miércoles, 31 de marzo de 2021

El beneficio penitenciario

 

El Buen y el Mal Ladrón con el Cristo de la Conversión

 Hermandad de la "Letro"

 Córdoba


Francisco Javier Gómez Izquierdo

           Los funcionarios de prisiones, incluso los ya jubilados, vestimos con la discreción y confidencialidad debida nuestras tareas. El poco conocimiento que la sociedad tiene de nuestro diario quehacer nos viene perjudicando mucho los últimos años en los euros a cobrar, en el respeto que creo nos deben los políticos que mandan sin gobernar y en la autoridad que teníamos cuando se "redimía".
          

-Ya "derrimo" don Javier -te decía el interno cuando le bajaban la ó las condenas y empezaba a echar cuentas con sus yeyés (cuatro años, dos meses y un día) y el triple de la mayor.
         

Hasta el Código Penal de 1995 se redimía por trabajo, pero como la redención se tenía por franquista -y "resonancias románticas" se leía entonces-, se redujeron las penas para los delitos y se "progresó" en el sistema de clasificación de internos y beneficios penitenciarios con equipos de Tratamiento compuestos por profesionales del Derecho y de las ciencias del Comportamiento que conocerían y estudiarían a los internos y propondrían los distintos beneficios. La idea era buena en principio, pero las leyes están hechas para ser retorcidas por los que viven de ellas y ¡claro está! el Reglamento Penitenciario se ha ido convirtiendo en un artilugio con el que juguetea indecentemente el político sin que el público en general se percate de cómo se atropella el Derecho, el "Estado de Derecho", como dicen los que ordeñan sin el mínimo miramiento las estrujadas ubres de ese Estado que servidor cree que no existe.
      

No hay redenciones, pero en la cárcel hay que barrer y fregar todos los días la celda y los lugares comunes (patio, aseos del patio, comedor, sala de día...), repartir la comida, limpiar las galerías, cristales, recoger la basura.... tareas en las que deben participar y colaborar todos los internos. Luego hay destinos como economato, cocina, carga y descarga, mantenimiento... desempeñados por internos con buen comportamiento y en principio asentados más que sensatos, trabajadores y capaces, por los que reciben una remuneración.

 Trabajos remunerados y no remunerados distingue el Reglamento.

 
      Cuando el presidente de Gobierno, sus ministros (don Marlaska el que más debe saber por ser juez además de encargado mayor de las cárceles de España) y ¡cómo no! el periodismo sabelotodo y bien mandado hablan de acercamiento de presos terroristas al País Vasco porque han firmado un papel como canta el bolero, olvidan no sé si por ignorancia o deliberadamente, el día a día carcelario. Olvidan que si el Equipo de Tratamiento de un talego no progresa de primer a segundo grado a un interno, el ministro de turno lo cambia de Centro y se lo lleva a otro donde el Director -hombre de la total confianza del Secretario de II PP- convenza al Equipo de lo que hay que votar (recuérdese a De Juana Chaos). Olvidan que en las conducciones al norte decididas por el actual Gobierno los equipos de Tratamiento no pintan nada... y sobre todo olvidan que no basta el arrepentimiento a todas luces ficticio.

Lo que debe importar es si el interno etarra barre el patio, friega los "tigres" o participa en la limpieza de la galería... para recibir beneficios penitenciarios. Ahora ya no importan los hechos del preso. Es tiempo de los caprichos de la autoridad.


       El interno de ETA está clasificado en Primer Grado porque se niega a colaborar en las tareas comunes. No hace nada por la comunidad y eso que la comunidad le sirve el rancho, le despacha café y atún y le suministra gratuitamente bolsas de basura, lejía, lote higiénico, etc... He conocido a muchos presos de ETA. Viví la dispersión y ya en el nuevo siglo he tratado a Henry Parot y a Urrusolo Sistiaga, por señalar dos individuos famosos muy distintos Ni puedo ni debo explicar muchas historias pasadas, pero progresar de grado a Henry Parot es incomprensible para cualquier funcionario de prisiones. No tengo idea de los acuerdos de los que mandan, pero estas decisiones más la que nos está cayendo a todos me producen una desazón que nunca creí iba a vivir. ¡¡Henry Parot!! El mal hecho hombre convertido posiblemente en Capitán de Miñones ó lo que es peor en interlocutor de un Gobierno.

       -Don Javier, no tengo ningún parte y ya he cumplido casi la mitad de la condena. ¿Usted cree me dará permiso la Junta?

    La Junta no se lo dio porque el psicólogo y al Director no se fiaban. El resto del Equipo iba a votar que sí, pero habló el psicólogo en la reunión del Equipo y convenció a todos los miembros para que votaran que no.
      

Cuando había redenciones, los internos "sin sanciones" redimían un día por cada dos trabajados. Para todos era igual. Ahora todo depende de cómo caigas en el Equipo de Tratamiento o lo que el absoluto poder penitenciario de un Gobierno decida. "Estado de Derecho", dicen.

Hay que creer


Ábalos, feminista

 

Ignacio Ruiz Quintano

Abc


    Mi ministro favorito, Ábalos, ha sancionado el principio de veracidad femenina: “Hay que creer a la mujer”. Aunque es en su partido donde se decide quién es mujer. No es lo mismo Ayuso que Rociíto. Ábalos cree a Rociíto, que debe de parecerle una estrella de los salones como Madame de Staël.
    

Ábalos, pues, está en la creencia de la mujer, y como torrentino abrazado a la autoridad (“el abismo se abre detrás de estos hombres que pasan a ser autoridad y, en cuanto reculan, caen en él”) no tolera ni un punto de desconfianza, un “arrière-pensée”.


    –Madame, no me gusta que las mujeres se mezclen en política –dijo Bonaparte (“muy tieso delante de ella, como el más tieso de los generales alemanes”) a una francesa famosa por su belleza y por su ingenio.
    

Tenéis razón, general –contestó ella–, pero en un país donde se les corta la cabeza, parece natural que quieran saber por qué.
    

Ábalos, desde luego, tiene menos de Bonaparte que de cervecero Santerre, conseguidor en el Faubourg Saint Antoine y encargado de escoltar al Capeto en su recorrido hasta la guillotina. Como buen orteguiano (se nota que devoró a Ortega en su Torrente natal), Ábalos distingue entre idea, lo que se tiene, y creencia, donde se está. Él está en la creencia de la mujer que dice, como dice la fidedigna Calvo de Cabra, que “el español está lleno de anglicanismos”, que no es ninguna tontería.
    

Madame de Staël se hace cruces ante la ley de los seis artículos que fijaba la doctrina de la iglesia de Inglaterra que había que aceptar: presencia real, comunión bajo una especie, inviolabilidad de los votos monásticos, utilidad de las misas particulares, celibato del clero y necesidad de la confesión.
    

Quien no admitía el primer punto era quemado como hereje, y el que no aceptaba los demás, decapitado como felón.
    

Para que se vea de dónde sale la actual legislación de género (y los elogios mediáticos, que ya comparaban a Enrique VIII con Sansón por su fuerza, a Salomón por su prudencia y a Abasalón por su belleza).

