniana de salir a ver la guardia mora. Cuando a Max Jacob, con quien Picasso había compartido una salchicha huérfana, lo prenden los alemanes, Cocteau mueve cielo y tierra para salvarlo. Firma una carta que luego firman todos... menos Picasso, que todavía busca una disculpa:


No vale la pena hacer nada. Max es un ángel. No necesita nuestra ayuda para echar a volar y fugarse de la prisión.


Picasso, señor, en fin, de los ángeles sin alas y de las palomas sin patas. Por el libro de Olano corre el río de tanto cuento. Releer... El desandar es volver a encontrarse.

Gente pa tó


José Ramón Márquez


Hughes


Reconozco que algo en mi interior plantea reservas cuando escucho a los taurinos ponerse profundos con los ritos táuricos, Zeus, Egipto y el taurobolio. Prefiero el taurobollo de lo que Quintano llama los revistosos del puchero: las entretelas egipcias de lo taurino, que también las hay.


Con todos los respetos, porque alguien ahí se juega la vida o como mínimo el tipo, la ceremonia del toro quizás no sea siempre lo que se ve y esto se intuye en las prosas taurinas, donde hay una extraña inflación poética y tendencia a lo ininteligible. Por eso las crónicas de José Ramón Márquez son agua clara, clara pero fría, porque espabilan. A la tauromaquia la rodea también una cursimaquia. Si casi todo está falseado en España, ¿no lo estarán también un poco los toros?


Las crónicas de Márquez, en el blog Salmonetes ya no nos quedan (blog no siempre citado, pero por el que han ido a procesionar casi todos en algún momento) son una demostración de gran cronismo: elegancia, conocimiento, amenidad retranqueada e independencia, incluso acrisolada independencia.


Traslado lo que me cuentan los taurinos, que yo de toros no sé (bastante tengo con Lucas Vázquez), pena porque en los toros está todo.


Bergamín diferenciaba entre la posición (o colocación) ante la suerte y la postura, que es exactamente lo contrario. Y la postura nos lleva a la impostura. Los que saben de toros conocen el lugar en el que la colocación ya no es colocación sino facilidad o numerito.


Los que no sabemos, sin embargo, nos dejamos embrujar por la postura, por la plasticidad del talle, y movidos por un pujo artístico nos vamos de llenos al engaño. En los toros se percibe lo popular, pero también la cercanía de un flamenquismo señoritingo.


Así que caminamos en el filo de la navaja de lo popular y de lo contrario, su impostación.


Las crónicas de Márquez ayudan porque tiene el ojo para precisar la verdad dentro de la Verdad del toro y la preocupación por encontrar lo popular genuino. En su Gente pa tó (Letras de Almagre), hay una galería de personajes (glorias carpetovetónicas) alrededor de lo taurino, en el periodo anterior a la edad moderna de la actividad. A veces pensamos, ¿dónde se fueron los personajes del siglo de Oro? Quizás algunos se fueron metiendo allí.


En el libro hay  un texto (que no me suena bien pero peor suena pieza) que parece un rescate tecnológico. Márquez hace una crónica de las corridas de toros de Carabanchel en el verano de 1909. Como genial anacronista, aplica su lenguaje de cronista actual a lo allí ocurrido, una auténtica escabechina festiva con muertos, invasiones, heridos, protestas… El resultado es asombroso.  ¿Dónde está ese mundo?


Por el libro sabemos que desde luego hubo gente pa tó, pero ¿la seguirá habiendo? La conservación del toro  y su fiereza es fundamental (si nos pusiéramos estupendos, posturiles, ¿no podríamos decir que España depende de la conservación de la embestida del toro?) pero también importa la conservación de su circundante gente pa tó.


Leer en La Gaceta de la Iberosfera 

Esto es mi cuerpo, que se entrega por vosotros; haced esto en memoria mía

 DOMINGO, 13 DE ABRIL


C. Cuando llegó la hora, se sentó a la mesa y los apóstoles con él y les dijo:


-Ardientemente he deseado comer esta Pascua con vosotros, antes de padecer, porque os digo que ya no la volveré a comer hasta que se cumpla en el reino de Dios.


C. Y, tomando un cáliz, después de pronunciar la acción de gracias, dijo:


-Tomad esto, repartidlo entre vosotros; porque os digo que no beberé desde ahora del fruto de la vid hasta que venga el reino de Dios.


C. Y, tomando pan, después de pronunciar la acción de gracias, lo partió y se lo dio diciendo:


-Esto es mi cuerpo, que se entrega por vosotros; haced esto en memoria mía.


C. Después de cenar, hizo lo mismo con el cáliz diciendo:


-Éste cáliz es la nueva alianza en mi sangre, que es derramada por vosotros. Pero mirad: la mano del que me entrega está conmigo, en la mesa. Porque el Hijo del hombre se va, según lo establecido; pero ¡ay de aquel hombre por quien es entregado!


C. Ellos empezaron a preguntarse unos a otros sobre quién de ellos podía ser el que iba a hacer eso.


C. Se produjo también un altercado a propósito de quién de ellos debía ser tenido como el mayor. Pero él les dijo:


-Los reyes de las naciones las dominan, y los que ejercen la autoridad se hacen llamar bienhechores. Vosotros no hagáis así, sino que el mayor entre vosotros se ha de hacer como el menor, y el que gobierna, como el que sirve. Porque ¿quién es más, el que está a la mesa o el que sirve? ¿Verdad que el que está a la mesa? Pues yo estoy en medio de vosotros como el que sirve. Vosotros sois los que habéis perseverado conmigo en mis pruebas, y yo preparo para vosotros el reino como me lo preparó mi Padre a mí, de forma que comáis y bebáis a mi mesa en mi reino, y os sentéis en tronos para juzgar a las doce tribus de Israel. Simón, Simón, mira que Satanás os ha reclamado para cribaros como trigo. Pero yo he pedido por ti, para que tu fe no se apague. Y tú, cuando te hayas convertido, confirma a tus hermanos.


