Ignacio Ruiz Quintano
Abc
Todos los caminos llevan a Roma y todas las señales llevan a la 16, que quiere decir felicidad, porque es un número cuadrado: 16 son las cartas de Rey, Reina, Paje y Caballero en la baraja Tarot.
La penúltima de esas señales, y la más afilada, fue la ausencia por fuerza mayor de Cafucas en el Etihad, que forzó a Ancelotti a modificar su rompecabezas jerárquico tirando de Valverde para tapar el costado derecho, por donde le entran al Madrid todas las lanzadas de Longinos.
Cafucas no existe en defensa, pero acapara sospechosamente todo el fútbol de ataque por la orilla derecha, mientras en la orilla izquierda Vinicius se desespera pidiendo balones que nadie le echa. ¿Por qué, entre Cafucas y Vinicius, los pasadores eligen últimamente a Cafucas? Recordemos que Zidane coqueteó con la idea de irse del Madrid porque Figo no le pasaba el balón. Juego de egos, fue el parecer general, y la cosa se arregló mediante intervención presidencial (Flóper haciendo de Moratín) después de que el francés fuera a quejarse del portugués.
–Admiróse un portugués / de ver que en su tierna infancia / todos los niños en Francia / supiesen hablar francés. / «Arte diabólica es», / dijo, torciendo el mostacho, «que para hablar en gabacho / un fidalgo en Portugal / llega a viejo, y lo habla mal; y aquí lo parla un muchacho.
Vinicius, en vez de subir al despacho del presidente a quejarse, lo que hace es abandonar su orilla izquierda e irse a pescar al barullo del centro algún centro de los que tira Cafucas al estilo del juego de la rana. En su día el mismísimo Benzemá pidió a Mendy, ¡a Mendy!, que no le pasara el balón a Vinicius, que no sabía jugar. Cartesiano Benzemá y mecanicista Mendy, incapaces ambos, por tanto, de entender el irracionalismo alegre y soberano de Vinicius, que va dejando su MVP en cada grande estadio de la Champions. En el banquillo, Zidane era igual de cuadrado que Benzemá, y no tuvo tiempo de entender a Vinicius, en cuyo lugar prefería a Hazard, que en Madrid nunca jugó bien por muchas cosas, entre ellas que Cafucas, ¡Cafucas!, no le pasaba el balón. El carácter marcó el destino de Hazard, que deprimido porque no le pasaban el balón, se hundió en la suplencia de la bollería, y de Vinicius, que rebotado porque no le pasan el balón, lo roba y se hace con él un mural de Jackson Pollock, para asombro del planeta fútbol, que es Inglaterra.
Qué descanso estético este Manchester City-Real Madrid, el auténtico derbi del fútbol mundial. Qué descanso moral ese árbitro francés, Clément Turpin, dominando el Etihad como si fuera Steve Buscemi, su doble, en “Boardwalk Empire”, sin más moscas en la sopa del espectador que la narración para ciegos (la toca con la izquierda, dispara con la derecha, se gira, etcétera) de Martínez, el fenómeno de la locución. A Turpin el fuera de juego se lo cocinó el VAR con un birlibirloque de trigonometría que debe de ser el arma secreta de Ceferino, pero su forma profesional de despachar la discusión de tráfico entre Haaland y Asencio te devolvía al gusto por el espectáculo del fútbol, teniendo en cuenta la que cualquier trencilla de los nuestros, y no nos conformamos con Soto Grado, hubiera liado en el trance de juzgar el mismo hecho, cargándose el partido.
El tinglado es un taburete de tres patas: los que planean, los que ejecutan y los que lo cuentan, que hacen de adormidera, llevándote a ver lo que no estás viendo. Hay comentaristas peores que un canuto, y cuando uno quiere darse cuenta está ante el televisor papando las moscas que se quedan pegadas al led y pidiendo que vendan a Vinicius. Céntrese, pues, el Real Madrid en la Champions y en el Mundial de Clubes, hasta que Diosito nos depare un lugar en la Premier (“Que me entierren en la sierra / con leones de mi manada”, cantan los Tigres), lejos de la ciénaga ibérica.
Lo tonto del derbi en Manchester lo puso la parte española del City: Pep, Lillo y por supuesto Rodri, con su pancarta y su canesú del “Ballon d’Or” para hacer el paleto con Vinicius. Como club universal que es, el Madrid se proyecta mejor sin españoles.
[Sábado, 15 de Febrero]