[Miércoles, 24 de Marzo]

Los muertos y las muertas. Juan Muñoz




JUAN MUÑOZ
1953-2001

Juan Muñoz, el artífice de la colosal Double Bind exhibida en la Tate Gallery de Londres, murió en Ibiza, de vacaciones. Era hijo del magisterio artístico de Santiago Amón, que le hizo intimar con las artes plásticas y también con la idea de que el mundo cultural español debía ser muy mezquino, si no permitía a un profesor como Amón vivir de aquello que amaba y conocía mejor que nadie. Se educó en Londres y Nueva York. Vivía en Torrelodones. Martín Chirino lo conoció en los talleres de fundición de Coslada: “Él amaba por encima de todo la eficacia. Como hablaba muy bien inglés, solía utilizar el término clean-cut (corte limpio) para expresar su deseo de que las cosas funcionaran bien. A pesar de que teníamos edades y planteamientos diferentes, compartíamos algo. Nos deja una incógnita: ¿hasta dónde habría llegado?”

IGNACIO RUIZ QUINTANO
(Del libro Serán ceniza, mas tendrá sentido / Ediciones Luca de Tena, 2006)

Los derechos en tiempos del coronavirus

 

Hombre solo / Mingote

 

Todos los papers coinciden en que el coronavirus se alimenta de derechos fundamentales. Si logramos eliminarlos todos, lo venceremos.

@izzygirl86

martes, 30 de marzo de 2021

Mundo Hermida


 

Hughes

Abc
 
Es muy cargante la figura del “feminista para pillar”. Pillar votos o ligues. También existe en el periodismo. La mujer es lectora (esto suena como diría El Fary lo de “granujilla) y queda bien y popular convertirse en feminista. Impostar una preocupación así. En eso hay un poquito de hipocresía porque, a menudo, el varón en situación de crítico feminista sobrevenido aprovecha muy bien las ventajas de ser hombre. Pese a los “progresos”, sigue observándose una división de funciones en los periódicos. Las periodistas suelen quedar para las secciones de Sociedad, Gente, Corazón o Cultura. A veces pienso que no es ni siquiera deliberado. Simplemente sucede. Si la mujer escribe opinión o aspira a ello, le resulta aún más difícil (salvo que se adscriba a algún modelo de femineidad oficial). Hay una inercia real que la expulsa hacia las últimas páginas del periódico. Lo frivolón, o lo tierno. Tienen mucho mérito las que pueden superar esa especie de fuerza gravitatoria, de resistencia. La política, “lo serio”, queda reservado porque sí para hombres que en bastantes ocasiones no acreditan estudios, lecturas, experiencia ni una especial sagacidad. Simplemente, se trata de algo propio de ellos y que les corresponde en tanto hombres. Si lo digo no es por tener yo una marcada sensibilidad para lo feminista, sino por haber sufrido personalmente algo similar.
 

Para las mujeres creo que existe la tentación reciente de escalar hacia esas zonas “serias” o nobles de los medios a través del subgénero de la denuncia feminista. Funciona casi como una forma de cuota. La mujer se especializa en hablar de feminismo, pero al hacerlo también se está especializando en hablar como mujer de su experiencia de mujer. Es una forma de reclusión, y se parece mucho a un consultorio, pues no deja de tratar las relaciones hombre-mujer, sólo que desde otra óptica. Por eso lo de los micromachismos a veces me recuerda a Elena Francis (dicho sea con todos los respetos).

Hay otra tendencia en los medios y en general en la vida española que se entiende con sólo mirar la composición de los consejos de administración, donde las mujeres son una minoría anecdótica. La pasta es muy mora todavía. Pero esto se da cada vez más. La mujer escala posiciones y ocupa puestos en la universidad, la empresa, los medios, los partidos… pero el poder sigue siendo masculino. El resultado son organizaciones curiosas: cúspide masculina, escalón superior y medio femenino. Es un modelo Hermida. Me recuerda a los programas de Hermida. Todo lleno de valiosísimas (y también hermosísimas) mujeres, y arriba, inalcanzable, el varón minorizado pero omnipotente.
 

¿No es un ideal absoluto ser el único hombre entre mujeres y encima ser el que manda, ser el Alfa en el Gineceo? Creo que el feminismo a cuentagotas ha dado lugar a unas formas sociales que son como el paroxismo del mandar macho. Una cosa como de jeques, una última pirueta del patriarcado, que es muy listo. La estructura Ángeles de Charlie o Mundo Hermida es un feminismo cosmético, una realización femenina algo falaz, y una última e inteligente forma de protección de ciertas élites masculinas. Inteligentísimo cortafuego, diría yo.

Mayoría absoluta


En el burladero centrista

Ignacio Ruiz Quintano

Abc


    Mayoría absoluta ¿para qué?


    La mayoría absoluta es la expresión de la democracia representativa.
    

Pero lo nuestro no es la democracia representativa de Hamilton, sino el Estado de Partidos de Weimar, una oligocracia donde la mayoría absoluta es un palo en la rueda del sistema.
    

La democracia funciona sólo por mayoría absoluta, y la oligocracia, mediante pacto, que aquí, al sonar a pastel, se dijo consenso, que es unanimidad (de la opinión única pasamos a la opinión unánime) y reparto.
    

En el Estado de Partidos no hay sociedad política, sino sociedad estatal, pues todos los partidos son órganos del Estado, y en el Estado todo es derecha, con la consiguiente comedia de enredo: dado que el franquismo fue de derechas, la derecha, para no parecer franquista, se hace llamar centro, y para parecer de centro, debe comulgar con las ruedas de molino de la izquierda social.


    Hace exactamente veinte años, en plena ofensiva aznarí para llevarnos a su molino centrista (que era el molino de Rato en Carabaña, en cuyo balcón presenciaban la “Pasión viviente”, comentada por Pedro José Ramírez), ofrecía uno aquí una definición de centro que no es un no ser, no nada, sino una voluntad de no ser, una voluntad de la nada. El demonio agustiniano visto por Bergamín:
    

Porque no quiso dejar de ser, sino ser lo que no es, lo que no era, quiso, o quiere, ser nada, queriendo ser todo, queriendo no ser. Todo lo contrario que Dios.
    

En este Régimen que entusiasma a la España oficial, la mayoría absoluta no le daría a Ayuso la hegemonía, concepto que conocen todos los gramscianos aunque no hayan leído, como Errejón, a Gramsci. La hegemonía se da sólo en la sociedad civil, y como todos los partidos son del Estado, un partido de centro, es decir, de derecha, con mayoría absoluta carece de hegemonía política y cultural, como pudo comprobarse con las catastróficas mayorías absolutas de Rajoy (paso a Sánchez) y de Aznar (paso a Zapatero), para desespero de la derecha social, que no entiende nada.

[Martes, 23 de Marzo] 

Los muertos y las muertas. Carmen Rico Godoy



CARMEN RICO GODOY
1940-2001

Carmen Rico Godoy, hija de José Rico Godoy y Josefina Carabias –premio Mariano de Cavia y corresponsal en Washington y en París–, fue la abanderada del periodismo mordaz. Un día le sobrevino el éxito de los libros, con Cómo ser mujer y no morir en el intento, pero lo suyo no sería la literatura: “No hago literatura. Eso es algo más elaborado.” Para ella el periodismo no fue nunca el motel donde pasar la noche camino del destino: la Gran Novela. Fue inteligente para no contraer la fiebre cerebral que describió Tom Wolfe, como la del oro o la del petróleo, y que se propagó por todo el oficio, un fenómeno psicológico que debía figurar en el glosario de Introducción General al Psicoanálisis, por algún sitio entre Narcisismo y Obsesiones Neuróticas. “Morir no es bueno, pero tiene que pasar, dentro del orden general de las cosas.”
 
