Valle de Esteban
-Alfonso Reyes hizo parada breve, allá por 1914, en la posada de Concha Cabra, situada en la madrileña calle de Carretas. Allí conoció a un huésped, estudiante de profesión, apodado Quebrantahuesos "porque cena pajaritos fritos y deja los huesos sobre la chimenea".
José-Miguel Ullán