jueves, 27 de noviembre de 2025

Equilibrio


Equilibrio en el Valle del Arlanza



Geovany Quenda 


Francisco Javier Gómez Izquierdo


        Por la carretera que lleva a Covarrubias desde Lerma, entre Santa Inés y Quintanilla del Agua, se ve un nido de cigüeñas que ha cogido fama. Sobre la caseta que contenía los cables y la bomba de un pozo construyeron las zancudas de San Blas hasta convertir el conjunto en una torre equilibrista. La torre, con el peso, amenazaba caerse y Nicolás Serrano, el propietario, conocido como "el rey de la patata", puso un cable rodeando la torre que se ancló en 2016: "llovió mucho ese año". A pesar del anclaje, el edificio siguió cediendo por lo que don Nicolás echó hormigón  en la base y... ahí está para contemplación y susto de los automovilistas del valle del Arlanza que asisten, ya harto precavidos, a los repentinos frenazos de los turistas.


      Quizás no venga a cuento el nido de Báscones del Agua -creo que pertenece a terreno de ese pueblo-, pero servidor viene viendo al Barcelona desde que llegó Flick con una innegable vistosidad para el aficionado por su abundancia ofensiva, pero aquí siempre me he permitido señalar, conforme mi modesto parecer de simple aficionado, que el equipo necesita una descomunal concentración para no caerse porque a la más que posible desatención momentánea de un delantero, de un medio o de un defensa, la fragilidad se manifiesta impudorosa y lo que parecía hermosa torre de Pisa puede trocar en decadentes cascotes. El equilibrio precisa base y la base en el fútbol se asienta en la defensa -el Barça tiene portero- y para servidor esa cuestión no la tiene resuelta el señor Flick, aunque el equilibrio también tenga algo que ver con las quizás demasiadas cabezas atropelladas. La cabeza de Cucurella parece tarambana y atarantada pero la melena que la cubre se ha convertido en factor distintivo del Chelsea porque confunde, sorprende y aburre a contrarios, casi todos incapaces de seguirle el ritmo. El primer gol, apareciendo en la derecha, lejísimos de Lamine, es un recurso táctico que prestigia al alopécico Maresca, un tipo ya confirmado en la élite. Cucurella aturulló a Lamine y... a Koundé y Ferrán, trabados en un baile que no habían ensayado. Perdió 3-0 el Barça y en el Chelsea sigue dando que hablar Estevao, al que uno ve equilibrado además de brillante.


      Si llama la atención la contundente derrota azulgrana, no lo es menos la del City ante el Leverkusen. El equilibrio en el City está en lo que importuna arriba Haaland y lo que sujeta a los defensas rivales. Don Pepe Guardiola no puso al noruego, ni a Foden, ni a Koku... y tanto Grimaldo como Pedro Porro se sacudieron quehaceres con lo que el Leverkusen se aprovechó del desequilibrio citizen. El Liverpool es el tercer aristócrata al que se le cayó el oropel. Paliza impensable (1-4) del PSV ante la que uno no tiene palabras. Vi al Madrid hasta el 1-3. No me gustó el comienzo. Cierto es que el alarde combinativo de los griegos en el gol de Chiquinho, sale una vez al año y que tanto Mbbappé como Vinicius estuvieron emperadores, pero algo chirría en el equilibrio del Madrid que quizás precise no sólo de cable sino también de cemento en la base. Hay que reconocer al Atlético de Madrid su fe y el seguir arando el surco sin desaliento. Ganar al Inter es meritorio. El equilibrio del Atlético dicen ahora que está en el hijo de Simeone que contagia cholismo del bueno, porque al parecer hay cholismo bueno y malo, como el colesterol. El Athletic, no sé.. Los buenos están maluchos y no parece que los relevos den para clasificarse. Del Villarreal, nada que decir, porque nada aporta a la competición.


      El Arsenal-Bayern era el partido de la jornada y para mi sorpresa se lo llevó el Arsenal sin contestación. Cuando el juvenil Karl empató con golazo no se pensó que los veteranos Kimmish y Neuer serían desequilibrantes para los intereses de su propio equipo, pero sí, mal día de los dos emblemas bávaros que colocan al Arsenal como el mejor de los 36, único con cinco triunfos de cinco partidos. El PSG, en partido loco (5-3), arregló unos cuantos desaguisados propios con el sensacional magisterio de Vitinha. Éste sí que es equilibrio puro, y eso que tuvo un grave desliz que costó un gol inglés.


     ¡¡¡Ah!!! No quiero dejar de destacar a otro jovencito. Geovany Quenda. 18 años. Del Sporting de Lisboa. Da gusto verle moverse. Marcó un gol dándose media vuelta y guardando un equilibrio que seguro entusiasma a Maresca, pues el Chelsea ya le echó el ojo... como lo echa a todo lo que se mueve y lo tiene fichado.