IGNACIO RUIZ QUINTANO
(Del libro Serán ceniza, mas tendrá sentido / Ediciones Luca de Tena, 2006)

lunes, 29 de marzo de 2021

La magia 14

 


Alicia Alonso

 

Ignacio Ruiz Quintano

Abc


    La magia 14, en el fútbol, fue Cruyff, que jugaba en el Ajax y en su selección con ese dorsal. No sé por qué, el 14 era también el número de las novias en la ruleta (las novias que no habían leído el manual sobre el juego de Gonzalo García Pelayo, se entiende) cuando estaba de moda acudir al casino en la noche de bodas. Al pleno, las más bragadas, y las más precavidas, a caballos y vecinos. Supongo que para ellas el 14 representaba la alegría de haber superado el 13, número nefasto a todas luces.
    

Pero la magia del 14 pertenece ahora a Zidane, en vías de conseguir el Copón 14 para el Real Madrid, como indican todas las señales. Ha de superar al Liverpool de Klopp, un equipo fundido por el ritmo alemán del entrenador (los Beatles pasados por la electrónica de Kraftwerk), al Chelsea de Tuchel o al Oporto de Sérgio Paulo Marceneiro da Conceição, y en la final, al Bayern de Flick, que es nombre de convoluto felipista.
    

¡Ni de Flick ni de Flok! –contestó nuestro gran Cantinflas al pobre Verstrynge en el Congreso.
    

A pesar de la propaganda, del fútbol se desengancha la mitad de la juventud, y lo que nos queda tras el paso de “la Coviz”, con la desaparición del público, es un espectáculo tedioso con variantes.
    

Fútbol para periodistas, que es el que se presta a la teorización periodística del buen juego, aquél que deben jugar los pobres para perder ante los ricos a lo grande. El modelo es Lillo o Jémez, un fútbol que podríamos llamar liberalio: frente al comunismo, que es el sistema de mantener a raya a los pobres por las malas, tenemos ese liberalismo que ha servido para mantener a raya a los pobres por las buenas (mediante la corrupción y el diálogo).
    

Fútbol para entrenadores, de diálogo, pero no entre pobres y ricos, sino entre Simeone y Bordalás, por poner un caso, que siempre será un diálogo de empate a cero, como ocurrió en su último encuentro, pero cambiando muchas veces de sistema durante el partido. Fútbol de números cantados, que es el que tiene a Joao Félix más quemado que el cenicero de un bingo, cuando en los bingos había ceniceros.
    

Y fútbol para futbolistas, el fútbol Molowny, que es el fútbol que nos lleva (que lleva a los futbolistas), como el Tajo a los gancheros de la madera. Un fútbol muy del Madrid, porque dispone de buenos futbolistas, y que se ajusta a Zidane, que no tiene mano de entrenador, como un guante Varadé. ¿Usted es futbolista? Pues salga y futbolee. Eso es todo. El físico, la edad y la ilusión hacen el resto. Con el fútbol de futbolistas la competición más costosa es la Liga, porque se trata de la cadena de montaje del fútbol, y no hay futbolista bueno (¡ni espectador, qué leche!) que lo aguante. Pero una competición corta, como la Champions, es un paseo de primavera para caballeros hechos y derechos como los que llevan décadas jugando en el Madrid. Bien mirado, Alicia Ernestina de la Caridad del Cobre Martínez del Hoyo, Alicia Alonso para el siglo (¡la Alonsova!, la llamaba Cabrera Infante), murió a los 99 años dándole al sauter, estirar (etendre), doblar (plié), elevar (relevé), girar (tourner), deslizar (glisser) y lanzar o precipitar (elancé), dicho sea en el francés culto de Zidane. La Alonsova del Madrid bien puede ser, por su incomparable “elancé” y elocuente longevidad, Benzemá, que se irá del fútbol con más copones que Gento, que eso se ha perdido Cristiano por ir a ver ruinas a Italia (casi cien goles en algo más de cien partidos). Por no mentar a la bicha del golf, Bale, diez goles en mil minutos, los mismos que Vinicius, Hazard, Asensio, Mariano, Isco, Rodrigo y Jovic en seis mil.
    

Las señales del doblete en la primavera 2021 son las de siempre, sobre todo en Champions, donde los porteros de los equipos contrarios hacen el canelo de un modo paranormal. Ahí vimos lo del portero del Atalanta, Sportiello, marcándose un Karius glorioso ante la sonrisa nada sardónica de Zidane, que sabe que son poderes que él no puede controlar.
    

Con “la Coviz” hemos descubierto que ninguno de sus tres tipos de fútbol posee emoción, que es la parte que pone el público.
    

Quitemos a los toros la facultad de matar, y ya no hay fiesta, porque no hay tragedia, no hay arte –dice Valle-Inclán–. Un torero sin peligro de ser cogido, aburriría al público. Joselito es el torero con más conocimientos y facultades físicas. Pero cansará a los públicos. El torero que se acerque más a la muerte, ése será el mayor artista, aunque el otro, el de la facilidad, quede más veces mejor que él. Joselito, los Quintero y la Argentinita son la misma cosa...


Cabanillas, con Suárez a su derecha


PASAR LA PELOTA


    El pequeño Agüero se subleva en el City porque “mis compañeros no me pasan la pelota”. De eso mismo se quejó una vez Figo en el Madrid, y el presidente llamó a los peloteros a capítulo. “La vida es dura”, dicen en Argentina. Agüero fue la joya del Atlético, y tuvo la suerte de perderse la etapa de Simeone, con quien hubiera tenido que brillar marcando, como delantero, a los centrales adversarios. “Kun, ¿ve usted a ese central? Bajo ningún concepto le permita salir con el balón jugado”. Marchó al City para lucir, y la estrella se le apaga. “¿Que en qué se nota que dejas de ser ministro? En que el teléfono deja de sonar”, dijo Pío Cabanillas (padre). En el fútbol dejas de ser estrella cuando los compañeros dejan de pasarte la pelota.

[Lunes, 22 de Marzo]

Los muertos y las muertas. Eugenio Granell



EUGENIO GRANELL
1912-2001

Eugenio Granell fue el último exponente del surrealismo en España: “Es isla el surrealismo rodeado –por todas partes– del agua de un mundo que hace agua por infinitos agujeros imposibles de restañar”, escribió Granell en su Isla Cofre Mítico. Reivindicaba el surrealismo porque la vida se vuelve imbécil. “Don Eugenio –le dijo el periodista–. Pero si está usted perfectamente...” “Mire, yo es que soy gallego, ¿sabe?” “¿Y qué, don Eugenio?” “Pues que los gallegos, al final, nos morimos todos.” Como postrera concesión al surrealismo, fue enterrado con la bandera de la segunda república. Odiaba a Neruda: “Era un poeta lírico muy superficial, sin interés, y tenía cara de rana. Cuando yo intentaba salir de París porque los nazis iban a entrar, conseguí apuntarme a una lista de personas a las que el partido comunista ayudaba a huir a América. Neruda me tachó porque yo era trostkista.”