C. Él le dijo:


S. «Señor, contigo estoy dispuesto a ir incluso a la cárcel y a la muerte».


C. Pero él le dijo:


-Te digo, Pedro, que no cantará hoy el gallo antes de que tres veces hayas negado conocerme.


C. Y les dijo:


-Cuando os envié sin bolsa, ni alforja, ni sandalias, ¿os faltó algo?


C. Dijeron:


S. «Nada».


C. Jesús añadió:


-Pero ahora, el que tenga bolsa, que la lleve consigo, y lo mismo la alforja; y el que no tenga espada, que venda su manto y compre una. Porque os digo que es necesario que se cumpla en mí lo que está escrito: “Fue contado entre los pecadores”, pues lo que se refiere a mí toca a su fin.


C. Ellos dijeron:


S. «Señor, aquí hay dos espadas».


C. Él les dijo:


-Basta.


C. Salió y se encaminó, como de costumbre, al monte de los Olivos, y lo siguieron los discípulos. Al llegar al sitio, les dijo:


-Orad, para no caer en tentación.


C. Y se apartó de ellos como a un tiro de piedra y, arrodillado, oraba diciendo:


-Padre, si quieres, aparta de mí este cáliz; pero que no se haga mi voluntad, sino la tuya.



Lucas 22, 14 – 23, 56

sábado, 12 de abril de 2025

Obama



Ignacio Ruiz Quintano

Abc Cultural


Decía Karl Kraus, desde luego un fox-terrier de pelo duro del Círculo de Viena, que cuando una cultura siente que su final se acerca manda a llamar a los curas. En América han llamado a Obama, un voluntario social –el Voluntario Social, qué leche– que cena con el cómico español Banderas y que baila con el rockero de gasolinera Springsteen. Es decir, que Obama es el hombre de la pasta, de la publicidad y, ya puestos, de Carlos Fuentes, que está como loco por que lo inviten a cenar en la Casa Blanca, cosa que no ocurre desde los bíblicos días de Clinton.


De acá para allá Barak. ¿De allá para acá quién? ¿Licenciado Fuentes? ¡Ándele, Fuentes, y cenamos tira en el propileo de la White House! ¡Quiero nomás saberlo todo de usted, compañero intelectual, sobre la “gobernanza”!


Leer los periódicos estos días es hacer subir hasta los ojos esa dulce humedad de la ternura. Es verdad que la opinión que los periodistas de por aquí tengan de Obama resulta irrelevante para Obama y el resto del mundo, pero da gusto ver a esos periodistas elogiar como quinceañeras la oratoria persuasiva (?) de Obama a la vez que tildan a Sarah Palin de fascista e incompetente (“basura blanca”, en palabras de una virago de progreso) nada más que por haberse empeñado en alumbrar a un niño subnormal cuando contaba con todos los adelantos de una sociedad progresista para haberlo matado. Pero sólo así los periodistas, probablemente el oficio más vanidoso del mundo, consiguen sentirse importantes; sentir, en fin, que también ellos forman parte de un plan. Obama, dicen los muy cursis, es la nueva mayoría social, obviando el aviso del sabio que dijo que las épocas donde las mayorías mandan son épocas de transición entre épocas donde minorías gobiernan y épocas donde minorías oprimen.


La diferencia entre McCain y Obama es la que hay entre un hombre que aplica sus conocimientos a la política y otro hombre que busca en la política el medio de ahorrarse toda clase de conocimientos.


Un sistema electoral decente sería aquel que declarase sólo elegibles a los que se niegan a solicitar que los elijan.


Eso pensaba Gómez Dávila, tras haber descubierto que la historiografía seria del siglo XX consistió en rectificar errores que el entusiasmo democrático le hizo cometer a la historiografía del XIX.


La prensa de izquierda le fabrica a la izquierda los grandes hombres que la naturaleza y la historia no le fabrican.

Sábado, 12 de Abril

 


Valle de Esteban

Príncipe encantado

viernes, 11 de abril de 2025

En la muerte de Leo Beenhakker


Beenhakker y Cruyff. ¡Madre mía!



Juanito Barbas y Jorge Valdano en el Zaragoza de Beenhaker junto al paisano Maradona, otro que también se fue


Francisco Javier Gómez Izquierdo


No recuerdo, quizás no lo he sabido nunca, quién en los 80 era el encargado de fichar técnicos y jugadores para el Real Zaragoza, pero lo cierto es que a La Romareda llegaban jugadores -Diarte, Valdano, Rubén Sosa, Jordao, Arrúa...- casi desconocidos que a los dos o tres años se convertían en estrellas y entrenadores tan innovadores que pasmaban a los presidentes de todos los clubes. Vujadin Boskov y Leo Beenhakker pasaron del Zaragoza, su primera parada en España, al Real Madrid y lo hicieron porque su fútbol y su manera de ser tenían encantada no sólo a una afición "blanquilla" (en estos días de descontento, tiene que ser dolorososísimo recordar aquel tiempo en el que fueron referencia) si no a todo el fútbol español. ¡Cómo jugaba el Zaragoza de Beenhakker! Con Valdano, Amarilla, Señor, Amorrortu y... Barbas, un medio centro increíble por el que tuve una fe infinita y al que Don Balón eligió dos años seguidos como el mejor jugador de la Liga. Recuérdese que por entonces Maradona andaba por aquí. Ramón Mendoza se llevó primero a Valdano al Madrid y luego a Beenkakker, que aún no me explico cómo no insistió con Juan Barbas, un futbolista que no tiene el reconocimiento que merece, para acompañar a la "Quinta del Buitre".


