jueves, 2 de diciembre de 2021

La filantropía es cara



Pepe Cerdá

A un amigo pintor se le presentó en el estudio un coleccionista que había adquirido varias obras suyas cuando los tiempos eran otros. Ahora, arruinado, le pedía que le recomprase los cuadros o que se los cambiara por otros más fáciles de vender.

Mi amigo se negó, no por nada en especial, sino porque después de toda una vida de bondad ahora estaba ejerciendo de cabrón para ver qué se sentía. Pero le explicó que no era nada personal, más bien era un ejercicio.

El coleccionista se quejó del dinero y la energía invertida durante tantos años en el asunto del arte y los artistas. A lo que mi amigo le replicó:

-¡Pero que te habías creído! ¡La filantropía es muy cara!