IGNACIO RUIZ QUINTANO
(Del libro Serán ceniza, mas tendrá sentido / Ediciones Luca de Tena, 2006)

domingo, 28 de marzo de 2021

Fútbol y honor


Imanol

 

Pepe Campos
 

Kaohsiung / Taiwán

Tengo que admitir que no entiendo el fútbol actual (lo he hablado con otros aficionados de toda la vida y tampoco —me confiesan— lo comprenden): el dichoso pase atrás continuo, la defensa en zona (ningún rigor defensivo), la ausencia de amor propio en los hombres que habitan dentro y fuera de los campos de juego. Hay que reconocer que muchos otros aficionados defienden y entienden lo anterior: un fútbol similar al balonmano, de contenido poco competitivo. Ante esto poco habría que decir. Si bien es necesario comentar un aspecto que llama la atención: después de un 1-6, como le ocurrió a la Real Sociedad en la última jornada de la liga española, tras ese resultado, en buena lógica, deberían encenderse todas las alarmas en dicho equipo: su entrenador, Imanol, debiera replantearse su figura de director técnico y estratégico. ¡A qué aspira este especialista del balompié! ¿A que sus equipos puedan recibir un saco de goles en cualquier partido? ¡Y tan feliz! ¿Cómo le verán sus jugadores? ¿Qué piensan los aficionados de la Real Sociedad de todo este asunto? ¿Y su presidente?

Digamos que no hará tantísimo tiempo, ese marcador hubiera representado la dimisión inmediata del técnico o el cese fulminante del mismo. Hoy en día parece que es un honor perder, en casa, o fuera, da igual que sea sin público, en estos momentos: pues hace sólo dos años también se daban —con público— resultados similares. Es una constante del fútbol de hoy. La tendencia de los equipos actuales parece ser que consiste en prepararse para tocarla mucho, según manifiestan sus entrenadores —que evitan así estudiar al contrario, lo cual es más cómodo—: para disponerse, plácidamente, a perder con los equipos grandes por goleada. Cuantos más goles recibidos por una escuadra que la toca de cine en horizontal y hacia atrás, más elogios recibirá por parte de una prensa maravillada con el buen fútbol (por ejemplo) de la Real Sociedad, o de equipos de su mismo nivel y talante.
 

Un disloque, un deshonor y una táctica que no entiendo para nada. Los equipos pequeños, he pensado siempre, no pueden jugar con el mismo sistema que los equipos grandes. Los grandes, al poseer a los mejores jugadores, se pueden permitir no utilizar el marcaje individual y optar por jugar construyendo desde atrás, y cerrarse con la defensa en zona o robar el balón con aquel achique de espacios que pregonaban Valdano y Cappa (¡voces que todavía nos retumban!), que surgía del fútbol del gran Milán de Arrigo Sacchi. Pero ese Milán se lo podía permitir, sus jugadores sabían adaptarse a los deseos de Sacchi. Un entrenador que después no pudo ejercer dicha táctica en otros equipos. Etc. Luego vinieron Rijkjaard y Guardiola. Podríamos hablar, también, de la última etapa de Luis Aragonés, pero el juego de los equipos de El Zapatones tenía más nervio. Y, desde ahí, surgió en el mundo futbolístico un convencimiento generalizado de querer jugar (juguetear), por parte de todos, a lo grande. Eso ha conducido a esas humillaciones —desde el punto de vista de los viejos aficionados—, a resultados del calado de: 1-6, 7-1 o 0-5, o más. Marcadores que estamos acostumbrados a ver asiduamente en la última década, en partidos sin historia, inanes —no me refiero, claro, al 2-8 del Bayern al Barça—, en partidos que nunca volveríamos a ver, donde los grandes aplastan a los débiles, con el beneplácito y contento de todas las plantillas, de los equipos técnicos, de los cuadros directivos, de las aficiones y de los periodistas acríticos.

El tanque de pensamiento


Abc, 26 de Diciembre de 2001

 

Ignacio Ruiz Quintano

Alguien que parezca incapaz de encontrar una oración en la Biblia, ¿conseguiría el dinero que requiere el gigantesco movimiento intelectual que la patria ha puesto en marcha? Los titulares de los periódicos no dejan lugar para la duda: «Serra pilotará el primer “tanque de pensamiento” español.»

Total, que la interpretación que Camba hizo del patriotismo alemán de entreguerras vale igualmente para el pensamiento español contemporáneo: «¡Qué agradable debe de ser para un buen patriota (y pensador) el ver que cuanto más se sacrifica por la patria (y el pensamiento) más dinero ingresa en su cuenta corriente! El periodismo y la política nos ofrecen numerosos ejemplos de hombres cuya fortuna ha ido aumentando a medida que aumentaba su patriotismo (y su pensamiento) y que, al final, cuando hablaban de la patria (y del pensamiento), pensaban en el talonario, y cuando pensaban en el talonario, hablaban de la patria (y del pensamiento).»

Por algo decía Ortega que pensar es una erección, pero ya comprenderán ustedes que la supremacía de lo espiritual y el retorno a los valores morales a todos nos imponen una prosa más etnológica. Para Ortega, el pensador siempre va adelante avizorando el panorama del futuro, pero sus contemporáneos, como no miran lo que él mira, lo interpretan mal, y así se explican las críticas contra ese primer «tanque del pensamiento» español desplegado por Serra con el nombre de Elcano, suponemos que como guiño al primer hombre que dio la vuelta al mundo, sin más recompensa, por cierto, que un globo por escudo con la leyenda «Primus circumdedisti me» que le concedió Carlos V.

Si hablamos de Elcano, el «referente» no podía estar mejor escogido. ¡Un globo por escudo! O no sabemos hacia dónde va el mundo, o estamos hablando del padre de la globalización. El detalle, como decíamos, no ha pasado desapercibido para los antiglobalizadores de guardia, constituidos en recio baluarte contra los embates de las fuerzas y doctrinas que desde el «tanque  del pensamiento» se lanzan al asalto de la ignorancia.

Si hablamos de Serra, tampoco podía estar mejor escogido el tanquista, y eso sólo lo sabemos quienes hemos compartido muchas horas de hogar en el  CIR de Araca con los «bisas» del Flandes. Porque, en general, el español es de piso bajo —«santo de pura peana», decía  Ortega—, y nadie negará que Serra es español y, además, vice con todos los gobiernos.  ¿Qué más da? Si de veras ha sido suya la idea de enviar un «tanque del pensamiento» a luchar por la imagen de España en el mundo, debe de haber mucho de griego en su ática imaginación y mucho de árabe en su dulce cadencia y mucho de romano en su segura prestancia. De hecho, hay quien diga del director del nuevo Instituto Elcano lo que se decía del director del viejo Instituto de Cultura Hispánica, que era un santo que andaba suelto por el mundo, y que si hubiera sido mujer, habría sido mujer mala —en el sentido que el lector menos perspicaz advertirá—, pero no por maldad, sino a causa de su bondad, por absoluta incapacidad de negar a nadie nada: un cargo, un discurso, un artículo... En fin, todas esas ramas del viejo y jugoso tronco de nuestra cultura oficial, liberal donde las haya para con sus hijos más modestos, como lo acredita la puesta en marcha de un «tanque del pensamiento» al servicio de todos los demócratas, aunque pilotado con seriedad y técnica comerciales.