Lo lógico es que Beenhakker fichara por el Barça pero el presidente Núñez se ve que estaba un poco escamado con el carácter neerlandés y le dió por ciertas veleidades británicas: Venables, Hughes, Archibald... mientras el Madrid buscaba aproximarse al fútbol del Ajax que es la escuela que traía Leo Beenhakker, un holandés con muy buenos modales, educado y respetuoso, lejos de los esteriotipos que se tenía de los de su nación. "Con la Quinta y un entrenador holandés, invencibles", pensaron Mendoza y sus asesores. Con el tiempo he notado que no se recuerda a la Quinta del Buitre como merece, ganadora de tres ligas seguidas con un fútbol primoroso. Puede que quizás demasiado sobrado en la liga doméstica, lo que restaba capacidad competitiva en Europa. No me explico por qué aquel grupo no fue más importante con la Selección y en la Copa de Europa. Hubo una semifinal contra el PSV que... en fin.... Muchos aficionados, salvo claro está, los merengues, tampoco recuerdan que el entrenador blanco que perdió la famosa liga en Tenerife, la del cante de Buyo y los cientos de noticias de primas culés, fue Leo Beenhakker, del que se volvió a echar mano en el 92 y al que servidor reprochó aquella tarde la recurrente sustitución de Martín Vázquez.


Falleció ayer Leo Beenhakker, magnífico representante de la escuela holandesa, de los que garantizaban buen fútbol. Un entrenador que caía bien a todo el mundo y al que como no podía ser de otro modo se le comparaba con Van Gaal. Servidor cree que tanto uno como otro tenían la misma idea de como plantear los partidos. Don Luis con mucho genio y Don Leo con mucha templanza. Puede que sea excesivo. Servidor cree que le faltó "una poca de mala leche".


Además de en España y los mejores clubes de su país (se cuenta un episodio en el que Cruyff quiso dirigir un partido desde la grada estando él en el banquillo del Twente, creo). Entrenó en México en dos períodos distintos al América y al Guadalajara. Dirigió la selección holandesa, la de Arabia Saudita, la de Polonia y la de Trinidad y Tobago, país éste donde es una celebridad.


Tenía 82 años. DEP 

Gente pa tó


José Ramón Márquez

Ignacio Ruiz Quintano

Abc


Ahora que la gente fina anda pidiéndonos dinero para mandarnos a su guerra contra Rusia, unos locos de los libros nos han presentado en Madrid, y con una elegancia que ya no se lleva, “Gente pa tó” (alusión al “Tié que haber gente pa tó” que contestó El Gallo al enterarse de que Ortega era filósofo de profesión), un plano secuencia a lo Scorsese en “Uno de los nuestros” por la vida española, que es decir taurina, en tiempos de nuestros mayores, quienes con un umbral del dolor muy por encima del nuestro (“Hagan lo que quieran, todo lo resisto, con tal de que pueda matar un par de toros este abono”, dice Dominguín, con el vientre perforado por asta de toro, a sus doctores), tuvieron a bien no presentarse a la Gran Guerra, aquélla que, en lógica marxista, nunca tendría lugar porque los obreros pondrían, por delante de su patria, su clase social. “Gente pa tó” lo firma José Ramón Márquez y lo prologa Hughes (“los toros serían una forma más, pronto la única, de volcar un carácter que ahora sólo podemos intuir y admirar por joyas como ésta”).


¡Los españoles! ¡He aquí hombres que han querido ser demasiado! –fue la frase de Nietzsche (después vulgarizada, lamenta Claudio Sánchez-Albornoz) que diera a conocer Ortega.


Al acto no faltaron representantes del Ministerio de Cultura, epígono del Ministerio de Propaganda creado por Millán Astray, hoy reducido (el ministerio, no el legionario) a trolear los toros con el cuento de la Ilustración. Vale: por la Crónica de Alfonso VII sabemos, dice don Claudio, que se practicaba la milenaria fiesta taurina de los iberos, y por ella sabemos también que las masas gozaban y reían  viendo acuchillarse a un grupo de ciegos que, colocados en el centro de la plaza, armados de dagas, se herían entre sí en vez de herir a un puerco que entre ellos corría y que de ellos escapaba”. La barbarie, frente a la Ilustración de la ejecución de Malesherbes como abogado defensor del rey: arrestado con su hija, su yerno y sus nietos, fue guillotinado el 23 de abril (día del libro, hoy) del 94, después de ver a todos ellos ejecutados.


En “Gente pa tó” cabe incluso el perro Paco, animal totémico de nuestros liberalios, pues se granjeó un porvenir con saber tirar de la levita buena. Tan edificante paseo por el dolor y la muerte (ahora, decía Paz, que nadie piensa en la muerte, en su muerte propia, como quería Rilke, porque nadie vive una vida personal) se remata con la media verónica de Valle-Inclán ante el Caballero Audaz: “Antes, nosotros éramos como los griegos, que convertían la emoción en materia artística: moría un torero en la plaza y continuaba la lidia, porque éramos un país fuerte y artista. Ahora convertimos todo en materia sentimental y lloramos. Es la labor que está haciendo esa prensa ridícula, que siempre está con lamentaciones cursis, que se duele de que muera un teniente en la guerra. ¿Hay cosa más lógica y natural que un teniente muera en la guerra y un torero en la plaza?”


[Viernes, 4 de Abril] 

Viernes, 11 de Abril

 


Valle de Esteban

Fruta del día

jueves, 10 de abril de 2025

La hora del entrenador



Mikel Arteta y Hansi Flick

Francisco Javier Gómez Izquierdo


            Hasta octavos, que es cuando de verdad empieza la Champions, aficionados y crítica en general se suelen detener más en las actuaciones de los jugadores ya consagrados a los que se pide si no han dado o a los que se elogia con adjetivos desmesurados si sus prestaciones han ido conforme a sus emolumentos. A partir de cuartos, el personal se fija en los entrenadores, porque en cuartos suelen sobrevivir las buenas plantillas y los equipos más en forma a los que por lo general entrenan estrategas sobresalientes.


