martes, 21 de diciembre de 2021

¿Niños? ¿Qué niños?

 


Havelock Ellis

 

Ignacio Ruiz Quintano

Abc


    Lo que llamamos izquierda son esas cogitaciones de sonajero ante el culo partido de un niño de tres años tendido en un informe forense. Y lo que llamamos derecha es la que piensa lo mismo que lo que llamamos izquierda, sólo que después.


    –Hay que ponerse en el lugar de esta madre. A las personas conviene comprenderlas y luego está todo lo demás –dijo Rajoy, el del magistral manejo de los tiempos, cuando lo de Juana Rivas, Mariana Pineda de lo que llamamos izquierda, que rebosa de triunfal superioridad moral porque, como sugiere Dalrymple, es consciente de haber obligado al mundo a aceptar lo que, previamente, se estimaba como inaceptable.
    

Han debido de leer la siniestra opinión de Havelock Ellis de que las perversiones sexuales, que él denominaba “simbolismos eróticos”, son lo que distingue al hombre de los animales y es su logro supremo, pues “representan la fuerza poderosamente plástica de la imaginación”.
    

Si tiramos de imaginación, que es la loca de la casa, las tertulias de los nihilistas en “Los demonios” de Dostoyevski serían catequesis del padre Mundina, comparadas con las deliberaciones de los ministros del gobierno que indultó a la madre del niño violado bajo su custodia.
    

En Cataluña escrachean a un niño de cinco años porque reclama un cuarto de sus clases en español, mientras en la pepera Ceuta corre el dinero para impartir religión islámica.
    

¿Niños? ¿Qué niños? Los niños, recuerda Illich, aparecieron en Europa junto con el reloj de bolsillo y los prestamistas cristianos del Renacimiento: son un invento de la burguesía.
    

Los artistas pintaban al niño como un adulto en miniatura sentado en el brazo de su madre.
    

Nos sobrecogemos de asombro e incluso de espanto, avisa Cioran, cuando oímos a los hombres hablar de liberar al Hombre: “¿Cómo unos esclavos irían a liberar al Esclavo? ¿Y cómo creer que la historia, una sucesión de errores, pueda durar todavía mucho tiempo?”


    –La hora del cierre sonará pronto en los jardines de todas partes.

[Martes14 de Diciembre]