Frente al alud arrollador de asuntos, proyectos y solicitudes, Serra no marchará solo en el tanque. Con él, y bajo el simbólico árbol de la ciencia, se reúnen tres ex presidentes de gobierno, títulos, estos de «ex», democráticos y puramente  suntuarios, pero que siempre vienen bien para evocar ante las gentes un pasado más o menos glorioso. Serán «ex», mas tendrá sentido. Helos ahí, con todo el ardor de su temperamento y la generosidad de su estilo de vida, dispuestos a seguir dando ideas y energías tradicionales en servicio de una ordenación del mundo donde reine, además de la democracia, la sabiduría. Versículo quinto del capítulo tercero del Libro de la Sabiduría: «Y los halló el Señor dignos de Sí.»

 

Serra

El Heraldo / Ramón J. Campo

 Helos ahí, con todo el ardor de su temperamento y la generosidad de su estilo de vida, dispuestos a seguir dando ideas y energías tradicionales en servicio de una ordenación del mundo donde reine, además de la democracia, la sabiduría. Versículo quinto del capítulo tercero del Libro de la Sabiduría: «Y los halló el Señor dignos de Sí.»

Los muertos y las muertas. Camilo José Cela



CAMILO JOSÉ CELA
1916-2002

“Te diría al oído la palabra todo / Si descubriese de repente que sirve para algo / Y vale para lo que quisiera que me oyeras / En un profundo silencio. / Sé bien que me estoy muriendo pero no de vejez sino de amor / Y también sé que te estoy matando pero no de juventud sino de amor / (Aunque esto sea muy difícil de explicar). / Cuando la esperanza se convierte en quebradiza realidad / Y todos los misterios están ya maduros para dejar de serlo / Una rara sensación de olor invade el corazón del hombre / Y pide auxilio a los fantasmas. / Sé que no me negarás un recuerdo de mínima caridad / Y sé que no me vas a tupir el hueco que dejo en tu corazón con la amargura del olvido del luto que ya no lo es. / Tus palabras no me sirven pero me están ayudando a morir de estupor. / Te juro que ignoraba los casi cien acrósticos / Todos bellísimos y ciertos / Que podían hacerse con las letras de la palabra amor.” (Poemilla para el día de los reyes del año MMII.)

IGNACIO RUIZ QUINTANO
(Del libro Serán ceniza, mas tendrá sentido / Ediciones Luca de Tena, 2006


Domingo de Ramos

 

Valle de Esteban

con su peso de luz con su nombre sin sombra

"Uno de los Doce, el que está mojando en la misma fuente que yo"

DOMINGO DE RAMOS

Pasión de Nuestro Señor Jesucristo según San Marcos 14, 1-15, 47

[Faltaban dos días para la Pascua y los Azimos. Los sumos sacerdotes y los letrados pretendían prender a Jesús a traición y darle muerte. Pero decían:


S. —No durante las fiestas;podría amotinarse el pueblo.


C. Estando Jesús en Betania, en casa de Simón, el leproso, sentado a la mesa, llegó una mujer con un frasco de perfume muy caro, de nardo puro;quebró el frasco y se lo derramó en la cabeza. Algunos comentaban indignados:


S. —¿A qué viene este derroche de perfume? Se podía haber vendido por más de trescientos denarios para dárselo a los pobres.


C. Y regañaban a la mujer. Pero Jesús replicó:


—Dejadla, ¿por qué la molestáis? Lo que ha hecho conmigo está bien. Porque a los pobres los tenéis siempre con vosotros y podéis socorrerlos cuando queráis;pero a mí no me tenéis siempre. Ella ha hecho lo que podía: se ha adelantado a embalsamar mi cuerpo para la sepultura. Os aseguro que, en cualquier parte del mundo donde se proclame el Evangelio, se recordará también lo que ha hecho ésta.


C. Judas Iscariote, uno de los Doce, se presentó a los sumos sacerdotes para entregarles a Jesús. Al oírlo, se alegraron y le prometieron dinero. El andaba buscando ocasión propicia para entregarlo.


El primer día de los ázimos, cuando se sacrificaba el cordero pascual, le dijeron a Jesús sus discípulos:


S. —¿Dónde quieres que vayamos a prepararte la cena de Pascua?


C. —Él envió a dos discípulos diciéndoles:


—Id a la ciudad, encontraréis un hombre que lleva un cántaro de agua;seguidlo, y en la casa en que entre, decidle al dueño: «El Maestro pregunta: ¿Dónde está la habitación en que voy a comer la Pascua con mis discípulos?» Os enseñará una sala grande en el piso de arriba, arreglada con divanes. Preparadnos allí la cena.


C. Los discípulos se marcharon, llegaron a la ciudad, encontraron lo que les había dicho y prepararon la cena de Pascua. Al atardecer fue él con los Doce. Estando a la mesa comiendo dijo Jesús :


—Os aseguro, que uno de vosotros me va a entregar: uno que está comiendo
conmigo.


C. —Ellos, consternados, empezaron a preguntarle uno tras otro :


S. ¿Seré yo?


C. Respondió :


—Uno de los Doce, el que está mojando en la misma fuente que yo. El Hijo del Hombre se va, como está escrito;pero, ¡ay del que va a entregar al Hijo del Hombre!;¡más le valdría no haber nacido!


C. Mientras comían, Jesús tomó un pan, pronunció la bendición, lo partió y se lo dio diciendo:


—Tomad, esto es mi cuerpo.


C. Cogiendo una copa, pronunció la acción de gracias, se la dio y todos bebieron.


Y les dijo:


—Esta es mi sangre, sangre de la alianza, derramada por todos. Os aseguro, que no volveré a beber del fruto de la vid hasta el día que beba el vino nuevo en el Reino de Dios.


C. Después de cantar el salmo, salieron para el Monte de los Olivos. Jesús les dijo:


—Todos vais a caer, como está escrito: «Heriré al pastor y se dispersarán las ovejas.» Pero cuando resucite, iré antes que vosotros a Galilea.


C. Pedro replicó :


S. Aunque todos caigan, yo no.


C. Jesús le contestó:


—Te aseguro, que tú hoy, esta noche, antes que el gallo cante dos veces, me habrás negado tres.


C. Pero él insistía:


S. Aunque tenga que morir contigo, no te negaré.


C. Y los demás decían lo mismo.


C. Fueron a una finca, que llaman Getsemaní y dijo a sus discípulos:


—Sentaos aquí mientras voy a orar.


C. Se llevó a Pedro, a Santiago y a Juan, empezó a sentir terror y angustia, y les dijo:


—Me muero de tristeza: quedaos aquí velando.


C. Y, adelantándose un poco, se postró en tierra pidiendo que, si era posible, se alejase de él aquella hora;y dijo:


-¡Abba! (Padre): tú lo puedes todo, aparta de mí ese cáliz. Pero no lo que yo quiero, sino lo que tú quieres.