         La ida de los cuartos pone en el candelero al Real Madrid de Carlo Ancelotti, maniatadas ambas manos defensivas, derecha e izquierda, a las que aún no sabe como remediar la arterioesclerosis que las consume. Si corrige con Valverde de lateral derecho se le resquebraja la consistencia que se precisa en el centro del campo. Como en el lateral izquierdo no le convence el bajito Fran García ni el Camavinga al que alguien llamó Lizarazu, se atreve con Alaba, que lo fué in illo tempore, pero no son éstas las fechas de soltarse el aletargamiento. Uno nota que cada vez entiende menos de fútbol, pero me considero un clásico y creo que un gran equipo se arma desde la firmeza defensiva, se consolida con un centro del campo solidario  (en éstos tiempos, muy físico) y se convierte en invencible si tienes a los mejores del mundo en la delantera.  El Real Madrid no tiene firmeza defensiva, el centro del campo suele presentarse variopinto, pero tiene arriba tres, mejor cuatro volcanes que en un día medio bueno entierran la solvencia estructural de cualquiera de los siete equipos de éstos cuartos. Procurar fuego a ésos volcanes era obligación del míster y ya sólo le puede librar de la reprobación pública el arrebato de uno o dos piconeros en noche de inspiración. La plantilla del Arsenal está mucho menos valorada que la del Real Madrid, pero Mikel Arteta ha formado un bloque reconocible, estajanovista -¡¡como bajan y que rápido se colocan!!-, concentrado... muy trabajado. Puede salir mejor o peor, pero hay entrenadores a los que se les nota el curro. Otro al que se le ve el método y la dedicación es a Hansi Flick. El Barça es hoy un equipo al que se le admira por la coordinación y sobre todo ésos movimientos y desmarques pulidos a base de ensayos. Servidor sigue dudando de la colocación defensiva, pero está claro que estoy confundido. Volviendo al Arsenal-Madrid, un madridista acérrimo me dice que Rice no había marcado ni un gol de falta directa y es circunstancia en la que reparé en el primer gol "¿Y ésa curva al balón?", pero es indudable que si en la portería del Madrid no hubiera estado Courtois el repaso táctico hubiera sido mucho mas escandaloso.


     El Bayern de Kompany queda casi en la misma situación que el Madrid de Ancelotti. El Inter de Simone Inzhagi juega "a la italiana", fuerte defensa y contrataque sorpresivo. Así sorprendió en Munich. En la vuelta en Milán seguro que dominará de nuevo el Bayern, Lautaro quedará a la espera y pasará lo que tenga que pasar: lo probable un Barça-Inter en semifinales.


    A Unay Emery, al que tanto bueno le deseo le sobró un minuto en París. En el 91, Nuno Mendes, un lateral izquierdo que le vendría bien a Ancelotti, marcó un tercer gol para tener el margen que merecieron los franceses y  que se le había negado al equipo de Luis Enrique durante el resto de los 90. Son dos buenos entrenadores Unay y Luis Enrique. El asturiano tiene una ventaja, que es la plantilla, bastante mas valiosa que la del Aston Vila; el guipuzcoano confía en el trabajo, la concentración y el empuje de un público, el villano de Villa Park, que puede deparar una noche gloriosa, pero me da que la otra semifinal enfrentará a Luis Enrique con Mikel Arteta.


      Ésto último lo pongo, porque luego los hechos se empeñan en quitarme la razón. "¡¡¡Ajolá!!!", como me solía decir Antón, un gitanazo del Vacie de Sevilla. 

Nochevieja


Julián Romea

Ignacio Ruiz Quintano

Abc Cultural


La Nochevieja es absurda como un zapato impar. Si será absurda la Nochevieja que ni siquiera Larra se propuso amargárnosla, cosa que, desde luego, logró hacer con la Nochebuena.


La Nochevieja consiste en trasnochar, y, sin embargo, carece de buena literatura. “Pero, ¿qué es lo que hacen por la noche los que no hacen comedias?”, se preguntaba famosamente el actor Julián Romea. Pues eso, trasnochar, como si todo el año fuera Nochevieja.


A Ortega le llamaba la atención el hecho de que, más que volar, correr y avizorar, lo que de veras defiende a la bestia en la naturaleza son sus costumbres de nocturnidad, esa hora en que, con arreglo a la moral castiza, no puede haber ni condumio saludable ni honesto contubernio. He aquí, según Ortega, un misterio biológico cuya obvia y usada explicación no hace sino hermetizarlo más: “Pues es trágico que animales maravillosos, los cuales basta contemplar para comprender que están hechos para el día, para la luz, hayan tergiversado su existencia haciendo del día noche, y al revés.” No se podría retratar mejor a los tristes cárabos de la bohemia madrileña: nadie, en efecto, les niega el derecho que tienen todos los bohemios para acostarse a la hora que mejor les venga en gana, pero Camba observó que, al imponerse la obligación de no acostarse nunca antes del amanecer, son ellos mismos quienes renuncian a ese derecho y pierden la libertad de que suelen alardear tanto. Pero esto sólo pasa en Madrid.


En Alemania, donde se trasnocha como en Burgos, el pesimista Schopenhauer, que era un Larra con estudios y muy aficionado al lenguaje críptico de los sueños, en una Nochevieja, precisamente, soñó que un grupo de hombres le daba la bienvenida cuando visitaba un país desconocido para él y consiguió reconocer en un adulto a un compañero de juegos de la infancia que tenía su misma edad y había fallecido a los diez años, tres décadas atrás. El gran pesimista interpretó el sueño como un aviso de que, si no abandonaba Berlín en seguida, caería víctima de la epidemia de cólera.


A sus amigos Borges y Bioy el pintor Xul Solar (Óscar Agustín Alejandro Schultz Solari) les confió un secreto: lo que uno hiciera esa noche era lo que después iba a hacer durante todo el año. Pero Borges, que era un Schopenhauer con diccionarios, siempre hizo lo mismo: plantarse en casa de Bioy y matar la noche en silencio y bebiendo, ay, ¡un poco de sidra!, antes, naturalmente, del boicot al “Estatut”.

Jueves, 10 de Abril

 


Valle de Esteban

Camino de vuelta

miércoles, 9 de abril de 2025

Hughes. Arsenal, 3; Real Madrid, 0. Al álbum de las noches negras


@realmadrid


Hughes

Pura Golosina Deportiva

 

El Madrid salía de gris antracita o algo así. Solo podía ser peor haber salido con un colorcillo café con leche, color de descomposición.


En el Emirates sonaba el nuevo himno del Arsenal y resultaba emocionante. Qué edad más mala cuando a uno le emocionen los himnos de fútbol...


Planos tensos en el túnel. A Odegaard aun no le ha salido la barba. Descubrimos nuevas arrugas en los pómulos de Modric.


Rudiger y algún otro salían al campo con el dedo apuntando al cielo, extremismos innecesarios.


Sonaba el himno de la Champions, pero después de Adolescence los niños uefos ya no nos parecían inocentes...


Ancelotti estaba ante la duda diabólica: Modric o Lucas. Optó por el ajado y amojamado croata.


El Arsenal sacaba cuatro medios de una pieza y Merino. Alaba debía darle al Madrid salida de balón, pero esto al minuto se vio lo poco realista que era.


El Arsenal empezó incidiendo en esa banda suya. El Madrid salía en 4-4-2 perdiendo así un poco a Vini, que tuvo una contra en la que como siempre se subordinó totalmente a Mbappé.


En el minuto cinco, alguien con pinta de estadístico ya le hablaba al oído a Arteta. ¿Qué había podido pasar en ese tiempo?


Camavinga estaba nervioso. En el Madrid se echaba de menos una figura como Hierro, como Casemiro... Temblor de flanecillo había, de quesito fresco, de tetilla nívea...


En una repetición (el primer apuro de Courtois) se vio una plasticidad clásica de Highbury sin Highbury, como si el Arsenal conservara algo en el aire.


Carletto masticaba a su más alta velocidad. Era la mayor enerllía que le habíamos visto desplegar...


El 4-4-2 de antracita quería ser mojón de metal raro pero quedaba blando, muy blando y rasgable como... como el biombo de algún salón de masajes capaz solo de proteger el pudor del socialista en calzoncillo.


Cumplido el cuarto de hor,a el Madrid daba su primera secuencia de toques. Toques medrosos, toques sin creación de valor, toques de patata caliente. Pero eran mejor que ir detrás de Saka.


El lateral del arsenal de nombre compuesto se iba de Rodrygo o vivía ido de Rodrygo porque habitaba un espacio que el Madrid había decidido no cubrir. Tan rígido era el 4-4-2 que no concebía esa salvedad. Se iba el jugador inglés y entonces le salía al choque Modric y el efecto era como el de un esqueleto de anatomía de primero de Medicina intentando salir del metro en hora punta.


Arteta miraba con una concentración casi escabrosa. Esa mirada contenía tanta voluntad y tanto dominio que ¿a qué otra cosa se podría aplicar sin resultar indecente? El fútbol permite también miradas intolerables.


En el Madrid o más bien en nosotros aparecía un miedo, se insinuaba un miedo premouriñista, de tiempos anteriores, de 2002 a 2009, más o menos.


Camavinga perdía balones. pero al menos llegado un momento empezó a recuperarlos. Es un jugador de quita, pero no de pon.


En el medio se abría un agujero, un vacío, como un problema negado todo el tiempo. Una cuestión orillada e ignorada en primer lugar por el club, por los que mandan arriba, por Florentino. Podría estar allí Valverde, pero el problema del lateral lo impedía. El Madrid tiene un techo que se abre, un suelo que se abre y no se abre la grada de Padre Damián como una puerta corredera porque se nos juntó el Covid y Ucrania, que si no... Pero no hay lateral.


El problema en la defensa es de bajas, de planificación o de número. Rudiger y Alaba llevaban vendajes de excombatientes. El problema del centro del campo es de otro estilo. Es una cuestión fundamental, de concepto.


Las grandes estrellas del Madrid no estaban conectadas a nada, cabezas separadas del cuerpo.


El Madrid rozó el peligro en un par de robos de Vini o Camavinga y llegó, su gran llegada, en una pase de Bellingham a Mbappé, que falló ante el portero. En su honor hay que decir que el pase fue creado por su propio desmarque.


Si el Madrid corría un poco, si se alegraba un poco la vida, luego le costaba demasiado volver. Se percibía algo penoso en su balance defensivo.


Arteta seguía mirando con muy mala cara todo. La cámara le buscaba los ojos. Tendencia literal al primer plano, pero el Arsenal empujaba. Saka paseaba una pelota por delante de la portería de Courtois. Odegaard le buscaba siempre y muy pronto le encontraba. La estructura defensiva del Madrid era Alaba mirando y reculando, por lo que no sólo temíamos el peligro sino la destrucción genicular total.


Mbappé intentaba benzemar un poco, pero lejos, solo. Al Madrid le iba mejor no presionar que presionar.


La agrupación del Arsenal era automática. La del Madrid reumática e incompleta. Se tenían que concentrar para juntarse y aun así siempre quedaba un hueco y pronto se rasgaba. Es que incluso la expresión bloque bajo parecía inmerecida por exagerada. Era más bien bizcocho bajo.


De la debilidad del Madrid surgió titánico Courtois ya al final de la primera parte con una gran parada a Rice y luego otra más.


El descanso se recibió con alivio y a la vez con desánimo.


-¿Qué tal?


-(gruñido leve)


Fue un partido especialmente irritante de Rodrygo. No fue el peor, porque eso sería como mirar una prisión de Bukele y entre todos los allí tatuados, escoger uno, uno solo, y decir: este, este es el peor.


Pero su fútbol fue una medianía cobardona, de una corrección odiosa. Sus movimientos semitácticos: ahora me adentro, ahora corro, ahora entro, ahora salgo, parecían entre conos, y no decían nada, no aportaban nada. Su talento no buscó la ruptura, el desborde, la invención, el riesgo.


El Madrid se acabó en el 50 con una ocasión de Mbappé tras cesión de Bellingham, que apareció un poco, al menos hizo por aparecer. Sin Ceballos, volvió a estar perdido en la nada conceptual de Carletto.


Parecía haber más entereza defensiva cuando llegó el 1-0. Fue una falta que Alaba, en marcaje cómico, regaló a Saka en el centro del campo. Courtois colocó una barrera justita y Rice la clavó con un gran efecto. La pelota salió y entró cogiendo la trayectoria dolor de cornada.