C. Volvió, y al encontrarlos dormidos, dijo a Pedro:


-Simón ¿duermes?, ¿no has podido velar ni una hora? Velad y orad, para no caer en la tentación;el espíritu es decidido, pero la carne es débil.


C. De nuevo se apartó y oraba repitiendo las mismas palabras. Volvió, y los encontró otra vez dormidos, porque tenían los ojos cargados. Y no sabían qué contestarle. Volvió y les dijo:


-Ya podéis dormir y descansar. ¡Basta! Ha llegado la hora;mirad que el Hijo del Hombre va a ser entregado en manos de los pecadores. ¡Levantaos, vamos! Ya está cerca el que me entrega.


C. Todavía estaba hablando, cuando se presentó Judas, uno de los doce, y con él gente con espadas y palos, mandada por los sumos sacerdotes, los letrados y los ancianos. El traidor les había dado una contraseña, diciéndoles:


S. -Al que yo bese, es él: prendedlo y conducidlo bien sujeto.


C. Y en cuanto llegó, se acercó y le dijo:


S. —¡Maestro !


C. Y lo besó. Ellos le echaron mano y lo prendieron. Pero uno de los presentes, desenvainando la espada, de un golpe le cortó la oreja al criado del sumo sacerdote. Jesús tomó la palabra y les dijo:


—¿Habéis salido a prenderme con espadas y palos, como a caza de un bandido? A diario os estaba enseñando en el templo, y no me detuvisteis. Pero, que se cumplan las Escrituras.


C. Y todos lo abandonaron y huyeron.


Lo iba siguiendo un muchacho envuelto sólo en una sábana;y le echaron mano;pero él, soltando la sábana, se les escapó desnudo. Condujeron a Jesús a casa del sumo sacerdote, y se reunieron todos los sumos sacerdotes y los letrados y los ancianos. Pedro lo fue siguiendo de lejos, hasta el interior del patio del sumo sacerdote;y se sentó con los criados a la lumbre para calentarse.


Los sumos sacerdotes y el sanedrín en pleno buscaban un testimonio contra Jesús, para condenarlo a muerte;y no lo encontraban. Pues, aunque muchos daban falso testimonio contra él, los testimonios no concordaban. Y algunos, poniéndose de pie, daban testimonio contra él diciendo:


S. —Nosotros le hemos oído decir: «Yo destruiré este templo, edificado por hombres, y en tres días construiré otro no edificado por hombres.»


C. Pero ni en esto concordaban los testimonios.


El sumo sacerdote se puso en pie en medio e interrogó a Jesús:


S. —¿No tienes nada que responder? ¿Qué son estos cargos que levantan contra ti?


C. Pero él callaba, sin dar respuesta. El sumo sacerdote lo interrogó de nuevo preguntándole:


S. —¿Eres tú el Mesías, el Hijo de Dios bendito?


C. Jesús contestó:


—Sí lo soy. Y veréis que el Hijo del Hombre está sentado a la derecha del Todopoderoso y que viene entre las nubes del cielo.


C. El sumo sacerdote se rasgó las vestiduras diciendo:


S. —¿Qué falta hacen más testigos? Habéis oído la blasfemia. ¿Qué decidís?


C. Y todos lo declararon reo de muerte. Algunos se pusieron a escupirle, y tapándole la cara, lo abofeteaban y le decían:


S. —Haz de profeta.


C. Y los criados le daban bofetadas. Mientras Pedro estaba abajo en el patio, llegó una criada del sumo sacerdote y, al ver a Pedro calentándose, lo miró fijamente y dijo:


S. —También tú andabas con Jesús el Nazareno.


C. El lo negó diciendo:


S. —Ni sé ni entiendo lo que quieres decir.


C. Salió fuera al zaguán, y un gallo cantó. La criada, al verlo, volvió a decir a los presentes:


S. —Este es uno de ellos.


C. Y él lo volvió a negar. Al poco rato también los presentes dijeron a Pedro:


S. —Seguro que eres uno de ellos, pues eres galileo.


C. Pero él se puso a echar maldiciones y a jurar:


S. —No conozco a ese hombre que decís.


C. Y en seguida, por segunda vez, cantó el gallo. Pedro se acordó de las palabras que le había dicho Jesús: «Antes de que cante el gallo dos veces, me habrás negado tres», y rompió a llorar.] Apenas se hizo de día, los sumos sacerdotes con los ancianos, los letrados y el sanedrín en pleno, prepararon la sentencia;y, atando a Jesús, lo llevaron y lo entregaron a Pilato. Pilato le preguntó:


S. —¿Eres tú el rey de los judíos?


C. El respondió:


—Tú lo dices.


C. Y los sumos sacerdotes lo acusaban de muchas cosas. Pilato le preguntó de nuevo:


S. —¿No contestas nada? Mira de cuántas cosas te acusan.


C. Jesús no contestó más;de modo que Pilato estaba muy extrañado. Por la fiesta solía soltarse un preso, el que le pidieran. Estaba en la cárcel un tal Barrabás, con los revoltosos que habían cometido un homicidio en la revuelta. La gente subió y empezó a pedir el indulto de costumbre. Pilato les contestó:


S. —¿Queréis que os suelte al rey de los judíos?


C. Pues sabía que los sumos sacerdotes se lo habían entregado por envidia.


Pero los sumos sacerdotes soliviantaron a la gente para que pidieran la libertad de Barrabás.
Pilato tomó de nuevo la palabra y les preguntó:


S. —¿Qué hago con el que llamáis rey de los judíos?


C. Ellos gritaron de nuevo:


S. —Crucifícalo.


C. Pilato les dijo:


S. —Pues ¿qué mal ha hecho?


C. Ellos gritaron más fuerte:


S. —Crucifícalo.


C. Y Pilato, queriendo dar gusto a la gente, les soltó a Barrabás;y a Jesús, después de azotarlo, lo entregó para que lo crucificaran. Los soldados se lo llevaron al interior del palacio —al pretorio —y reunieron a toda la compañía. Lo vistieron de púrpura, le pusieron una corona de espinas, que habían trenzado, y comenzaron a hacerle el saludo:


S. —¡Salve, rey de los judíos !


C. Le golpearon la cabeza con una caña, le escupieron;y, doblando las rodillas, se postraban ante él. Terminada la burla, le quitaron la púrpura y le pusieron su ropa. Y lo sacaron para crucificarlo. Y a uno que pasaba, de vuelta del campo, a Simón de Cirene, el padre de Alejandro y de Rulo, lo forzaron a llevar la cruz. Y llevaron a Jesús al Gólgota (que quiere decir lugar de «La Calavera»), y le ofrecieron vino con mirra;pero él no lo aceptó. Lo crucificaron y se repartieron sus ropas, echándolas a suerte, para ver lo que se llevaba cada uno. Era media mañana cuando lo crucificaron. En el letrero de la acusación estaba escrito: EL REY DE LOS JUDÍOS. Crucificaron con él a dos bandidos, uno a su derecha y otro a su izquierda. Así se cumplió la Escritura que dice: «Lo consideraron como un malhechor.»
Los que pasaban lo injuriaban, meneando la cabeza y diciendo:


S. —¡Anda!, tú que destruías el templo y lo reconstruías en tres días, sálvate a ti mismo bajando de la cruz.


C. Los sumos sacerdotes, se burlaban también de él diciendo:


S. —A otros ha salvado y a sí mismo no se puede salvar. Que el Mesías, el rey de
Israel, baje ahora de la cruz, para que lo veamos y creamos.