El 1-0 despertó un realismo total. Fue como quitar el delicado velo que cubría al Madrid, la telilla que aún nos empujaba al autoengaño. Fue como una foto en blanco y negro, espesa de matices y claroscuros, sobre el cuerpo desnudo de Modric.


-Es una completa vieja.


Vimos claramente lo que es el Madrid y lo que ha sido el Madrid si le quitamos toda la palabrería.


Y también lo vio el propio Madrid, que inició un tembleque con el que entraba de lleno en el álbum de las noches negras.


Courtois, a mucha distancia del resto, coloso goyesco, hizo dos paradas seguidas junto a una tercera acción de Alaba. Evitó males mayores.



@realmadrid


No había reacción en el Madrid y cuando la hubo ya la imaginábamos: Lucas Vázquez.


Modric fuera, Lucas dentro, todo un revulsivo de ilusión. Es la sensación que todo soltero terminal ha tenido alguna vez al darle la vuelta al edredón y no encontrar ya esperanza.


El Madrid naufragaba. Los recuerdos de ese rato son escasos, como en una borrachera. Todos estábamos grogui.


Luego llegó otra falta que Rice clavó por la escuadra de un modo demasiado perfecto. Ni Beckham. Volvió a entrar complejo. A sentir esa sensación de: qué buenos son, qué modernidad, juegan realmente a otra cosa...


Se ve que está muy pensado el Arsenal. En los saques de esquina, por ejemplo, se alejan y entran todos a la vez en el área, irrumpen como si cada córner fuera un 23-F.


Después del 2-0 no puedo decir mucho salvo transcribir un whatsapp recibido: "Hay que echarse una novia gorda". Esa clase de lucidez que asoma en la derrota. La de Rice (arroz) no es la típica wag y encima se apellida Fryer (freidora).


Al poco llegó el 3-0, un gol de Merino ajustando al palo una pelota al borde del área. La debilidad del Madrid en esa zona fue de las más grandes que se recuerdan.


Rodrygo cogía la pelota y corría unos metros sin más, encaraba a los defensas de un modo rutinario: la cojo, me interno, desisto, la paso... ¿No es pitable esto? Mi pulgar interior cayó como una guillotina.


Hubo muchos planos de Ancelotti, como para que empezáramos a despedirnos de él.


El 3-0 parecía ya mejor que el 3-1. Para medio pelo, ninguno. Que sólo quede la parafernalia y el espiritismo de la Remontada.


Que no haya nada de ellos. Que todo deba ser excepcional. Que no salga Endrick en el 87.


Ancelotti tiraba sus últimos dados: Brahim por Rodrygo. "Tú sí que sabes sorprender a una mujer, George Ropper". Hay juguetes de perro con más complejidad que el Madrid de Carletto.


El cambio lo anunció Chendo, y con el cartelón electrónico también le vimos anticuado. Noche traumática. Yo me daba cuenta vivamente de mi generación, de que mi ser madridista no es el de las Copas de Europa sino el de las derrotas europeas.


Esto me hizo sentirme mal, pero luego algo mejor.


La cámara buscaba a los madridistas en el campo. Sus caras eran de decepción. Inconfundibles caras españolas. Qué caras tenemos... por dentro era imposible la empatía porque ¿y si luego iban a leer o escuchar prensa o radio española?


Mbappé intentaba irse de uno, de dos, de tres, y al cuarto fallaba, claro está, no iba a fallar... Todo lo que le pase ya lo hemos visto. Ya vimos una galaxia caer. El Madrid era incapaz de sacar la pelota ante un Arsenal anfetamínico. Bueno, no distaba mucho de lo visto estos años, pero Ancelotti sí lo miraba todo con otra distancia. Miraba el partido como quien no tiene que ver con ello, como cuando pasamos por un campo, están jugando y nos detenemos un segundo a mirar. Su influencia en lo que allí pasaba era nula. Llenaba los carrillos de aire, como si fuera a hacer el gesto de la pedorreta y se quedara a mitad. Luego sacaba a Fran García, que con su retorno al organismo de posguerra ahondaba en lo traumático.


Camavinga, en lo que puede ser el partido de su caída como mediocentro, fue expulsado. La Remontada se pone un poco más difícil, lo cual no es malo.



@realmadrid

Nochebuena

San Juan de la Cruz


Ignacio Ruiz Quintano

Abc Cultural


En una noche como ésta, “como un loquillo de atar”, salió Juan de la Cruz de su celda en el convento, meciendo al Niño en sus brazos, saltando y cantando un villancico aldeano, aunque llevado por él a lo divino:


“Si amores me han de matar / ¡agora tienen lugar...!”


No se sabe si el nacimiento fue en verano o en invierno. El caso es que el constantinismo tuvo a bien la cristianización de una fiesta pagana, la del solsticio del invierno, y con eso dio alas a la más bella metáfora de la luz, y de paso, pie a algunos alcaldes de verso suelto, como el de Madrid, que, sólo por haber leído “Los errores científicos de la Biblia”, creen tener resuelto el misterio de la Navidad con colgar de cuatro faroles una ristra de cocuyos laicos.


“¡Luz, más luz!”, pedía Goethe, a voces, en el momento de tener que entregar su espíritu. La metáfora de la luz une en esta noche al mundo con el regocijo del nacimiento del nuevo ciclo solar, que es el regocijo, “como un loquillo de atar”, de Juan de la Cruz por el nacimiento del Niño en Belén, que viene a querer decir “Casa del Pan”.


Luz. Más luz. Las custodias peruleras habían de tener forma de soles, sencillamente porque el indio se veía así más incitado hacia la adoración. Y Abiel, el venadeador ullanesco de Zihuatanejo, que alguna vez ya ha sido mentado aquí, sostenía que de todos los animales sale una luz rojiza: “De todos, menos del venado. Iluminas, apuntas y, ¡zas!, brota una luz muy blanca de los ojos absortos del venado, una luz tan blanca que casi te hipnotiza, te hace dudar, ponerte de su parte. ¡No hay nada tan hermoso como la luz blanquísima del venado! Es una lástima que el hombre sea el único animal sin luz propia, ni rojiza, ni blanca, ni nada.”


¿Y por qué diría Gironella que las putas, las tristes mujeres de la vida alegre, tienen luz morada? Toda la esperanza del mundo está puesta otra vez en la luz que sucede a la noche más larga del año.


Gloria a Dios en las alturas..., y paz en la tierra a los hombres de buena voluntad.


Pemán, que estudió mucho la Navidad, decía que el versillo inmortal y angélico, como toda la poesía hebrea, está compuesto en forma paralela: a un renglón luminoso de gloria divina que corre por las alturas, corresponde un renglón de paz humana que corre por la tierra.

Miércoles, 9 de Abril

 


Valle de Esteban

El árbol del ahorcado

martes, 8 de abril de 2025

Resignificar la cruz


Cisneros

Ignacio Ruiz Quintano

Abc


Sería cosa de los profesores, pero nunca pude con las matemáticas, marcado de por vida por el ridículo escolar de quedarme en blanco ante la autoridad que me pedía “despejar la equis” en un encerado. Y a la equis, sin embargo, debo casualidades maravillosas, como la afición a Valle-Inclán, sólo porque tenía dicho que él escapó a México “porque se escribe con equis”. A Cortés llegué por la atracción literaria de la equis en los nombres de los guerreros Xicotenga el Viejo y Xicotenga el Mozo. Ya en cutre, los noventa se nos fueron en despejar la equis con que Garzón señalara a Gonzalón, hasta que llegó Bacigalupo con la doctrina de los estigmas y mandó a parar. Hoy, el tsunami mundial de la “X” de Musk, nuevo (y último) tren para la vieja libertad de expresión, y ahora, en España, el escándalo de la “resignificación de la Cruz” de Cuelgamuros que para los creyentes conlleva la “resignificación de la cruz” en la casilla de la renta, un “No taxation without representation” contra el estructuralismo saussuriano del jurisperito Bolaños y los mitrados Cobo y Argüello, discutiendo, todos, de quién son las cartas, del que las escribe o del que las recibe.


Cristo tuvo la muerte de un marginado sin derechos, la muerte del esclavo. Su crucifixión fue un acto “hors la loi” –anotó Schmitt para glosar una época, la actual, en la que la insignificancia protege más que la ley y da mejor conciencia que la inocencia. Y advierte: “La señal de la cruz produce mayores radiaciones de uranio que todos los fabricantes de bombas atómicas. Me hago la señal de la cruz sobre el desorden de mis afectos y emociones y veo a Cristo caminar sobre las aguas”.


Para quienes no somos peritos en el estructuralismo de Saussure como nuestros posmodernos Bolaños, Cobo y Argüello, ¿qué significa “resignificación de la Cruz”? Un teólogo más modesto que las tres cabezas herederas de la España de Cisneros, W. T. Cavanaugh, acepta que en el capitalismo globalizado el valor de cambio ha superado al valor de uso, y lo que se desea es el deseo mismo.


El posmodernismo también proclama a voz en grito el vacío de los signos, de modo que el significante hace sólo relación a otros significantes, no a lo significado.


La posmodernidad se hizo en España cuando un ministro de Cultura, Molina, encabezaba sus cartas al cardenal Rouco con un “Estimado señor”. Luego vendría el feo de Bergoglio a nuestras cosas, cuando viajó a Alemania a lo de Lutero y eludió viajar a España a lo de Teresa de Ávila, cuna de Santayana, nuestro mayor filósofo, que, al no ser creyente, se preguntó por el significado de la cruz, ahora que nuestros estructuralistas planean para Cuelgamuros lo que los talibanes para Bamiyán: “Cristo amó al mundo en un sentido erótico en el que Buda no lo amó: y el mundo ha amado la cruz como nunca puede amar la higuera de la iluminación”.


Hijo de criado y labradora, Cisneros puso en pie España a lomos de “Benitillo”, su asno.


[Martes, 1 de Abril] 

lunes, 7 de abril de 2025

Y de entrenador, Julián Calero

 




Julián Calero explicando
Cordobesistas ayer, en La Rosaleda


Francisco Javier Gómez Izquierdo
   
    
          Cuando esta noche se cierre la jornada 34, el Elche se pondrá líder con 63 puntos (lo afirmo acogido a esa máxima que te lleva al yerro al dar por seguro lo probable). Le seguirá el Levante con 62, y el Rácing de Santander, tercero con 59, no quedará a tres puntos sino a cuatro del ascenso directo porque el equipo de Julián Calero ganó ayer el partido y el gol average a los cantabrones, que es como mi abuelo llamaba a los de Santander. Es posible que aquéllos que leen mis croniquillas de la Segunda estén un poco hartos de mis elogios hacia Julián Calero pero, pesado que es uno, me reafirmo en la idea de que si yo mandara en un club de Segunda sería mi primera opción para el banquillo. Ayer dió una lección táctica con la sencillez que le caracteriza. El Rácing defiende alto, como se dice ahora. A servidor le parece que obsesionarse con semejante sistema puede traer malas consecuencias sobre todo si tus defensas no son lo rápidos que requiere el planteamiento. Julián Calero, entrenador que estudia al contrario sin casi ayudantes, porque el Levante no puede pagarlos, instruyó a sus delanteros, Brugé y Morales sobre todo, que aún conserva gran parte de la velocidad que le hizo célebre, en el modo de colocarse y en el arte de salir en busca del balón que va a mandar Carlitos Álvarez o Pablo Martínez, previo robo de Kocho, ¡¡un lujazo éste georgiano!!  Cayeron en varios orsay milimétricos, de los de la modernez del Var, pero también llegaron con claridad ante el portero Ezkieta que salvó varios goles pero no pudo evitar cuatro que sí entraron aunque se quedaron en tres, porque a Álex Forés, certero delantero reserva, le anularon uno por dos o tres centímetros que aprecian los "manejantes" del chisme. No sé qué pasará con el Levante, pero sin ser la mejor plantilla, tiene al mejor estratega. Eder Sarabia, el del Elche, tampoco es manco en cuanto a planteamientos. Se sacudió obsesiones y ahora a cada rival le pone las dificultades que entiende adecuada que no son las mismas para todos. ¿Dos nuevos levantinos en Primera?