C. También los que estaban crucificados con él lo insultaban. Al llegar el mediodía toda la región quedó en tinieblas hasta la media tarde. Y a la media tarde, Jesús clamó con voz potente: -Eloí Eloí, lamá sabactani. (Que significa: Dios mio, Dios mio, ¿por qué me has abandonado?)


C. Algunos de los presentes, al oírlo, decían:


S. —Mira, está llamando a Elías.


C. Y uno echó a correr y, empapando una esponja en vinagre, la sujetó a una caña, y le daba de beber diciendo:


S. —Dejad, a ver si viene Elías a bajarlo.


C. Y Jesús, dando un fuerte grito, expiró.
 

El velo del templo se rasgó en dos, de arriba abajo.


El centurión, que estaba enfrente, al ver cómo había expirado, dijo:


S. —Realmente este hombre era Hijo de Dios.
 

C. Había también unas mujeres que miraban desde lejos;entre ellas Maria
Magdalena, Maria la madre de Santiago el Menor y de José y Salomé, que cuando él estaba en Galilea, lo seguían para atenderlo;y otras muchas que habían subido con él a Jerusalén. Al anochecer, como era el día de la Preparación, víspera del sábado, vino José de Arimatea, noble magistrado, que también aguardaba el Reino de Dios;se presentó decidido ante Pilato y le pidió el cuerpo de Jesús. Pilato se extrañó de que hubiera muerto ya;y, llamando al centurión, le preguntó si hacia mucho tiempo que había muerto. Informado por el centurión, concedió el cadáver a José. Este compró una sábana y, bajando a Jesús, lo envolvió en la sábana y lo puso en un sepulcro, excavado en una roca, y rodó una piedra a la entrada del sepulcro. Maria Magdalena y Maria, la madre de José, observaban dónde lo ponían.]

sábado, 27 de marzo de 2021

Guerras Frías


 

Ignacio Ruiz Quintano

Abc


    La corrupción es el gobierno del mundo, y lo de Sleepy Joe llamando “asesino sin alma” (aquí, música de Richard Cocciante) a Putin es una Guerra Fría comprada en los chinos, nunca mejor dicho.


    La oligarquía yanqui (a la oligarquía la llamamos república como Augusto llamó república a la monarquía, tiene dicho Yarvin) se va a una Guerra Fría de cartón piedra como complemento para disimular su Guerra Revolucionaria, que es la única guerra justa, según las tesis de Lenin y… Mao: la utilización de medios militares o no-militares es cuestión de circunstancias, “de la misma manera que se usan medios legales o ilegales para subir al poder”, y no vamos a mirar el taca taca de Sleepy Joe.


    En el Madrid del 62 recordaba Schmitt, sobre la Guerra Fría, que la distinción esencial (desaparecida después de la segunda guerra mundial), fundamento de conceptos básicos del Derecho internacional (guerra, paz, neutralidad), es la distinción de enemigo y criminal: según el Derecho internacional clásico, se lucha con un enemigo sin declararlo criminal. (Por el contrario, recibe consideración de igual para, una vez vencido, poder concluir una paz honrada).


    –Todo lo que se puede celebrar como progreso humanitario en la Historia del Derecho internacional se basa en esta distinción clásica. Hoy comprendemos muy bien que Talleyrand celebrase esta distinción con tanto entusiasmo y con tan gran pathos, en un memorándum de 1805, como el mayor progreso de la humanidad.


    “¿Asesino sin alma?” Putin tiene una imagen castizota de Chicote del polonio, al parecer moralmente inferior a esa imagen cosmopolita de Obama de jugador de dardos con el globo terráqueo y un Predator.


    Guerra fría, guerra caliente. La guerra revolucionaria está constituida, según Mao, en nueve décimos por la guerra fría, y sólo el último décimo, el decisivo, es guerra caliente. Porque el león no se cuida de las trampas ni la zorra de los lobos, fuerza será ser zorra para conocer las trampas y león para amedrentar a los lobos.

[Sábado, 20 de Marzo]

Los muertos y las muertas. Adolfo Marsillach



ADOLFO MARSILLACH
1928-2002

Adolfo Marsillach Soriano empezó en el teatro porque Luis Escobar lo contrató como galán para el María Guerrero de Madrid. Narciso Ibáñez Serrador ha contado que, de todos los de entonces, Marsillach era el único que tenía un traje azul marino, imprescindible para asistir a los premios literarios donde se repartían los canapés, y lo prestaba. A Ibáñez Serrador le hacía mucha gracia que en sus memorias Marsillach escribiera que él lo perseguía con un revólver por España a causa de una mujer que había entre los dos. Al enterarse de su muerte hubo de reconocer que Marsillach había acertado otra vez: en lugar de hacer un mutis lacrimógeno, molesto y estúpido, hizo un mutis rápido y se fue. Poco antes le había dicho en una carta a José Tamayo: “Sigo mirando a las estrellas mientras camino, como tú me enseñaste.”

IGNACIO RUIZ QUINTANO
(Del libro Serán ceniza, mas tendrá sentido / Ediciones Luca de Tena, 2006)

Sábado, 27 de Marzo

 

Valle de Esteban

El cielo del campo también entra,
con su cesta de joyas acabadas de cortar

viernes, 26 de marzo de 2021

Un pequeño inciso sobre la tortilla


 

Hughes

Abc


No hay día en que mi navegación por las redes sociales (cada vez más silenciosa, como la de un submarino) no tropiece con alguna tortilla de patata fotografiada. Suelen ser tortillas en un estado de crudeza casi repulsivo (mucho menos hechas que la de la foto), unas sopas de yema con apenas unos tropezones de patata que pasan por tortilla e incluso por la única tortilla posible.
 

La tortilla cuajada y secorra, gollipona, se tiene por atrocidad y por mal gusto porque hay una especie de esnobismo asociado a lo crudo, una pretensión gourmand que disfruta la carne sólo si sangra y que considera decente e incluso delicioso comerse una tortilla con cuchara.
 

Con la carne es donde más se ve. Se percibe un orgullo muy curioso en algunas personas cuando la piden, un orgullo en el que se tocan cuerdas muy profundas: el mencionado sibaritismo y además una voracidad de gran conocedor que pasa por virilidad devoradora. “Sí, sí, que sangre, que las fibras se resistan y yo pueda reencontrarme con mi ancestral ser carnívoro?”.
 

Es como si en un entrecot buscasen revivir la experiencia del hombre de la caverna, fantasear con la alimentación antes del descubrimiento del fuego. Es entendible que renuncien a la salsa, pero no al fuego.
 

La cocina es elaboración, es el proceso de alejar en lo posible al animal del plato. Las personas normales a las que nos gustan las cosas moderadamente cocinadas (moderado es una palabra que debería usarse más en lo culinario) creemos, ingenuos de nosotros, que cocinar es transformar, que cocinar es darle a la materia un contacto sabio con el fuego hasta que haya variaciones apetitosas en su forma o color. Pero esto, que es lo normal, suena a capricho cateto cuando aparecen los aficionados a lo crudo con sus ínfulas gastronómicas y su verismo goteante.