      ¿Por qué Rácing de Santander y Almería no están ya muy por encima del resto, como servidor auguraba? Creo que por sus altaneras manías tácticas casi invariables. El Almería suele salir mandón, pero casi siempre empieza perdiendo, por su nefasta aplicación defensiva. Vi el Granada-Almería y a pesar del 1-0 casi de inicio, el juego y las ocasiones eran del Almería que empató por méritos. Buscando el 1-2 con la ansiedad que le caracteriza, descuidó la propia portería y ¡zas, zas! dos goles que un equipo que aspira al ascenso no puede consentir. El Mirandés perdió en Zaragoza un partido en el que tuvo ocasiones para ganar, pero al final cayó en un córner mal defendido y puede que impresionado por una Romareda abarrotada.

    Llenazo en La Romareda, Los Cármenes, el Ciudad de Valencia, La Rosaleda donde mi Córdoba ganó a un Málaga al que deja preocupado. Lleno también en El Plantío para ver la victoria de la salvación definitiva, ante un Huesca del que no me explico cómo puede estar tan arriba. El Molinón se vistió de gala para escapar de la zona de peligro pero el Tenerife de Álvaro Cervera no se resigna y cree que la distancia de 10 puntos para la salvación no es aún definitiva. 1- 3 ganaron los tinerfeños colocando en peligrosa situación al Spórting que junto a Zaragoza, Málaga y Castellón son ahora el culo de un pelotón al que el Eldense mira sonriente.

Marketing y glamour



Ignaciuo Ruiz Quintano

Abc


Se lo dijo Salvador Boix, flautista de flauta travesera y apoderado de José Tomás, a un revistoso taurino de la crítica selecta: “Desengáñate, Fulano: los toros son marketing y glamour”. Como el fútbol, según el Relato culé, que es el que, al menos desde el tardofranquismo, manda en la Españeta mediática, con los resultados que todos conocemos.


En el último partido liguero, el Barcelona-Osasuna aplazado, se habla de una alineación indebida de Iñigo Martínez, que los navarros, que jugaron con los suplentes, podrían reclamar, y de un penalti de carretera a Olmo, el futbolista gubernamental, que el propio Olmo hubo de tirar dos veces para anotarlo. En imágenes de un cronista habanero del modernismo:


Los dos tortolitos hicieron su nido pajita a pajita.


Pajita a pajita, puntito a puntito, el nido liguero va tomando forma alrededor de Flick, un “homo heidelbergensis” que no entiende nada, pero que está encantado porque lo llevan en volandas a la “glo-gloria” del dame pan y llámame palurdo, que lo es (en el club del “disseny” no debería vestir como un mecánico ayudante en el taller de Antonio Cobas).


–¡Es la imagen, estúpido! –diría aquí James Carville.


Por la imagen andan peleando algunas provincias que quisieran constituirse en sedes del Mundial 2030, número maldito ya por tantas cosas. Los birlibirloques para que Anoeta le arrebatara el honor a Balaídos le ha costado la dimisión a una tal Tato, para que no se diga que en España no dimite ni el Tato, torero sevillano famoso por su don de gentes (especie de padre Ángel o de chef José Andrés de su época) y por su suspiro épico de “¡Adiós Madrid!” cuando el cirujano se disponía a amputarle la pierna herida por asta de toro: el torero, al decir de Márquez, su mejor retratista, renunció a la anestesia del cloroformo, conformándose con fumar un cigarro cuando el serrucho marcaba el corte unos cuatro dedos por debajo de la rodilla, umbral del dolor equiparable al mostrado por Íñigo Martínez jugando contra Osasuna menos de cinco días después de abandonar lesionado el Combinado Autonómico. La pierna amputada del Tato, la más famosa hasta que Jesús Quintero dedicó un programa de “El perro verde” a Jon el Cojo Manteca, fue expuesta durante semanas en un barril de formol en el escaparate de una farmacia de la calle de Fuencarral esquina a la del Desengaño. El Tato intentó seguir toreando con una pierna artificial que le hicieron en Londres, pero no pudo ser. Con un Uribes (aquel ministro de Cultura que almorzaba rabo de toro de Casa Salvador en su despacho de la Casa de las Siete Chimeneas) en un Consejo Superior de Toros, El Tato habría vuelto a torear, igual que Olmo ha vuelto a jugar.


Uribes es la viva (y tudesca) imagen de nuestro fútbol, enredado en el Mundial 2030, número maldito ya por tantas cosas, en sardana con Portugal y Marruecos, un país mezcla, al decir de Patton, de Hollywood y la Biblia, razón por la cual las maras mediáticas andan al quite con la cosa del marketing y el glamour. El extremo Lamine tuvo un error de imagen bajándose el pantalón para celebrar su gol a… los Países Bajos (¡menuda mina conceptual, aquí, para el humor conceptista de Broncano!), y todos salieron a explicarnos que el gesto no era doloso, como los de Vinicius, sino lúdico, sacado del “Homo ludens” de Johan Huizinga, holandés como Van der Vaart, el ex futbolista que al parecer había excitado los ánimos del Pequeño Tim.


En el entretanto, el Comité de Ética de la Uefa (no es un sketch de Pantomima Full), en los ratos libres que le dejan su investigación del caso Negreira, investigará también la celebración de Rüdiger, de Ceballos, de Vinicius y de Mbappé al final del Euroderbi, que habrían respondido con gestos “obscenos” a la ovación con que la deportiva afición atlética, orgullosa por la clasificación europea de otro equipo español, despedía a los jugadores madridistas. A Vinicius se le acusa concretamente de hacer con los dedos la seña del 15-0, obscenidad que podría llevar al cierre del museo donde se exhiben las orejonas, y trasladarlas a una nave secreta del Polígono Cobo Calleja.


[Sábado, 29 de Marzo]