Con la tortilla resulta especialmente ‘sangrante’. La tortilla es, en el universo del niño, algo que ni es huevo ni es patata y gusta por eso mismo, porque es otra cosa. La tortilla se ha ganado ser tortilla porque se convierte en algo característico que fusiona dos alimentos hasta hacerlos olvidar. Si yo quisiera patata pediría patata, y si quisiera mojar pan en yema pediría un huevo. Sin embargo, la tortilla líquida, infiel a su ser, se presenta como una deconstrucción, una separación de los elementos en el límite mismo de la salmonela. Si fueran consecuentes, estas personas deberían pedir los huevos crudos, hacerles un orificio e introducir una pajita para sorberlos. “Así se come la auténtica tortilla de Madrid”. Y p’arriba como si fueran caracoles. Se están comiendo unas tortillas que podrían definirse como un plato de huevos con patatas dejado a nuestro perro durante un minuto y medio. El resultado de eso es, dicen, la tortilla fetén.
 

El mismo término que le es propio a la tortilla, pincho, parece oponerse a esta práctica porque esa tortilla líquida de sopicaldo ovoide es impinchable, no admite pincho. Es, si acaso, un chupito de tortilla. El crudismo es una variante del esnobismo y del madrileñismo federativo que hemos de sufrir con resignación. Y un poco de pan.

 

 
El crudismo es una variante del esnobismo 

Los alienistas


Leopoldo María Panero

 

Ignacio Ruiz Quintano

Abc


    Desde los locos 80 en que Leopoldo María Panero me remitía desde Mondragón sus folios para  el “Gente y aparte” de ABC (“El nido del cuco”, era su sección), no había leído uno tantas cosas sobre la locura como hoy, a propósito de un diputado pepero (jacobino, diría Cayetana) que dijo “vete al médico” al becario black Errejón, que pedía psiquiatras al sanchismo para luchar contra los suicidios de la pandemia.


    Para acabar con los curas, que se ocupan del alma, cambiaron el alma por la psique, y ahora tienen que contratar psiquiatras, que cobran el doble. De guía para ir del padre Ángel al profesor Rojas se ha ofrecido Errejón, que no es Churchill (para los nuevos: “el hombre que identificó mentalmente la noción de ser libre con la noción de ser inglés”) para defenderse de las pullas parlamentarias.


    Winston, está usted borracho –le dijo a Churchill en el 46 la laborista Bessie Braddock.
    

–Señora –replicó Churchill–, usted es fea, y yo mañana por la mañana estaré sobrio.
    

En la peluquería de Ferreras creen que el “vete al médico” del jacobino anónimo a Errejón es el mayor de los insultos a la Democracia, y tienen a sus cuzcos buscando al Zaratustra pepero que, al proferirlo, nos inoculó la locura a todos. ¡El ambiente no puede ser más Thomas Bernhard! Un relato de Bernhard, pero pasado por los Lindo.
    

Para Bernhard, la melancolía y el hastío son las características más acusadas del ser humano. Y marzo y abril, “los meses en los que fallecían la mayoría de los enfermos de pulmón”. Y en Salzburgo, “por su humedad, llueven los suicidas”, en el otoño, al comienzo del colegio.
    

La época de aprender y estudiar es, principalmente, una época de pensar en el suicidio, y quien lo niega, lo ha olvidado todo.
    

Errejón no olvida: está en la época de aprender y estudiar, y piensa en el suicidio, el único problema filosófico, visto por Camus. A Bernhard, que nada dice haber admirado más durante toda su vida que a los suicidas, sólo lo salva del suicidio su “desvergonzada curiosidad”.

[Viernes, 19 de Marzo]

Los muertos y las muertas. Billy Wilder



BILLY WILDER
1907-2002

Billy Wilder, hijo del imperio austrohúngaro y último representante de la Edad de Oro de Hollywood, vivía en Berlín, en una habitación realquilada, al lado del cuarto de baño, y la cisterna del retrete, que estaba estropeada, dejaba caer agua durante toda la noche. El joven Billy la oía caer desde la cama y se imaginaba que era una hermosa cascada. Veinticinco años después, Billy Wilder era un triunfador y lo bastante rico para irse a hacer unas curas a Badgastein, el balneario austriaco que cuenta con la cascada más hermosa del mundo. “Ahí estaba yo –dice Billy–, en la cama, escuchando el ruido de la cascada, y no podía dejar de pensar en ese cuarto de baño de Berlín.” (Del libro de entrevistas ¿Quién diantres eres, Billy Wilder?) Ernst Lubitsch fue su gran maestro del humor: “¿Cómo lo resolvería Lubitsch?” Del resto de los directores dijo en una ocasión: “No es importante que sepan escribir, pero ayuda que sepan leer.”

IGNACIO RUIZ QUINTANO
(Del libro Serán ceniza, mas tendrá sentido / Ediciones Luca de Tena, 2006)

Viernes, 26 de Marzo

 

Valle de Esteban

Virgen con miriñaque,
virgen de Soledad,
abierta como un inmenso
tulipán

jueves, 25 de marzo de 2021

Toque de queda


 Jenny Jones

 

Ignacio Ruiz Quintano

Abc


    Una parlamentaria británica, Jenny Jones, tan bragada como aquellas sufragistas que perseguían a Bertrand Russell con tablones de clavos oxidados, ha propuesto un toque de queda a partir de las seis de la tarde para todos los hombres del Reino Unido.
    

Me pongo en modo Ockham –contesta en Twitter uno que se firma Julian Bluff (¡se impone el seudónimo!) –. El sueño de su vida (“Virtual Scissors”): los pubs llenos hasta los topes de churris y sin machirulos, al retortero, que puedan levantárselas. Ahora... “háblame del mar, marinero”
    

El toque de queda de Jenny Jones parece el penúltimo paso feminista hacia la “solución final”. La doctrina de que los hombres, por el hecho de ser hombres, matan a las mujeres por el hecho de ser mujeres, abrazada por todos los partidos del Consenso español, incluido el de Cuca Gamarra, aparte de pasarse por el antifonario la distinción romana (¡civilizatoria!) entre hecho y acto, supone colocar al feminismo en el trance de ser devorado por el costumbrismo, como ocurrió con la lucha de clases, precedente de esta lucha de sexos en que las mujeres, que hacen las veces de proletarios, animadas por imágenes míticas, participan en el combate.


    Engels, pagafantas, pero no tonto, vio que la dictadura del proletariado era volver a 1793 (¡el jacobinismo de Cayetana!), una merienda de jetas (oradores y literatos) que no, no y no. Bueno, pues el hombre de hoy es el burgués de entonces: un enemigo en el que cristalizar todos los afectos del odio y el desprecio (“odium generis humani!”), caricatura propagada hasta la náusea por artistas y poetas románticos.
    

El toque de queda de Jenny es feminismo. Y costumbrismo era lo de Rocío, en zapatillas, sacando de la partida de tute en el bar “al torero” para llevarlo de la oreja a casa. Jenny triunfará en España, donde el 78 consagró la cultura del toque. Una noche Curro Fetén llamó “colegas” a Paco de Lucía y a un sablista del Sacromonte. El guitarrista levantó una ceja:


    –Porque los dos vivís del toque.

[Jueves, 18 de Marzo]